martes, 22 de marzo de 2011

Freud y Drácula

Drácula representa al lactante que se alimenta chupando la leche del seno materno. También representa al lactante cuando huye del crucifijo porque éste simboliza al padre que reclama recuperar a su esposa deseada.

Según creo, Freud inventó el psicoanálisis sin darse cuenta.

Alguna vez les comenté (1) que él fue un escritor genial, con capacidad suficiente como para escribir una historia original, muy extensa, con una redacción impecable y que cuando los amigos fueron utilizados para que dieran las primeras opiniones, quedaron maravillados.

La fuerte identificación de los primeros lectores con algunos personajes de la novela freudiana, le cambió el rumbo para transformar todo eso en un relato científico que explica de una manera novedosa, cómo y por qué pensamos, sentimos, envidiamos, odiamos, amamos y demás resortes psicológicos.

En otro lado les conté (2) que el funcionamiento ideal de una familia consistiría en que el padre

— haga el amor con la embarazada hasta que ella dé a luz; luego

— se aparte por un tiempo para que el pequeñito se termine de formar; y

— aproximadamente seis meses después, rescate a su esposa, dejando al pequeñito con las atenciones mínimas imprescindibles.

Dicho de otro modo, durante los primeros seis meses de vida fuera del útero, el pequeño devora el seno de la madre con su hambre caníbal —aunque natural y saludable—, hasta que el padre lo aparta para recuperar el deseado cuerpo de su esposa.

En las leyendas de vampiros, estos viven de chupar la sangre de sus víctimas como aquel pequeñito vivía de chupar la leche de su madre. En las leyendas, los vampiros retroceden ante el crucifijo (símbolo de Dios, nuestro padre celestial), igual que aquel niño tuvo que retroceder (apartarse de la madre) porque su padre lo obligó.

Cuando un niño no se aparta de su madre, triunfa Drácula.

(1) Todo tiempo pasado tenía futuro

(2) La familia psicoanalítica

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11 comentarios:

Olegario dijo...

Excelente! Qué buen análisis del vampiro!

Mariana dijo...

Capaz que si a los amigos de Freud no les gustaban sus escritos, el psicoanálisis no llegaba a nacer.

Ma. Eugenia dijo...

Los resortes psicológicos se gastan?

Blanca dijo...

Dentro de las atenciones mínimas para el pequeñito, pienso que deben contarse los besos, las caricias y los mimos.

Susana dijo...

No caben dudas. Drácula convirtió a mi hijo en vampiro. No para de chuparnos la sangre exigiéndonos que gastemos en él más de lo que podemos gastar.

Amanda dijo...

Pasaron diez meses y el Padre Celestial no viene al rescate!

Ricardo dijo...

No, no. Freud quería inventar algo. Freud buscaba la gloria.

Eladia dijo...

Mi esposo nunca me recuperó después de la lactancia. Para mí que quería perderme nomás.

Iñaqui dijo...

Cuando mi señora dio a luz a Luz, se produjo un gran apagón y ya no pude encontrarla más.

Alba dijo...

Cómo va a apartar al bebé de su madre a los seis meses!!

Elbio dijo...

Me parece que el Licenciado quiso decir que paulatina y suavemente, la pareja se va reencontrando, restándole tiempo de atención al niño. Fíjese que en la medida que va creciendo, necesita menos a su madre. Al incorporar más alimentos ya no necesita mamar cada tres horas, duerme más tiempo, madura su aparato digestivo y ceden los dolores de panza. Luego empieza a gatear y caminar, entonces ya no necesita que los padres lo trasladen de un lado al otro. Cuando controla los esfínteres deja de necesitar que cada pocas horas lo higienicen. En definitiva, se trata de un proceso natural, sólo que algunas madres no pueden aceptarlo y lo traban contraviniendo a la naturaleza.