martes, 17 de marzo de 2009

Quiero que repare los frenos y la gastritis

Hace unos pocos días publiqué dos artículos: La esclavitud popular y La queja existe sólo si da ganancias en los que el tema central es la queja y el uso abusivo que algunas personas pretenden hacer de otras (sin olvidarnos que las personas abusadas suelen colaborar para que esto suceda).

Algunos lectores han comentado en el blog y también me han dicho de diversas formas que hay personas que es cierto que se quejan en una actitud dependiente pero que simultáneamente tienen la responsabilidad de procurarse ayuda profesional (con la medicina, con la psicología).

Esto merece hacer una precisión. Hay dos maneras de buscar asistencia profesional.

1) El consultante va al profesional para que le solucionen el problema. De hecho lo que hace es quejarse con alguien que le cobrará para darle una solución. No está tan mal como quien pretende que lo atiendan honorariamente, pero hay una posibilidad aún mejor que es

2) El consultante va al profesional sólo para que lo asesore, para que lo informe, para que lo ayude a pensar sobre cómo resolver el problema por sí mismo. En este caso no existe la queja sino que se trata de una compra de información.

Comentario: La segunda opción parece mucho más exigente que la anterior pero está comprobado que es la que a mediano plazo logra los mejores resultados. La primera no deja de ser una actitud dependiente, subordinada, irresponsable. A veces parecería ser como si el enfermo le entregara al médico el cuerpo enfermo para que se lo devuelva cuando lo haya arreglado (como si fuera un automóvil que se deja al mecánico).

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18 comentarios:

Anónimo dijo...

La medicina no está organizada para que los pacientes vengan a asesorarse. Por lo menos en las mutuales que yo conozco. Quizá en algún sanatorio muy caro, los médicos sean subordinados de los pacientes.

Anónimo dijo...

Es demasiado exigente señor Mieres. Así no es posible seguirlo. Quién tiene tanta disciplina como para encargarse de todo lo que la vida nos impone? Quizá ni usted mismo lo sea.

Anónimo dijo...

Soy médico jubilado y debo decir que mucha gente nos critica porque actuamos como si fuéramos Dios, sin saber que son ellos lo que pretenden eso de nosotros.

Anónimo dijo...

La salud es un derecho pero también una obligación. El estado debe hacer lo posible para que no hayan enfermedades dentro del territorio, pero está facultado para exigirnos a cada uno la mayor responsabilidad sobre nuestro propio cuidado.

Anónimo dijo...

Cuidarse la salud es una responsabilidad como otras, hay que asumirla nada más y nada menos.
Los técnicos están para diagnosticar y asesorar.

Anónimo dijo...

Cuando estoy en tratamiento piscológico (y he pasado por varios) tiendo a hacer lo que el psicólogo sugiere. Después me doy cuenta de que para mí es más importante agradar que beneficiarme. Puede suceder que lo más beneficioso para mí sea agradar. Esto es muy grave y necesita urgente revisión.

Anónimo dijo...

Al médico no le entrego nada. Lo miro de soslayo y siempre desconfío. Soy reticente con la información. Trato de entender por dónde viene la mano. Averiguo lo que me sirve. Hago lo que yo quiero.

Anónimo dijo...

Los médicos a menudo se comportan como grandes solucionadores de problemas. En realidad deberían poner su energía en hacernos entender que tenemos un problema.

Anónimo dijo...

Reconozco que me dejo estar mucho para ir al médico, por eso trato de no quejarme para que no me digan "¡cuando vas a ir a consultar!"

Anónimo dijo...

El médico me dijo que debería hacer ejercicio porque es muy bueno. Como todo el mundo sabe por que es bueno hacer ejercicio, no me animé a preguntarle. Lo cierto es que en realidad no estoy demasiado convencida, pero no tiene lógica, deben ser trampas que me hago.

Anónimo dijo...

Para la gastritis, mejor que la queja es la carqueja (en realidad no sé, busqué la rima)

Anónimo dijo...

Muchos abusan de mí. Debería enfocar esta tendencia hacia la búsqueda del placer.

Anónimo dijo...

Me gustaría que existieran shopping para hacer reparaciones, lugares donde puedas solucionar todo en el momento sin pedir hora ni hacer colas, como quien va a comprar un par de sandalias. Se imaginan:
-¿En qué la puedo ayudar?
_Necesito embellecerme y quitarme la angustia
_Voy a llamar a la sucursal...Sí señora ¿le parece que se lo enviémos a domicilio?
_Estoy en la mañana
_Muy bien ¿precisaba algo más?
_Bueno, la verdad que no me vendría nada mal un novio.
_Pase por aquí que le muestro.

Anónimo dijo...

¿Y no vale buscar al profesional en la Guía?

Anónimo dijo...

Mi cuerpo ya no tiene arreglo. Sólo creo en la redención de mi alma.

Anónimo dijo...

¡Qué caro venden la información los psicólogos! Para ser honesta, no son los únicos. Todos los profesionales están por las nubes.

Anónimo dijo...

mis lectores me han comentado y me han hecho saber de distintas formas que sólo me leen obligados en el liceo.

Anónimo dijo...

Cuando necesito asistencia profesional llamo a los viejos, consigo la plata y pido que me recomienden.