sábado, 14 de marzo de 2009

La queja existe sólo si da ganancias

El cachorro humano, al igual que otros, aprende copiando lo que observa de sus semejantes.

Lo más cercano que tenemos para imitar son nuestros familiares (madre, padre, hermanos), le siguen los personajes de la televisión, los amigos, los compañeros del colegio, etc.

Esta forma de aprender para convertirnos en adultos autosuficientes, incluye características y situaciones ya mencionadas y que ahora

RESUMO:

La (¿mala?) costumbre de auto-observarnos y compararnos cruelmente con un modelo ideal para luego criticarnos duramente (ver Soy peor que perfecto ), tiene como uno de sus logros que pasemos mal, que estemos desconformes, que sintamos culpa, que estemos casi continuamente cumpliendo una penitencia auto-impuesta.

También nos debilita el sentir que nuestra psiquis parece compuesta por diferentes personas peleadas entre sí (una observa, juzga y condena, otra se defiende, es condenada y padece recriminaciones, otra piensa ¿y por qué todo esto? ¿qué sentido tiene?).( Ver ¡Unidos venceríamos! )

Como digo en el artículo de ayer La esclavitud popular, estas vicisitudes pueden enfrentarse responsablemente para disminuir sus efectos indeseables hasta donde sea posible, o por el contrario, podemos seguir pensando que aún nos dará resultado el quejarnos como cuando llorando lográbamos que nuestros padres acudieran en nuestro auxilio.

Lo que determina si seguimos llorando o buscamos soluciones genuinas depende de cuan bien pasemos imaginando que aún somos niños en comparación con las molestias que esto nos causa. Mientras sea mejor quejarnos, así lo haremos. Cuando quejarnos sea realmente inconveniente, dejaremos de hacerlo sin lugar a dudas.

●●●

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Si no entiendo mal, usted al final afirma que las personas se quejan durante todo el tiempo que alguien les permite beneficiarse con la queja.

Entonces los culpables de que hayan quejosos siempre somos dos.

Anónimo dijo...

Cuando una es débil y no puede resistir los reclamos de un ser querido, es humanamente imposible no atenderlos y por eso no es culpa nuestra el seguir alentando esa mala costumbre: No podemos dominarla.

Anónimo dijo...

En las luchas sindicales mucho depende del gradualismo de las conquistas. Los afiliados y los patrones deben percibir que la queja rinde. Cuando se instala esta sensación, la combatividad aumenta de un lado y disminuye del otro.

Anónimo dijo...

Este grupo de manifestantes está siendo visto con buenos ojos por un grupo de gays. No son agresivos: son seductores.

Anónimo dijo...

En Santiago del EStero decimos: "La culpa no es del chancho sino de quien le rasca el lomo".

Anónimo dijo...

¡Ja! ¡Lo único que faltaba! Además de pedigüeños, groseros...!

Anónimo dijo...

Para curar a un quejoso habría que encerrarlo en una celda con otro quejoso. Seguro que al final se terminan matando a palos, porque el quejoso sólo existe en relación a un "pacientoso"

Anónimo dijo...

En algunos comercios o instituciones hay buzones de quejas.
Dicen los modernos empresarios que una queja es una oportunidad de mejora.

Anónimo dijo...

Me crié en un hogar para huérfanos. La cosa no era llorar y que te atendieran, mas bien que era al revés. Yo nunca me quejo, cuando algo me molesta actúo.

Anónimo dijo...

La queja es un modo de presión. El que la recibe puede acostumbrarse a vivir bajo presión, tomarse los vientos, aguantar hasta que un día explota o negociar. Casi siempre creo que negociamos, sobre todo cuando las quejas son encubiertas, porque la queja directa y constante atrae al portazo.

Anónimo dijo...

Imitar a mis modelos más cercanos me está matando. Necesito un cambio de ambiente.

Anónimo dijo...

Sería por eso de querer anular la queja, que cuando no quería sopa "dos platos". Unos crueles mis padres.

Anónimo dijo...

En mi familia son todos muy distintos. El psicólogo dice que soy tan rígida porque de lo contrario mi personalidad se disociaría como un delta.

Anónimo dijo...

La oposición siempre se queja pero no siempre gana.

Anónimo dijo...

Cuando me auto-observo quedo pasmado ante mi perfección y belleza, mis dones, gracia e inteligencia. El último con el que me pelearía sería conmigo mismo.

Anónimo dijo...

Nosotros pensamos que unidos venceríamos y emepezamos a juntar gentes de cien mil raleas. Sólo nos funciona para festejar la noche de San Juan, el resto del tiempo somos ingobernables.

Anónimo dijo...

El cachorro humano antes de ponerse a copiar da tantas vueltas que recién empieza a caminar con sus propias piernas alrededor de los 30.

Anónimo dijo...

A nosotros se nos pegan las malas costumbres, las malas palabras, los malos ejemplos y sobre todo las malas mujeres.

Anónimo dijo...

¿Es lo mismo imitar a los compañeros del colegio que a los de la escuela?

Anónimo dijo...

Cuando debo cumplir una penitencia auto-impuesta, me saco la mufa haciendo carretera.

Anónimo dijo...

Prefiero seguir llorando a separarme del hijo de puta de mi marido. No soy ninguna idiota! Cree que voy a ir de guatemala a guatepeor!

Anónimo dijo...

Acostumbro usar un palo de ébano, tanto para criticarme duramente como para entrar al reino de los cielos.