martes, 29 de marzo de 2011

La felación lactante

La estimulación oral del pene (felación) es gozosa para quienes de esa forma evocan los placeres de su propia lactancia.

Como he comentado en otros artículos (1), nos sentimos ricos durante los primeros meses de vida pero luego perdimos ese estatus y no paramos de añorarlo (extrañarlo, desearlo).

Este es exactamente el origen de nuestro deseo.

La precaria constitución de nuestro cerebro nos llevó a pensar que nuestra riqueza era mamá. Más precisamente, los senos alimenticios de mamá.

Observemos que mediante un simple tilde, diferenciamos a la persona «mamá» de aquello que realmente nos importó que fueron sus «mamas» (senos, tetas).

Estos hechos son simples pero están en el origen de fenómenos que parecen complejos porque el lenguaje es tan ineficiente que tenemos que utilizar muchas palabras para poder decir algo tan simple como que

— «fuimos realmente felices mientras fuimos lactantes», o que
— «nos sentimos arruinados cuando aquellos senos dejaron de producir leche», o que
— «perdimos la felicidad cuando empezamos a comer otros alimentos».

También he mencionado en otro artículo (2) que en última instancia «heterosexual es cualquiera que desee a las mujeres» (J. Lacan).

Observemos que la felación (chupar el pene) es un placer muy difundido entre las mujeres, sin embargo el diccionario de la Real Academia la define como «estimulación bucal del pene».

El punto de vista de esta Academia es masculino porque si bien es cierto que a los varones nos gusta esa práctica (si es realizada con pericia, porque la estimulación dolorosa molesta), diría que son ellas las que más lo prefieren porque el pene recuerda al seno materno cuando aún segregaba leche (al líquido seminal se le dice popularmente leche).

En suma: la mujer, cuando practica la felación, goza en tanto ese pene que segregará semen, imita al seno materno que la alimentó.

(1) La insatisfacción vitalicia

La vida es placentera gracias a la placenta


(2) Sabemos mucho de gays y poco de lesbianas

●●●

11 comentarios:

Rosaura dijo...

Si en alguna ocasión viene a cuento, me gustaría que explicara la frase de Lacan que menciona en este artículo.

Marina dijo...

Además el semen, al igual que la leche materna, es muy buen alimento.
Por eso deberíamos tener en cuenta que recurrir a alimentarnos con semen, puede ser una buena táctica de supervivencia en situaciones extremas... o en la situación que se desee.

Fulgencio dijo...

Mirala qué bandida. Parece que está rica la banana.

Luján dijo...

Fulgencio baboso!!!

Celeste dijo...

Nos importó la leche de las mamas de mamá, mientras teníamos hambre. Apenas pasaba la sensación de hambre, supongo que nos importaba estar en brazos de mamá, sentir su olor (sinónimo de que estábamos seguros), escuchar su voz, recibir sus caricias.

Milton dijo...

Para poder decir que fuimos felices cuando fuimos lactantes, tendríamos que recordar aquella época.

Elbio dijo...

Releí su artículo "Sabemos mucho de gays y poco de lesbianas" y creo que la aclaración para la inquietud de Rosaura es bastante sencilla. Lacan dice que es heterosexual quien desee a las mujeres porque desear a la mujer es natural, ya que el primer objeto de amor, tanto del niño como de la niña, fue una mujer. Lacan establece un paralelismo -no excento de humor- cuando hace equivaler la heterosexualidad con la normalidad, dado que esa es la creencia popular de la época.

Lola dijo...

Los varones lo disfrutarían tanto como las mujeres, si lo hicieran entre ellos.

Anónimo dijo...

Desgraciadamente tengo las verruguitas en el glande que proboca el virus HPB y tengo que usar preservativo cuando me hacen la felación, para no contagiar a mi pareja. Sé que ese virus no es peligroso en el hombre, pero puede provocar cáncer de cuello de útero en la mujer.
Lo digo como información, porque puede serle útil a alguien.

Ma. Eugenia dijo...

Es una ruina si un bebé tiene que alimentarse a mamadera?

Matilde dijo...

Algún dia tendrás que contarnos de donde logras las fotos muy justas.