jueves, 18 de febrero de 2010

Ya somos muchos

Con la palabra «perversión» definimos muchas cosas. Todas negativas.

En su origen «pervertir» significó trastornar.

Una perversión sexual es toda aquella práctica diferente al coito genital heterosexual.

Para mí que lo que se quiso decir es que si la sexualidad no está al servicio de la procreación, entonces es perversa.

Creo que el motivo por el que esta palabra no goza de buena fama obedece a que en otras épocas (diría de 1950 hacia atrás) había que estimular de cualquier manera la natalidad porque los seres humanos morían en cantidades preocupantes por causa de las enfermedades y las guerras.

Los humanos generadores de opinión (científicos, religiosos, políticos) temieron que se extinguiera nuestra especie y por eso demonizaron la sexualidad no reproductiva.

Tengo la sensación de que la preocupación actual es que ya somos muchos.

Cada vez hay menos guerras genocidas, la medicina está arrebatándole ejemplares a la muerte y los recursos informáticos están eliminando fuentes de trabajo.

Por eso aplaudimos el casamiento entre personas homosexuales (que no traerán más gente al planeta), luchamos para despenalizar el aborto y estamos muy liberales para aceptar las prácticas que cuando éramos pocos, se definían como perversas, tales como:

Masturbación, sexo oral, sexo anal, aparatos estimulantes, pornografía y todas las inofensivas parafilias (voyeurismo, animalismo, fetichismo, etc.).

En otras palabras: una vez superado el temor a desaparecer como especie, nos sentimos autorizados a disfrutar de los placeres sexuales sin tener que preocuparnos como antes por el destino final del semen.

Como el lenguaje es muy resistente a los cambios, seguimos pensando que las perversiones son siempre negativas, pero me animo a reconocer que muchas veces son divertidas, estimulantes, aeróbicas.

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10 comentarios:

Miguel F. dijo...

También podríamos pensar que cuando moría más gente, los médicos condenaban las "desviaciones sexuales" porque inconscientemente lo que la sociedad estaba buscando eran formas de exacerbar lo prohibido para aumentar el interés en el sexo.

Eusebio dijo...

No creo que todavía seamos tantos. Hay muchos lugares en la Tierra que estamos en condiciones de ocupar, con toda la tecnología que hemos desarrollado.

el oriental dijo...

A mí me preocupa la superpoblación de vacas en mi paisito.

Lola dijo...

Ese trío no parece demasiado numeroso...

M. Eugenia dijo...

Está seguro de que cada vez hay menos guerras genocidas?

Alelí dijo...

Me encanta cuando mi novio me llama y me dice: "venga acá mi perversita".

Filisbino dijo...

Se ve que yo conservo un resabio de temor a la extinción de la especie. Me apena ver como el condón se va girando por el water.

Marta dijo...

Hoy por hoy las perversiones sexuales son aquellas prácticas que no cuentan con el consentimiento del otro y/o lo dañan física o psicológicamente.

María dijo...

No pude darle descendencia a mi esposo y me abandonó. Pero le aseguro que el muy cretino no demonizaba el sexo recreativo.

Joe Black dijo...

En realidad lo que la medicina me arrebata es sólo un poco de tiempo.