sábado, 31 de mayo de 2008

Los héroes eficaces

Imprudente, terco, porfiado y necio son vocablos que se parecen bastante en su significado. También se parecen en su mala fama. No está bien visto quien posee alguna de esas particularidades.

Sin embargo, —y acá ya aparece mi asombro— si observamos cuál ha sido la existencia de los grandes personajes que engalanan los libros de historia, no tenemos más remedio que pensar que ellos siguieron alguna meta, algún objetivo, cuando otros en su lugar no lo hubieran hecho.

Si muchas personas hubieran querido hacer lo que hizo nuestro héroe, entonces los héroes serían varios o preferentemente ninguno, porque llama la atención lo que hace o deja de hacer una sola persona. Los seres humanos cuando vemos que hay más de un héroe ya nos quedamos sin entusiasmo y nos parece que eso que hicieron varios héroes en realidad no tiene tanto valor. Uno es excepcional, pero dos excepcionales dejan de serlo.

En general, todos los personajes históricos que ganaron fama siendo arriesgados, insistentes y perseverantes, por el solo hecho de haber sido exitosos (nada menor, lo reconozco) no fueron catalogados de imprudentes, tercos, porfiados o necios.

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viernes, 30 de mayo de 2008

Los silencios estimulantes

Uno de mis amables lectores me envió el siguiente texto para que se lo publicara entre los comentarios:

La mía [se refiere a la temática de una supuesta novela que escribiría] está mejor que todas esas.

Es un joven rico que vive en un lujoso apartamento de Nueva York. Se enamora de su empleada doméstica, se casan y por las noches tienen relaciones sexuales poco interesantes. Sin embargo, luego de que ambos tienen ese modesto orgasmo, ella se queda mirándolo con cara de fascinación. Él le pregunta por qué lo mira así y ella le contesta que está maravillada con su forma de pensar. Él le dice que nunca han hablado de eso, pero ella le dice que igual le gusta eso que no conoce. Él empieza a hablar de sus ideas seguro de que ella no las entendería y ella nunca dice nada, pero pone caras de entender o no entender que él utiliza para aclarar mejor su explicaciones. Con el tiempo él se da cuenta de que tantos silencios estimulantes le han provocado una verdadera revolución en su cabeza y duplica su capital gracias a las nuevas ideas que surgieron a partir de la mirada interrogante.

En este breve argumento está representada la situación analítica de una manera muy simple y amena.

El paciente por algo elige a su analista (hombre o mujer) y el analista también lo elije a él (o ella). Una vez que ambos se aceptan porque perciben que podrán trabajar en análisis, el paciente confía en la capacidad y discreción del analista y le informa todo lo que se le ocurre en cada sesión. El analista sólo hace mínimas aclaraciones en oportunidades que él sabe muy bien cuáles son (como si lo intuyera pero en realidad existe una técnica para hacerlo) y luego de un tiempo el analizante (paciente) empieza a percibir que las cosas le ruedan mejor, que la vida no es un jardín de rosas pero tampoco es un calvario.

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jueves, 29 de mayo de 2008

Ese tema no se menciona ¿O.K.?

Imaginemos un penoso accidente. Un joven comete el error de cruzar la calzada de manera notoriamente imprudente y un automovilista lo atropella causándole daños físicos y psicológicos de importancia.

Este desafortunado joven es hijo de un juez penal y cuando el automovilista es llevado a juicio para determinar cuál es su grado de responsabilidad en el accidente, el caso le es asignado al padre del accidentado.

¿Usted considera que es correcta esta decisión del Poder Judicial o debió asignarse el caso a alguien que no tuviera un vínculo afectivo ni con el accidentado ni con el automovilista?

Creo que estaremos de acuerdo en la respuesta. Un juez involucrado afectivamente con alguna de las partes carecería de la neutralidad que requiere su función.

Este caso es muy claro y todos podemos entenderlo con facilidad. Sin embargo existen otros casos en los que esa decisión se torna mucho más difícil. Por ejemplo, cuando uno hace comentarios que provocan en quien los oye una reacción inesperada e inclusive con derivaciones lamentables.

El dicho popular «No hay que mencionar la soga en la casa del ahorcado» resume bien lo que procuro comentar. Cuando observamos con preocupación que alguien nos trata mal, cabría investigar si no habremos tocado algún punto sensible que desencadenó una reacción objetivamente injusta pero subjetivamente comprensible. Volviendo al principio, si el juez tomara el caso podría dictaminar injustamente la culpabilidad del automovilista

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miércoles, 28 de mayo de 2008

¡Cuídate nene!

La infidelidad matrimonial es causa de múltiples conflictos de difícil solución. En una mayoría de los casos quedan heridas que no cicatrizan, se marca un antes y un después en el vínculo, las recriminaciones parecen interminables.

Algunas parejas se forman porque ella viene a ocupar el lugar de la madre para él. Todos parecen estar muy conformes con este tipo de fantasía: ella siente que puede ejercer sobre él una cierta autoridad; la suegra se siente complacida porque es imitada como si fuera una modelo; el marido percibe pocos cambios entre su vida de soltero y la de casado; además cumple su deseo inconciente de hacer el amor con la madre y eso lo mantiene con niveles de excitación muy altos que gratifican a la esposa porque se siente muy sexy sin que se le pase por la cabeza que en realidad esta cualidad le pertenece a su suegra que se instala en la cabeza de su esposo cuando le hace el amor.

Pero además de disfrutar mucho todas esas suposiciones, es posible disfrutar además de la realidad tal cual es pues la ambición de placer no tiene límite para nadie.

Como el hombre supone con alguna parte de su pensamiento que su esposa es su mamá y dado que es aceptable que un hijo tenga aventuras amorosas y nadie debe sentirse molesto por eso, resulta que la esposa-mamá se enfrenta a la tragedia que decía al principio: su esposo-hijo tiene una amante y aquella fantasías que incluía la duplicidad de roles ya no hace más gracias ni es gratificante sino que se ha convertido en un juego perverso que la lastima mucho.

El marido-hijo se ve de la noche a la mañana como un traidor y no se siente tan culpable como le hacen ver su esposa-mamá y también su mamá verdadera.

Ruegos, pedidos de perdón, promesas de «nunca más», pero la copa de cristal reparada ya no es la misma.

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martes, 27 de mayo de 2008

Matemáticamente, el cuco no existe

El análisis racional de la realidad es una norma no escrita que tiene más peso que varios códigos juntos.

Que todo deba tener una explicación es casi obligatorio y lo que no tiene explicación no existe. Eso sí, no está prohibido inventar una explicación pero en este caso el invento debe ser fiel a la racionalidad. Por ejemplo, ¿quién creó el Universo? Dios ¡por supuesto!

«No hay efecto sin causa» es una consigna importante de esta norma de hierro. Mis actos y omisiones tendrán una consecuencia. No importa que sea insignificante: la tendrá y eso es lo que cuenta.

Descartes fue el gran legislador de esta ley y su idea consiste en pensar que el conocimiento por los sentidos no es tan importante como el conocimiento intelectual. La geometría era para él «La ciencia». Lo que no soportara un análisis racional, no existía, era pura fábula o alucinación.

Como construcción teórica quizá haya que sacarle el sombrero pero de ahí a pretender utilizarla para investigar cualquier rama del saber hay un gran paso. Por ejemplo, la psicología no se lleva bien con el racionalismo. Es como pretender guardar una esfera en un estuche cúbico: entra bien pero no calza bien.

Pero además, otro motivo por el cual esta postura filosófica tiene tantos defensores es que el análisis racional de la realidad es una excelente manera de vencer el miedo a vivir.

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lunes, 26 de mayo de 2008

«Divide y vencerás»

Si vamos al caso, no es tan difícil tener mucho poder ni ser un/una líder de masas. La idea es tan simple como proponer una división bien clara entre «ellos» y «nosotros».

Si algún día usted tiene interés en convertirse en una persona poderosa y temible, le paso quince frases que sirven para crear ese escenario imprescindible para todo gobierno despótico. En alguno de sus discursos deberá arengar a «los nuestros» gritando:

«plata para el amigo; palo para el enemigo»
«para el amigo todo; para el enemigo la ley»
«benevolencia para el amigo y rigor para el enemigo»
«democracia popular para el amigo y dictadura para el enemigo»
«para el amigo todo; para el enemigo, ni justicia»
«para el enemigo la ley; para el amigo, la mano»
«caricias para el amigo; puñetazos para el enemigo»
«tristezas para el enemigo; alegrías para el amigo»
«para el amigo indulgencia; para el enemigo inquisición»
«hiel para el enemigo; miel para el amigo»
«oro para el amigo; plomo para el enemigo»
«para el amigo, la ley y la gracia; para el enemigo, la ley a secas»
«pan para el amigo; afilado acero para el enemigo»
«ni mano enemiga para el amigo, ni amiga para el enemigo»
«vida para el amigo y muerte para el enemigo»

¿No es tan complicado verdad? Es fácil de memorizar.

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domingo, 25 de mayo de 2008

Verás qué voraz

Mabel era una anciana que había optado obligadamente por la soledad desde hacía muchos años. Sus escasos recursos la mantenían en una casa en estado ruinoso. Del jardín quedaban muy pocas plantas con algún verdor.

Sentada en su mecedora tuvo el impulso de llamar a Juan cuando volvía del colegio para su casa y Juan entró porque Mabel era de las pocas vecinas que no gritaba tontería cuando devolvía una pelota que cayera en su jardín.

Antes de subir los desvencijados escalones del porche, Juan sintió que lo envolvía el aroma de galletas recién salidas del horno.

¿Te gustaría comer algunas galletas con leche achocolatada bien fría?, preguntó ella adivinando la respuesta.

Trajo de la cocina una bandeja con abundantes galletas y un gran vaso con la leche. La puso delante de Juan y se ubicó nuevamente en su sillón para apreciar el desempeño del chico.

Él comía con voracidad y ella lo miraba con voracidad. Cuando se agotaron los comestibles seguía con ganas de mirarlo y le pidió que le leyera algún libro que tuviera en la mochila escolar.

Siguiendo cada línea con el dedo y con voz monótona, leía algo sobre Uruguay y sus países limítrofes. Ella entrecerró los ojos, su cuerpo empezó a cambiar; sus arrugas se desvanecían.

Sin abrir los ojos, respiró profundamente. Sentía que algo ocurría, pero no sabía qué. Algo pasaba; lo sentía, y era bueno. Pero no sabía exactamente qué.

Estaba rejuveneciendo, sentada en su mecedora, su cuerpo frágil y enjuto se llenaba de juventud. El cabello cano se espesó y oscureció, el color acudió a sus exangües mejillas. Los brazos y las piernas se rellenaban con músculos firmes.

Florecía de nuevo, henchida de vida, fértil y plena como antes,
muchos años atrás. Se miró los brazos. Redondeados, sí, y fuertes las uñas. El cabello negro otra vez. Espeso y negro, resbalando sobre su cuello. Se tocó la mejilla. Las arrugas habían desaparecido, la piel era suave y flexible. Una creciente y desbordante alegría se apoderó de ella. Sonrió, sintiendo sus dientes y encías firmes, los labios rojos, los fuertes dientes blancos. Se levantó de repente, con el cuerpo seguro y confiado. Juan ya se había ido.

Los padres estaban en la puerta de su casa y se notaban ansiosos cuando lo vieron llegar con tanta demora. Ya se aprestaban a recriminarle duramente cuando quedaron mudos de horror al verlo totalmente transfigurado por la vejez.

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sábado, 24 de mayo de 2008

Dime lo que te digo que me digas

Usted y yo sabemos que casi ningún perro podrá resistir la tentación de traer un trozo de madera que le hayamos tirado lejos. También sabemos que un gato de ley no podrá evitar el jugar con una bolita de lana que se mueva. Las gallinas encuentran que los granos de maíz son irresistibles.

Parece mentira que estén tan condicionados por su instinto. ¡Qué previsibles que resultaron!

Ellos no necesitan que nadie los defienda pero igual quisiera proponer una reflexión porque viene al caso.

Si uno le comenta a los compañeros de trabajo que nuestro cónyuge es un desastre, que ya no aguantamos más, que la vida así es insufrible, alguno hablará en nombre de la mayoría para proponer sabiamente que terminemos con esa relación tan patológica.

Cuando comentamos ante nuestros parientes que el niño está muy desobediente, que prácticamente comete actos vandálicos y que no sabemos cómo moderar su inconducta, pasaran unos milisegundos antes de que alguien pida la palabra para proclamar una especie de estado de sitio dentro de ese hogar ilegítimamente perturbado por un infame sedicioso.

Para no extenderme más porque usted ya entendió cuál es la idea que propongo en este artículo, la pregunta maligna es: ¿De quién será la responsabilidad de las decisiones que se tomen a partir de los consejos recibidos de quienes asesoran de forma tan instintiva como un perro que va a buscar un trocito de madera?

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viernes, 23 de mayo de 2008

Dos que forman uno

Un personaje de la novelista Iris Murdoch expresaba: «Qué martirio amarlo tanto y no ser él».

Sin duda que ese pensamiento pocas veces se expresa pero tiene mucho de posible.

Por ejemplo, podría pensarse que algunos desentendimientos entre las personas surgen porque uno no percibe con claridad que el ser amado es otra persona distinta a sí mismo.

Es probable que muchos vínculos se basen en la creencia de que existe un único espíritu compartido por dos cuerpos.

Cuando surgen dudas sobre esta creencia, aparece el conflicto interpersonal donde las expresiones agresivas toman la energía de una desilusión ... que se racionaliza como si el otro hubiera hecho una traición imperdonable.

La sensación de conformar con el ser amado una unidad indivisibles está acompañada por el voto público que algunos se hacen sobre mantener la unión «hasta que la muerte los separe».

Esta forma de entender el vínculo tiene una gran ventaja: Si los integrantes de la pareja se comprometen a atenderse los deseos y las necesidades en forma cruzada, permitirá que cada uno pueda demandarle al otro por cualquier insatisfacción. Los argumentos podrán ser de orden ético, moral, legal y amoroso y será posible acusarlo aduciendo desinterés, negligencia, desamor, infidelidad.

Si cada uno se hiciera responsable de sus deseos y necesidades no habría a quien echarle la culpa por la propia infelicidad y esto es muy incómodo.

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jueves, 22 de mayo de 2008

Pene vaginal

Confieso que yo le creí aunque pensado serenamente tiene algo de novelesco o de película de acción y de bajo presupuesto.

Un conocido que trabaja en Santiago de Chile como analista me informó vía Messenger un éxito terapéutico muy divertido.

El paciente es uno de esos hombres que suelen hacer alarde de hombría y que a cualquiera le dejan la duda sobre porque hace tanta ostentación.

Su problemática recurrente tenía que ver con los familiares de la esposa quienes aparentemente tenían una fuerte vocación de parásitos.

Cada poco rato se ponía gotitas de un descongestivo nasal porque se le tapaba la nariz en el consultorio y cuando se disponía a dormir por la noche. Como si estuviera pidiendo permiso, decía «Se me tapó la nariz» y seguidamente se aplicaba el medicamento.

La anécdota de mi colega consistió en que un día algo le hizo pensar que aquel ritual tenía algo de homosexual y pensó que algunos temas le irritaban la mucosa nasal como si ésta fuera una vagina sexualmente excitada. Se suscitó el siguiente diálogo:

— Se me tapó la nariz —dijo el paciente una vez más.
— ¿Semen tapó la nariz? —preguntó el analista con criterio clínico.

Según dice mi respetable colega, el paciente comunicó días después que ya no necesitaba más el vasoconstrictor ni en la sesión de análisis ni a la hora de dormir.

Insisto: yo le creo... aunque reconozco que no es apto para racionalistas escépticos.

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miércoles, 21 de mayo de 2008

La neurosis salvadora

Cuando yo tenía unos veinte y pocos años, tuve una novia que se caracterizaba por tener muchos orgasmos. Al principio me dije: «No, no puede ser, está actuando». Después empecé a dudar de la duda y en una sesión muy intensa de aproximadamente una hora y media contabilicé 23 orgasmos y otra vez me volvió la suspicacia.

La historia se terminó de complicar con el film Cuando Harry conoció a Sally porque el orgasmo simulado de Meg Ryan lo dejó perplejo a Billy Crystal y a todos los que también nos creíamos muy inteligentes.

Pero detrás de estas proezas hay otro tema que es digno de ser compartido.

Hasta donde sé, las mujeres se quejan más que los hombres. Ellas son más quejosas. Demuestran estar más insatisfechas, más desconformes.

¿Por qué sucederá esto? La respuesta que tengo es que se queja más quien más deseo tiene.

Para mí las mujeres tienen un deseo más fuerte que los hombres y por eso en una sociedad que se administra con tantas limitaciones como la nuestra, están más expuestas a sentirse coartadas. A veces creo que para las mujeres más liberadas, la realidad les queda chica. Por eso cuando encontramos una mujer neurótica no corresponde pensar que está enferma sino que está compensando su frustración.

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martes, 20 de mayo de 2008

Rubia azabache

Los recursos aptos para mejorar la calidad de vida no responden al sentido común, ni a la lógica, ni al deber ser, ni a la razón. Responden al deseo humano que es notoriamente alocado.

Mi parte femenina (Fernanda) conoce bastante bien a mi parte masculina (Fernando) porque hace años que viven juntas y se llevan muy bien.

Para lograr este confortable matrimonio observo cómo Fernanda se comporta más bien como una rubia tonta aunque es muy inteligente.

Se comporta como si fuera ingenua porque Fernando se derrite de amor cuando ella lo espera y lo come a besos pero además le pide que por favor le abra la lata de duraznos en almíbar porque «estos aparatos fueron hecho por y para los hombres».

Cada vez que ellos tienen una ducha romántica, ella se sonroja porque nuevamente tiene que preguntarle cuál es la canilla del agua caliente y «¿para qué lado era que se abría?».

El disfruta sintiéndose superior, tolerante, indulgente y siente que tiene unos deseos desenfrenados de penetrarla una y mil veces.

Claro que cuando Fernando está enfermito, Fernanda se recicla y se convierte en una madre protectora y autoritaria hasta que él sane. A partir de ahí, ambos retoman sus roles habituales.

En este esquema, se supone que la comedia erótica se mantendrá divertida hasta que la muerte los separe.

El modelo también es aplicable a la pareja en la cual ambos roles están encarnados por dos personajes individuales.

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lunes, 19 de mayo de 2008

El deseo bajo fianza

Los seres humanos venimos luchando contra los poderosos que nos sojuzgan, que nos imponen sus leyes, que nos hacen trabajar en su beneficio. ¿Quién no se indignó alguna vez contra alguien que le impuso una obligación (padres, maestros, empleadores, gobernantes, médicos)?

Es posible pensar que nos estamos enojando con la persona equivocada. Culpamos a los detentadores de poder cuando en realidad al enemigo lo tenemos dentro de nosotros.

El deseo nos dice siempre qué tenemos que hacer, nos da órdenes pero como no da la cara (porque es inconciente), necesitamos orientar hacia alguien la furia que nos provoca sentirnos una marioneta, un esclavo.

Todos tenemos una relación muy ambivalente con nuestro deseo porque por un lado nos da energía para disfrutar las cosas lindas de la existencia pero por otro lado nos impone obligaciones desagradables.

Aunque parezca que lo bueno del deseo son los placeres que sugiere, también estos nos dan mucho miedo. Casi nadie se escapa al temor que nos produce el deseo cuando nos sentimos tentados a disfrutar de algo que promete ser deliciosamente agradable.

Por eso muchas personas que ingieren drogas no lo hacen para empezar a gozar con ellas sino para obtener el coraje necesario para dejarse tentar por el propio deseo, el que está dentro de nosotros, el que vivirá con nosotros hasta el último día.

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domingo, 18 de mayo de 2008

Sale con fritas

Analizante ♀ — … siempre me pasó lo mismo, con los malditos consejos de mi madre y de mi abuela me va sistemáticamente mal. Por hacerle caso a ellas no doy la “prueba de amor” que me han pedido los muchachos que se han cruzado en mi vida, y acá estoy, sola como un perro.

Analista ♀ — …

Analizante ♀ — Amilcar fue el más considerado. Realmente me tuvo una paciencia enorme pero claro, al final se terminó aburriendo como Sergio y Gustavo. Con William no me hago problema porque ese no me gustaba a mí. Pero siempre la misma historia: «No seas tonta nena, mirá que los hombres después que te usan te tiran. Asegurate que tengan buenas intenciones, que te amen».

Analista ♀ — …

Analizante ♀— También es cierto que yo nunca sentí lo mismo que sintió Silvia; esas ganas locas de desnudarse toda y ser poseída. María del Carmen dice que a ella también le pasa algo parecido a Silvia: le viene como una cosa en todo el cuerpo que ella termina tomando la iniciativa. En mi caso es diferente porque mi madre y mi abuela siempre creen tener la verdad de la milanesa.

(Largo silencio)

Cómo me hubiera gustado seguir estudiando biología. Me apasiona ese tema. Anoche me quedé hasta tardísimo mirando un documental en Discovery donde explicaban todo el proceso digestivo y alimentario. Fijate que ellos hicieron la comparación entre lo que le pasaría al cuerpo si le hicieran un injerto de carne de vaca, que el cuerpo lo rechazaría con miles de complicaciones y cómo, cuando se ingiere, el proceso digestivo lleva todo a las moléculas que componen esa carne para luego integrarse a tu cuerpo ya sea como parte del tejido óseo, el cardíaco, el tejido hepático. El injerto se rechaza pero la misma carne digerida se convierte en parte tuya. ¿Te das cuenta que maravillosa es la naturaleza? Ahora una parte mía o tuya, antes fueron una vaca.

Analizante ♀ — … ¿o sea que la «verdad de la milanesa» que antes fueron una madre o una abuela ahora son vos misma?

Analizante ♀ — ¿Qué me querés insinuar? ¿Que soy yo la que no quiere tener sexo y que ellas dos ya no tienen más nada que ver con lo que me pasa?

Analizante ♀ — Dejemos por acá.

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sábado, 17 de mayo de 2008

99% de analfabetismo

Cuando la semana pasada publiqué un artículo en el cual decía que el libro es un medio de comunicación que tiende a desaparecer pensé que iba a ser mejor recibido. Suponía que no lo iban a defender con tanto énfasis (al libro).

Sin embargo, nobleza obliga, les confieso que les mentí. Al menos en el sentido de que una verdad a medias es una mentira.

La mala noticia es que la humanidad está por arrancar de cero en un tema que parecía superado. Casi cuando estamos a punto de resolver el analfabetismo, nos encontramos con que la escritura está dejando de ser un vehículo idóneo para informar o transmitir conocimientos.

Efectivamente, lo que ahora se impone, lo que tiene audiencia, lo que mejor se entiende, lo que atrae más interesados es el soporte audiovisual: filmes, videoclips, dibujos animados, radio, teatro. Por el contrario, cada vez menos gente tiene la paciencia de leer. Agrego que el «analfabetismo funcional» es la pérdida (o atrofia) de la destreza lectora por falta de práctica y cada vez es más grande la cantidad de personas que tienen dificultad para leer porque les resulta pesado, aburrido y son demasiadas las palabras cuyo significado ya no recuerda.

Por lo tanto, si usted fuera un analfabeto y deseara aprender a escribir, quizá le convendría saltearse esta pérdida de tiempo y aprender a comunicarse por medio del cine, el teatro, la televisión o la radio.

Recuerde que yo se lo dije primero.

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viernes, 16 de mayo de 2008

Gimnasia sexual

Respeto mucho a los médicos, pero también a cualquier otro trabajador. Cada uno conoce su oficio y, por supuesto, es responsabilidad mía buscar hasta encontrar a los mejores, porque todos somos diferentes y algunos son mejores que otros.

Consulté al médico porque estaba sintiéndome un poco cansado. Luego de hacer la evaluaciones propias de la ciencia que él profesa, llegamos a la conclusión de que estoy teniendo una vida de escaso movimiento físico.

Es cierto, paso muchas horas frente a la computadora, hablando por teléfono o dialogando con personas en mi casa. Él sugirió caminatas intensas, indicando distancias a recorrer y cantidad de pasos por minuto.

Eso tuve que mezclarlo con mis propias creencias y fue así como surgió una idea que me está dando excelentes resultados. Rediseñé mi vida sexual.

Efectivamente, ahora procuro tener relaciones sexuales con una determinada intensidad, con cierta frecuencia semanal y con un mínimo de orgasmos por sesión.

El principal inconveniente que tuve que superar es la discreción de mi deporte porque para muchas personas esto no está bien por la sencilla razón de que están sometidos a ciertas creencias, prejuicios, dogmas y compromisos legales que prácticamente le tienen el pene envuelto en celofán y primorosamente atando con una cinta de raso.

Sé perfectamente que la función sexual está puesta en nuestra naturaleza para lograr la reproducción de la especie y esto lo evito con las barreras que el mercado me suministra a muy bajo precio, pero me consuelo pensando que el caminar con cierta energía también es una función puesta por nuestra naturaleza para desplazarnos con algún objetivo concreto (conseguir comida, traer agua, buscar leña, etc.) y que su práctica por prescripción médica también se saltea estas consideraciones tan básicas.

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jueves, 15 de mayo de 2008

Una brújula para la bruja

La convivencia depende en gran medida de que podamos complacer al otro haciendo por él/ella lo que le gusta y no haciendo lo que no le gusta.

A los hombres nos gusta ser superiores a la mujer en varios aspectos así como nos gusta que ellas sean superiores a nosotros en ciertos otros aspectos. Por ejemplo, queremos ser más fuertes físicamente, tener más don de mando, ser más agresivos y combativos, saber más de deportes, cómo hacer las compras más importantes (casa, auto, viajes largos), mecánica automotriz, política.

Nos gusta que las mujeres sean superiores a nosotros en belleza física, en los roles maternales (salud, alimentación, vestimenta, educación primaria), higiene y embellecimiento de la casa, cómo hacer las compras menos importantes (alimentos, ropa, consumos).

Resumiendo: Los varones queremos ser los amos del mundo y deseamos que las mujeres sean las amas del hogar que está dentro del mundo. Es fundamental entender que el hogar gobernado por las mujeres está dentro del mundo gobernado por los varones.

Esta descripción es muy genérica y admite miles de excepciones y aclaraciones pero tiene la virtud de señalar las pretensiones de la mitad (masculina) de la humanidad. Si se entiende esta idea (Atención: No estoy diciendo que esas pretensiones deban considerarse correctas, válidas, aceptables, éticas: Sólo digo que existen) es posible considerarla como un punto de referencia. Dada la desorientación que padecen las que se sienten frustradas porque no entienden al cónyuge, es un dato de inestimable valor.

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miércoles, 14 de mayo de 2008

A perfecto se lo llevaron preso

Como ya está muy visto y casi todo el mundo se da cuenta que cuando uno empieza a dar vueltas para hacer algo es porque no tiene ganas de hacerlo, entonces hay personas más disimuladas que dan un rodeo fácil, pero ingenioso y efectivo.

Consiste en adoptar una actitud perfeccionista.

Efectivamente, nuestros astutos evasores de la actividad (también llamados «vagos, indolentes, flojos, perezosos, apáticos, blandos, desganados, lentos, ociosos, inactivos, haraganes, holgazanes, remolones, zánganos, sobones, pencos, gandules») ¿qué hacen? Adoptan una actitud muy severa ante el desafío y elaboran un plan para que todo se haga a la perfección.

Habrá que tomar muchísimas precauciones, juntar muchos datos confiables, conseguir cantidad de herramientas, materiales, opiniones, recursos económicos, ir «despacio pero seguro», y otras medidas por el estilo.

¿Cuáles son sus fundamentos racionales? Muy fácil: si él no hace las cosas bien, no las hace. Descarta todo tipo de improvisación, de desprolijidades, de inseguridades, de baja calidad, de imperfección. Para reafirmar estos principios dorados seguramente adopta un gesto enérgico, parecido a un héroe de la patria en sus retratos más respetados.

Todos sabemos a dónde puede conducir todo este grandioso preparativo. Seguramente habrá que suspender el proyecto y encima quedarse con la idea de que uno es un mediocre porque apenas se conformaba con algo más sencillo, como para resolver el problema y nada más.

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martes, 13 de mayo de 2008

Conmoción estética

Un señor muy culto y amante de las bellas artes ha llegado a la convicción de que la vida vale la pena de ser vivida plenamente, que las postergaciones sólo son válidas en el marco de una estrategia razonable pero nunca son aceptables cuando se basan en la creencia de que la vida es eterna o en que las energías para disfrutar siempre estarán disponibles.

Nuestro personaje ya tiene ahorrada una pequeña fortuna y decide utilizar parte de ella en lograr un objetivo muy anhelado en los últimos años: Observar con todo el tiempo que desee las bellezas escultóricas y arquitectónicas que hay en el planeta. Los tiempos libres de este recorrido los utilizará para embelezarse con las obras pictóricas que encuentre en su recorrido.

Descubre que los principales destinos son Europa y Estados Unidos. Concurre a una agencia de viajes para confeccionar un presupuesto de cuáles habrán de ser sus gastos y empieza a planificar con toda prolijidad lo que será el proyecto más deseado de su vida.

Esta idea la comenta a sus familiares y amigos más cercanos obteniendo de todos una calurosa aprobación que lo estimula aún más a concretar el recorrido de esculturas, edificios y pinturas que más ha deseado ver directamente, sin la intermediación de las fotografías y las filmaciones con las que ha venido conformándose hasta ahora.

Un día concurre al supermercado de su barrio y queda petrificado cuando una nueva cajera tiene la cara más sublime que haya visto en su vida y en sus sueños más estimulantes. Consternado por tanta belleza, vuelve a su casa como un autómata y se deja caer en su sillón para tratar de recuperarse de este shock estético.

Cuando sale un poco de la conmoción, llama a su amigo más confidente y le cuenta lo sucedido. El amigo se queda mudo primero y después comienza a tranquilizarlo diciéndole que no puede ser, que no debe ser, que quizá sea una emoción transitoria, que no se olvide de su viaje alrededor del mundo.

Este señor acaba de enfrentarse a su inquietante deseo y nadie puede saber cómo seguirá esta maravillosa historia.

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lunes, 12 de mayo de 2008

Detector de mentiras

Es difícil, muy difícil, detectar cuando una persona miente. Aun no se ha inventado nada confiable.

Pero el psicoanálisis le puede hacer un pequeño aporte que es mejor que nada. Al menos por ahora. Seguramente luego vendrán otros aportes más y más significativos. ¡Ténganle fe!

Más de la mitad de la población mundial no tolera la verdad (cuando es desagradable) y es adicta a la esperanza. Si dos personas se presentan ante un auditorio, uno dando buenas noticias (falsas) de manera coherente, serena y seductora mientras que el otro se presenta para dar malas noticias (verdaderas) de manera coherente, serena y seductora, el auditorio ovacionará y abucheará respectivamente.

La realidad es mucho más desagradable que la ficción, la verdad es mucho más antipática que la mentira piadosa. Decir una verdad desagradable es políticamente incorrecto.

Para detectar quién mintió entonces, lo que tenemos que hacer es ver quien obtuvo más votos en cualquier elección. Ése seguramente mintió, dijo lo políticamente correcto, fue demogogo, diplomático o hipócrita.

Esto es así y no tiene vueltas. Cabe precisar sin embargo, que alguien que gana una elección recurriendo a todas estas acciones poco santas, podrá ser tanto un excelente gobernante como un pésimo gobernante. Él supo llegar al poder porque supo cómo conseguir votos. Lo que luego haga con el poder es otro asunto que depende de otros factores diferentes a si fue sincero o mentiroso.

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domingo, 11 de mayo de 2008

No trates de entenderlo

Cuando tenía apenas veinte y pocos años, tuve una experiencia que marcó el resto de mi vida. Amaneció en Solanas del Mar una mañana de cine. El sol entró por la ventana de mi dormitorio y me dio justo en la cara porque había olvidado correr las cortinas al dormirme.

Sentía hambre, me levanté medio dormida y cuando fui a abrir la heladera para comerme algún trozo de pizza que hubiera quedado de la reunión que hicieron mis padres con algunos vecinos, tuve la sensación de ser abrazada y que alguien muy confiable entraba dentro de mí como si fuera una carta que se desliza dentro de un sobre.

Me dio la orden de ensillar y de cabalgar por la playa. Mecánicamente me vi haciendo eso, el caballo de mi hermana resopló cuando pasé a su lado porque se lleva mejor conmigo que con ella y aprovechando que se había ido, decidí usárselo.

Salimos al paso hasta bajar a la playa y él decidió ir hacia el este. Con las riendas casi sueltas, comenzó caminando y luego empezó con su galope característico que se parece más bien a una alfombra mágica.

Aquel espíritu que había entrado en mí como si fuera una carta no se había hecho notar hasta que me ordenó aminorar la marcha. A lo lejos, recortado por el contraluz vi a otro jinete como si fuera una publicidad de Marlboro. Seguí avanzando al paso lento pero alegre de Zafiro y la figura empezó a bajar del médano como para interceptarnos.

Cuando finalmente llegamos al vértice de un imaginario ángulo recto, ambos caballo se detuvieron y la mujer me miró. Sentí que algo se me movía en el estómago, tuve un poquito de miedo aunque ella no parecía atemorizante.

Se bajó de su caballo gris y caminó hacia nosotros. Cuando llegó a donde nosotros estábamos, tendió los brazos como se le hace a un niño para alentarlo a caminar y me sentí impulsada a que mi cuerpo bajara. En sus ojos había una sonrisa y nos empezamos a abrazar sin salir del lugar. Sus manos masajeaban mi espalda y sentí que aquello que había entrado como una carta en un sobre, salía como si ya hubiera llegado al destinatario.

Esta mujer hoy es mi mejor amiga. Nos queremos y nos apoyamos tanto espiritual como materialmente. Aunque vivimos muy distantes una de la otra, hemos pasado por momentos de felicidad y de amargura y ella siempre estuvo en mí como eso tan hermoso que es una amiga.

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sábado, 10 de mayo de 2008

Líbranos del libro

El libro es un objeto poco menos que sagrado. Al menos para mucha gente influyente porque poseen grandes conocimientos, han desarrollado sus capacidades potenciales y han tenido oportunidad de aplicarlas.

La aplicación de esta sabiduría y estas destrezas ha venido acompañada del consiguiente poder de decisión sobre los destinos de la humanidad y sobre la administración de la riqueza disponible en el planeta.

Así puede vincularse entonces el objeto libro con las peripecias de nuestra especie. De más está decir cuán importante es este objeto.

Sin embargo habría que hacer algunas precisiones. Sólo dos para no aburrir.

1) Existen sabidurías de muchísimo valor desperdigadas por ahí, en la cabeza de otras tantas personas, que están irremediablemente perdidas porque con esa sola pequeña idea o conocimiento no se puede escribir, editar y difundir un libro.

2) Quien sí escribe un libro lo hace de una vez y para siempre, porque una vez que se imprimió y se vendió, ya no puede modificarlo. Por esta razón los escritores tienen que tomar enormes precauciones que les consumen muchos recursos y luego, no pueden cambiar de idea ... a pesar de que la realidad está cambiando en forma constante. O sea que, aún después de tomar tantos cuidados, nada garantiza que el libro contenga datos válidos en el momento de ser leído.

Por esto, creo que:

—Los libros están en vías de extinción y serán sustituidos por textos dinámicos e interactivos en Internet;
—El valor económico caerá totalmente, tendiendo a cero;
—Esas ideas sueltas también podrán ser conocidas, valoradas y sobre todo, aprovechadas.

viernes, 9 de mayo de 2008

«Me consume demasiado combustible»

Muchas personas creen que el psicoanálisis es un método investigativo de tipo policíaco, cuyas principales herramientas consisten en conocer lo que sucedió en la historia más remota del consultante para ir desenredando un gran nudo que es el causante de los motivos actuales de consulta.

Cuando se piensa así, no queda excluida la sensación de que los males actuales son causados por culpas pasadas y que, justamente, el método investigativo-policíaco lo que procura es encontrar ese crimen que el paciente cometió, que no recuerda cuál fue, que no sabe bien ante qué código moral, religioso o jurídico debe responder, y que todos los problemas actuales se resolverán cuando se descubra cuál es el crimen, cuál la sanción, cómo podrá realizar un minucioso arrepentimiento y expiación del delito o pecado.

Es todo muy coherente pero no es así. La idea del psicoanálisis es que la psiquis puede armarse de tal forma que algunas formas de gozar incluyen el dolor. Incluir el dolor no es que esté mal, pero si se puede lograr acceder a una buena calidad de vida sin dolor, todo sería más inteligente.

Realmente no importa mucho que la persona recuerde minuciosamente su infancia y todo lo que ocurrió después, sino que lo que interesa es descubrir cómo es la anatomía de su deseo, para lo cual el interesado en optimizar su ecuación de vida podrá hablar de su pasado, de su presente, de lo que imagina, de lo que se le ocurra, pero lo importante es que hable porque el analista está capacitado para ir diseñando la estructura de deseo y luego mejorar lo que haya para mejorar, por ejemplo, para que el analizante pueda gozar sin tener que padecer.

Al decir «lo importante es que hable» imaginé un mecánico capaz de saber por qué un vehículo consume combustible en exceso con solo escuchar el ruido que hace el motor.

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jueves, 8 de mayo de 2008

La sobrecarga emocional

Los seres humanos tenemos dificultades para mantener el equilibrio psíquico.

Por ejemplo, la proporcionalidad entre la molestia recibida y la descarga de energía que uno hace para detener al agente molesto es muy difícil de lograr. Si alguien se siente picado por un mosquito quizá se propine un manotazo que sería suficiente para aplastar un ave.

Cuando el fenómeno se ve desde afuera es posible evaluarlo con racionalidad pero cuando el fenómeno se ve desde adentro es imposible evaluarlo con racionalidad.

La señora ya le dijo cuatro veces a su esposo que no camine sobre el piso recién lustrado sin usar los patines de fieltro. La quinta vez que el señor realiza esa caminata con descuido, la señora toma entre sus manos el jarrón que les regaló su suegra y lo lanza sobre la araña de infinitos caireles que les regaló su cuñada. ¿Se trata acaso de un episodio de psicosis agitada? Quizá no.

Retomo algo que ya mencioné en otro artículo: Dios condenó a TODA la humanidad a ganarse el pan con el sudor de la frente del hombre y a parir con dolor porque Eva se comió una manzana fuera del menú permitido en el paraíso.

En suma: la proporcionalidad entre la acción y la reacción es un concepto ideal, teórico, legal, moral, ético pero inhumano.

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miércoles, 7 de mayo de 2008

El sistema planetario interpersonal

En el intento de encontrar puntos de vista diferentes para entender esta existencia y ver hasta donde podemos agregarle calidad de vida, les propongo otra sugerencia bastante interesante.

La idea consiste en tomar como dato definitorio de «perfección humana» el simple hecho de conservar la vida. Si una persona está viva, está equilibrada, compensada. Dejamos de lado ciertas condiciones de vida como por ejemplo si está postrado en una cama o si es un deportista de alto rendimiento. Propongo partir de un supuesto mínimo: Quien está con vida, está en un punto de equilibrio. La falta de equilibrio es la muerte.

Si ubicamos en este punto el criterio de equilibrio, podríamos decir que todos los seres vivos son perfectos, aludiendo a que están «en perfecto equilibrio».

Este punto de partida es legítimo así que podemos instalarnos en él para pasar al segundo punto interesante.

Éste consiste en determinar que lo que hacen los seres vivos puede afectarme de alguna manera o no. Pueden perjudicarme o beneficiarme. Cuando observamos a los semejantes desde el punto de vista de nuestra conveniencia, cambiamos de actitud. Antes los observábamos objetivamente pero ahora los observamos subjetivamente.

Teniendo en cuenta las consideraciones expuestas hasta aquí, la observación subjetiva podría expresarse por ejemplo así: «Fulano es perfecto (porque tiene vida) pero el ladrido de su perro no me deja dormir».

Con esta mentalidad las cosas se encararían de otra manera muy diferente. Trataríamos de modificar un problema acústico que nos afecta y no como hacemos ahora que tratamos de alterar algo (la conducta o forma de ser del vecino) que está funcionando en armonía lo cual cuenta con las mismas resistencias que tendría quien quisiera modificar el equilibrio gravitacional que conservan los planetas y el sol desde hace millones de años.

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martes, 6 de mayo de 2008

Busco escribano sádico

Si tenemos la convicción de que no se puede ganar dinero si no es con sacrificio, a la corta o a la larga nuestro trabajo comenzará a resentirse porque a disgusto se puede estar un tiempo pero no demasiado.

Cuando la fuente de ingresos no es divertida, cuando la tarea no tiene algún componente lúdico, cuando en esa área de nuestra vida no la pasamos bien, la productividad caerá irremediablemente.

Sé que es difícil de creer, pero existe la convicción de que lo mejor es pasar mal trabajando para que uno le demuestre a todos y a sí mismo que es trabajador. Imagínese diciéndole a sus conocidos que se divierte muchísimo cuando trabaja. O que desearía quedarse un rato más porque está pasándola divinamente bien. O que está deseando que llegue el lunes y que lamenta que haya llegado el viernes.

Excepto ese pequeño grupo de los masoquistas, la mayoría de los seres humanos obtienen de la diversión su mejor energía. Si quiere realmente progresar y estar mejor, tiene que evitar las tareas que le exigen esfuerzos de voluntad y debería buscar tareas que le den mucha satisfacción. No es un deseo infantil de jugar, es que el insumo «energía» es imprescindible y si a usted le escasea o le sale demasiado caro, no hay producción que salga adelante con una ecuación deficitaria.

Si asumió algún extraño compromiso con alguien que no sabe bien quién es, por el cual está obligado a ser una persona permanentemente sacrificada y que sólo se divertirá excepcionalmente porque para ser responsable hay que estar siempre serio, preocupado, quedar extenuado, amargarse, conseguirse alguna úlcera si fuera posible, trate de ubicar quién fue ese sádico y plantéele de recontratar su actitud frente a la vida, salvo que usted pertenezca al selecto grupo de los masoquistas. En este caso no tiene nada para recontratar.

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lunes, 5 de mayo de 2008

El deseo inapelable

El deseo de un ser humano es la presión interior que recibe para hacer ciertas cosas y que generalmente termina haciendo. Quizá debí decir: siempre termina haciendo, excepto que las condiciones exteriores se lo impidan.

Ese motor del que estamos dotados funciona siempre que estemos vivos. Después deja de funcionar. O porque deja de funcionar es que morimos. Realmente no sé si algo de esto sucede primero, si alguno es consecuencia del otro, si son simultáneos. Sólo sé que el deseo está y que, empuja, incentiva, promueve, estimula, nos conmina a realizar ciertas acciones.

Muchas personas no están enteradas de que en realidad están motorizadas por más de un deseo. Al propio –infaltable- se le agregan: el de la madre, el del padre, el del maestro, el del profesor, el del cónyuge, el del gobierno, el de los organismos internacionales de crédito y un extenso etcétera.

Si la persona no se da cuenta cómo lo están empujando a realizar ciertas cosas, no se entera que su cuerpo está siendo usado para dar curso a deseos ajenos. Algo parecido a la esclavitud pero mucho más disimulado.

A veces esas personas se sienten excesivamente cansadas, doloridas, desmotivadas, extrañas consigo mismas y ésta puede ser una explicación muy válida. Así como en algunas ciudades hay robo de energía eléctrica, de impulsos telefónicos, de gas por cañería, de señal de televisión por cable, de agua potable sin que los que la pagan se den cuenta que están pagando el consumo de otros, muchas veces sucede que nuestro cuerpo está siendo usado para dar curso al deseo de otras personas y eso nos produce una pérdida que la sentimos pero no la registramos. La padecemos sin darnos cuenta.

Ejemplos aclaratorios: Estudiamos medicina porque es el deseo de papá, nos vestimos con ropa oscura porque es el deseo de mamá, votamos al partido XX porque es el predilecto del profesor de filosofía, vamos los domingos a visitar a un par de ancianos aburridos porque es el deseo de nuestro cónyuge, y así, otro extenso etcétera.

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domingo, 4 de mayo de 2008

Swinger si, incestuoso no

Una tarde de verano con mucha lluvia estábamos encerrados en nuestra casa del Balneario Las Gaviotas y no tuvimos mejor cosa que hacer que jugar al juego de la verdad.

No estoy seguro pero creo que el único que estaba a disgusto con esta propuesta era yo, pero no dije nada porque me sentía en minoría y porque estábamos tan aburridos que en cualquier momento se produciría algún estallido de malhumor de consecuencias irreversibles.

Fue gracias a este cruel juego de salón que terminé de entender qué es un dilema. En determinado momento a alguien se le ocurrió preguntarle a mi madre: Si estás en un naufragio y sólo podés salvar a uno solo de tus hijos, ¿a cuál salvarías, a Miguel o a Rosana?

Ahí se terminó el juego porque mi madre se puso muy nerviosa, casi gritando amonestó al de la pregunta y terminamos jugando al fútbol en la calle y bajo agua.

Prefiero no considerar que ella tenía una respuesta para dar porque para mí que siempre prefirió a mi hermana por ser más compradora que yo, sin embargo me quedó como moraleja que existen alternativas que no son opcionales y que su resolución sólo se logra a costa de algún renunciamiento.

Rosana se terminó casando con un egipcio con quien se fue a vivir a Panamá y ahí nos quedamos mi mamá y yo viviendo en aquel caserón del barrio La Providencia.

El dilema se me planteó cuando quisimos vivir juntos con mi novia. ¿Nos íbamos a vivir dejando sola a mi madre o nos acomodábamos en alguna parte de la casa para vivir todos juntos?

A pesar de no ser su hijo preferido opté por la solución más humanitaria hasta que las conversaciones íntimas con mi novia tuvieron que tocar el espinoso tema de que nuestra convivencia había entrado en una escalada de inconvenientes, malestares, agresiones, peleas, gritos, portazos, mutismos y hasta algún empujón inconcebible.

Imaginando aquel frustrado juego de la verdad, la pregunta inconveniente ahora habría sido: Si quieres formar una familia con tu novia, ¿dejarías a tu madre sola viviendo en un caserón lleno de recuerdos?

Mi respuesta ahora que sé lo que es convivir entre los tres es un categórico SI.

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sábado, 3 de mayo de 2008

Apoyemos a quien menos lo necesite

Los bancos le prestan dinero a los que tienen dinero y no le prestan a quienes realmente lo necesitan.

Dicho así suena paradójico, injusto y hasta perverso.

La palabra clave para desarmar la paradoja es el verbo «prestar».

Aunque parezca poco creíble este concepto está prendido con alfileres, inclusive en gente que tiene un amplio conocimiento del idioma.

Una persona para que pueda recibir un préstamo (ser sujeto de crédito) debe poseer la suficiente solvencia como para asegurarle a quien le prestó que es casi imposible que no lo devuelva.

Una de la condiciones más importantes es la voluntad de pago que tenga una persona. Muchos necesitados de dinero consideran que el que presta tiene mucho y si tiene mucho no necesita tanto que se lo devuelvan porque si no se lo devuelven igual tiene otros recursos para seguir viviendo y pueden preguntarse «¿Qué problema puede tener un banco si yo no le devuelvo el préstamo? ¿Acaso va a quebrar por eso? Sin embargo para mi pagarlo es un sacrificio enorme y eso no es justo. El mío sería un esfuerzo innecesario ¿Para qué hacerlo entonces?»

Si un banquero detecta que el que pide un préstamo puede poseer este criterio de justicia distributiva, seguramente resolverá que esa persona no puede ser jamás un «sujeto de crédito» porque no conoce cómo funciona el sistema. Lo comparo con una rentadora de autos que nunca podría alquilarle un vehículo a alguien que no poseyera licencia para conducir.

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viernes, 2 de mayo de 2008

Luto

Confieso que lamento que exista un día de los trabajadores porque eso me da la pauta de que todos los demás días no lo son y además que ellos, al conmemorarlo, están de acuerdo con este estado de cosas.

Si la fecha se eligió como evocación de «los mártires de Chicago» entonces también debo pensar que los trabajadores no la pasan bien trabajando y que el hecho de pertenecer a la clase obrera los convierte en víctimas de algo o de alguien.

Son todas malas noticias para mi forma de ver. También me apena que exista un día de la mujer y así sucesivamente con todos los «el días de».

Expreso mi más sentido pésame.

jueves, 1 de mayo de 2008

Busco raptor con buenas intenciones

Cuando les digo que el “sentido común” no existe, por algo se los digo.

Releyendo archivos me encontré nuevamente con unas pocas líneas referidos al «efecto Estocolmo».

Esta denominación surgió cuando en una toma de rehenes que duró 5 días, uno de los asaltantes al banco de Estocolmo donde sucedió el hecho, terminó casándose con una de las víctimas.

Es bastante conocida la sentencia popular que dice: «cuando no puedas vencer a tu enemigo, únetele».

En las fantasías de muchas mujeres está el rapto. Quizá Olivia, si no fuera por los esfuerzos que hace Popeye con su ingesta de espinacas, ya se habría ido con Brutus.

En las fantasías de los hombres también está el rapto cuando ve que las técnicas de seducción no dan el resultado esperado. Pero la legislación es un freezer que congela cualquier intento romántico y verdaderamente varonil. La cultura termina disolviendo las diferencias entre los géneros y quitándole pasión a lo único que probablemente valga la pena de ser vivido: La conservación de la especie por los métodos tradicionales.

Nota: El artículo que reencontré aún está en la web en http://www.clarin.com/diario/2002/11/02/s-02904.htm .

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