
Este artículo pertenece a la serie destinada a tratar algunas consecuencias sobre la asociación inconsciente entre leche materna, semen y dinero.
Efectivamente, algunos desocupados no pueden conseguir trabajo porque están bloqueados por fantasías inconscientes según las cuales, recibir dinero a cambio del esfuerzo laboral es casi lo mismo que recibir semen a cambio de usar el cuerpo para excitar al cliente o empleador hasta provocarle la fantaseada eyaculación salarial.
Preocupado por no enturbiar la exposición de un tema que de por sí es tan conmovedor como impopular, agrego que esas fantasías inconscientes no surgieron ni se conservan porque sí.
Recordemos que el dinero para los adultos es como la leche materna para el recién nacido porque con uno y otra logramos sobrevivir.
Recordemos que la asociación leche materna-semen tiene antecedentes que la justifican, como por ejemplo:
— la leche materna tiene un aspecto blanquecino muy similar al semen;
— ambos son fluidos humanos segregados por glándulas;
— ambos se obtienen mediante succión (de senos o pene);
— la entrega y obtención de ambos genera placer sexual;
— dar y recibir son acciones consentidas y en un contexto erótico (amoroso);
— popularmente a ambos se los denomina leche;
— popularmente se denomina mamar a la acción de obtener una y otro.
Esta lista parcial de semejanzas y goces vinculados a la leche materna y al semen, más la asociación ya mencionada de una y otro con el dinero, nos permite afirmar que aquellas personas que no logran ganar dinero por causa de las fantasías inconscientes, rechazan con fuerza estos deseos por considerarlos socialmente condenables.
En otras palabras: los afectados desean con gran fuerza lo que simultáneamente no pueden aceptar, practicar, reconocer. Ambas emociones opuestas, provocan el bloqueo (no trabajar).
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La propiedad privada y la esclavitud
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