viernes, 13 de marzo de 2009

La esclavitud popular

El pasaje de la niñez a la adultez es muy molesto para la mayoría de las personas. En general se realiza a costa de molestas desventajas.

A este pasaje me lo imagino como aquel momento de la historia de los Estados Unidos en el que Abraham Lincoln abolió la esclavitud (1863).

Ciento treinta años después la Asamblea General de la ONU determinó que todos los dos de diciembre se reafirme con distintos actos aquella abolición, por la simple razón de que no termina de hacerse efectiva.

Me parece que el problema está en que los primeros años de bienestar en los que somos atendidos por «esclavos de lujo» (mamá y papá), no se abandonan así no más.

¿Cómo detectamos a estas personas que aún continúan siendo esclavistas?

Es fácil: aquellos que se quejan de sus malestares están repitiendo el modelo infantil y tratan de que alguien sienta lástima y ocupe el lugar vacante de los padres. La queja es la versión adulta del llanto.

Estas personas dicen que no pueden, que no tienen dinero, que no tienen tiempo, que hacen todo lo posible por solucionar responsablemente sus dificultades.

La trata de personas (prostitución, trabajo infantil, tráfico de emigrantes) es sólo la manifestación más descarada e inescrupulosa de algo que con aparente ingenuidad pretenden hacer los quejosos que nos rodean.

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20 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada de acusarno doc. Mi madre y la de mis amigos INSISTEN en hacernos cosas. Yo no quiero que me lave la ropa y ella me pelea para seguir haciéndolo. Así que bajemos un poco la pelota: ellas piden para ayudar.

Anónimo dijo...

Hoy idolatran a Lincoln, sobre todo Obama, pero cuando le tocó gobernar primero lo odiaron y después lo asesinaron de un tiro en la cabeza. No hace mucho reabrieron el teatro donde lo mataron.

Anónimo dijo...

Al principio me fastidiaba un poco su excesiva agresividad para con los lectores, pero ahora no tomo nada como personal y le saco ventaja de lo útil que pueda ser ver las cosas desde un punto de vista diferente.

Anónimo dijo...

Usted dirá lo que quiera, pero hay gente que se complace y enorgullece cuando le piden ayuda. Sería un egoísmo no hacerlo, además de una tontería perderse esa oportunidad.

Anónimo dijo...

A mi demen un poco de comer y no me pidan que piense. A cambio de esto, hago lo que me pidan. Soy así. Ya sé que no es lo mejor, pero repito: Soy así.

Anónimo dijo...

Hasta ahora nunca había entendido a mi madre: siempre se estaba ofreciendo para hacer todo, y luego se quejaba de que estaba cansada.

Anónimo dijo...

En líneas generales estoy de acuerdo con su planteo. De todos modos pienso que no debemos olvidar la importante función que cumple el lenguaje como medio de comunicación. Las ansiedades, los miedos, la tristeza, se hacen más sobrellevables al ser compartidas con otros. En este caso comuncar es una búsqueda sana de alivio. Entiendo que ud se refiere a las personas que constantemente están quejándose y ahí estoy de acuerdo con ud.

Anónimo dijo...

Mi tía se pasa quejando todo el día y lo que hace para que las quejas le rindan, es unir las quejas que van desde el año 0 de su existencia hasta la actualidad.
Una vez me agarró distraída diciéndome que le habían robado y resulta que se refería a un hurto que sufrió hace 6 meses.

Anónimo dijo...

Los quejosos rara vez alcanzan su objetivo. Al final quienes los rodean se aburren y se quedan cada vez más solos. Llega un momento en que parte de las quejas sean quizás justificadas, pero ya nadie quiere oírlos ni prestarles una mano. Son personas que se dañan a sí mismas sin saberlo. Los que esclavizan, en cambio, saben muy bien lo que hacen y obtienen realmente un beneficio.

Anónimo dijo...

Nunca quise crecer ni formar parte del mundo adulto. Evalué que es mucho más lo que pierdo que lo que gano. Sé que a algunos les causo fastidio, pero otros me ven con simpatía. Claro, yo no soy quejoso. Digamos que soy un adulto con espíritu juguetón que no acepta las reglas enfermas de un mundo enfermo.

Anónimo dijo...

Pensar que en la adolescencia la mayoría de las niñas se ponen tan lindas! Ellas en cambio, están llenas de vergüenzas y complejos. Tienen un tesoro inmenso de juventud, salud, energía y belleza que no están en condiciones de poder apreciar.

Anónimo dijo...

MENTIRA QUE LOS NIÑOS NO TRABAJAN.
LOS OBLIGAN A IR A LA ESCUELA.

Anónimo dijo...

Algunos se quejan para disimular que les va muy bien porque le tienen miedo a la envidia.

Anónimo dijo...

cuando realmente no se puede uno abandona el barco.
quejarse no sirve de nada.

Anónimo dijo...

Para mi abuela, la parte linda de una reunión es servirnos a todos, porque a ella no le interesan los temas de los que hablamos nosotros.

Anónimo dijo...

Quejarse de que no se tiene dinero es más propio de la clase media que de la clase baja.

Anónimo dijo...

El comienzo de la adultez fue la etapa más feliz de mi vida. Tenía libertad y todo el futuro para proyectarme. Tenía una barra de amigos y todavía no se había muerto ninguno de ellos.

Anónimo dijo...

Las esclavas por partida doble somos las mujeres.
No nos podemos quejar. Nosotras mismas lo elegimos. Al hecho, pecho!

Anónimo dijo...

Por qué no hacen la conmemoración el día de los muertos. Esclavo y muerto es más o menos lo mismo.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con Hugo. El esclavo rebelde no está muerto, el que lucha por su libertad tampoco. Ni siquiera el que baja los brazos y sólo sobrevive, porque ese, a pesar de todo, eligió la vida.