Texto copiado
de Camilla Paglia en ‘Sexual
Personae’ (Valdemar, 2006)
En el arte,
la perversidad femenina toma distintas formas y aparece representada en
multitud de formatos y espacios. Agrupadas en categorías que distinguen características
comunes las mujeres fatales podrían dividirse en cinco grupos, que, a grandes
rasgos, son:
1) ANIMALIA
Son arpías, esfinges, medusas, gorgonas,
melusinas, sirenas y otros seres acuáticos como las ninfas de agua dulce, las
rusalkas de los estanques o las dríades.
Características:
Unidas a las fuerzas de la naturaleza por su
condición física estas mujeres son temidas como ninguna. Como señala el teórico
Bram Dijkstra de encarnaciones de Cibeles, la diosa de la fertilidad, la señora
de la naturaleza bruta, la compañera ocasional del león. Fuerzas brutas pues
que arrastran al hombre hacia una tumescencia perpetua y desesperada, o lo que
es lo mismo, al agotamiento post-coital y la petite mort definitiva. Resultan muy
interesantes en sus variedades acuáticas, siempre arrebatadoramente bellas.
A estos personajes femeninos los encontramos en: las sirenas terribles que acechan
a Sinbad, la Esfinge imperturbable y sonriente de la inquietante “En la Cena de
Leon Bakst, las dríades que juegan con animales (Eva, de nuevo, y la serpiente,
bacantes, ninfas y sátiros, Las Profundidades del Mar de Edward Burne-Jones,
las Furias de la Orestíada, de Hesíodo.
2) MUJERES ARTIFICIALES
Son androides, robots, galateas, mujeres proyectadas.
Características:
La mujer perfecta no existe, debe ser construida y moldeada por el hombre, (
generalmente, constructores, genios, inventores o escritores) ignorante de que
su proyecto está destinado al fracaso, pues la mujer artificial sufre el mismo
mal que sus compañeras, y ese es la naturaleza intrínsicamente perversa y
femenina que terminará por destruir al creaador -una paradoja incoherente que sin
embargo sobrevive al paso del tiempo. MUJERES ARTIFICIALES es una categoría
compleja que incluye tanto a Eva y Lilith, creadas por Dios como reproducciones
de una belleza superior y desviadas del buen camino por su instinto, como a las
mujeres robot de la ciencia ficción, de hecho, la última revisión del mito de
Eva inspirado por el desarrollo tecnológico y el darwinismo social del fin de
siglo y el futurismo/surrealismo del período de entreguerras.
A estos personajes femeninos los encontramos en: todas las revisiones del mito
de Pigmalión y Galatea que relata Ovidio en Las Metamorfosis y en especial
Pygmalion de G.B. Shaw, Ideales, de Friedrich Schile, Hadaly, protagonista de
La Eva Futura de Villiers d l’Isle Adam,
creada por Edison y lubricada con aceite de rosas. Brigitte Helm en el film Metrópolis
(1926) de Fritz Lang.
3) LOLITAS. Mujeres-niña
Son Lolita, Dalila, Alicia y Wendy, las ‘furcias vírgenes de Babilonia’ o sea
Salomé y Judith.
Características:
Malévola y aparentemente ingenua. La sirven en dos modelos distintos: la niña
tonta que no es consciente de la repercusión que su comportamiento tiene en los
hombres a su alrededor, y la niña calculadora y pérfida que machaca por el
placer de hacerlo, es decir, la niña que juega. Este es el reverso demónico de
la hija perfecta y una de las personas del sexo más populares en la segunda
mitad del siglo XX. Facciones indefinidas, cuerpo escuálido y el tarareo
incesante de melodías infantiles son algunos de sus rasgos más notables.
A estos personajes femeninos los encontramos en: Vanessa Paradis a las órdenes
de Patrice Leconte en La Chica del Puente. Salammbó de Gustave Flaubert. La
Salomé de Oscar Wilde. La Lolita de Vladimir Nabokov, con el rostro y el
cuerpecito de Sue Lyon, protagonista de la versión cinematográfica de Stanley Kubrick.
Todas las niñas perversas del cine de terror japonés. La Carmen de Bizet.
Marilyn.
4) GINANDROIDES
Son Amazonas, Pentesilea, la mayoría de las madres de la mitología clásica, algunas
brujas y hechiceras. Circe, vampiras y lamias.
Características:
Son las saqueadoras definitivas. Mujeres que sólo precisan dl hombre en el
coito aunque, en la mayoría de los casos, este sea infructífero. Simbolizan la esterilidad
de la ‘lesbiana saqueadora del macho’ y se las presenta a menudo con el pecho
descubierto y en actitud desafiante. Son una fantasía masoquista en la que el hombre
es sólo instrumento a merced de una mujer enferma y fuerza descomunal y se
trata de una de las categorías más claramente homófobas y sexistas que pueda
concebirse. Incluye, en cierto modo, las vampiresas de tendencia sexual
ambigua, mujeres parásito que se nutren del hombre, cazadoras y carnívoras.
A estos personajes femeninos los encontramos en: Cualquier fantasía sobre las
Amazonas de la Pulp fiction vampiresas en todas sus variantes, La Belle Dame
Sans Merci de Keats, la Circe de Homero, el objeto de deseo de Años de aprendizaje
de Guillermo Meister de Goethe y las figuras andróginas de su Fausto, la bruja Morgana de ().
5) LA FEMME FATALE DEL FILM NOIR. Vamps
del cine americano.
Son las pin-up, las Lauren Bacall del cine, las figuras rotundas y
serpenteantes que aparecen tras el cristal del despacho cachombroso de un
detective privado de tercera.
Características:
Una desviación de la vampira y la más exitosa de las representaciones de la
mujer perversa. El cuerpo flexible, la cintura de avispa, piernas cruzadas (las
niñas buenas se sientan con las rodillas juntas), el pelo ligeramente ondulado
oscurísimo o rojo intenso, las miradas felinas, un cigarrillo fino recostado
sobre el labio inferior redondeado por el carmín brillante. Visten de negro y
ocultan sus mentiras bajo capelinas de tamaño descomunal. En conjunto, se trata
de un ícono muy poderoso visualmente pero falto de complejidad y contenido.
A estos personajes femeninos los encontramos en: La gran madame del cine mudo
Nita Naldi, Mae West, la broma de Jessica Rabbit, Mary Astor y sus pestañas,
Sharon Stone en ‘Instinto Básico’, Marlene Dietrich en “The Devil is a Woman” y
Rita Hayworth en ‘Gilda’. En la Dama de
Shangai, la Gabor.