lunes, 30 de marzo de 2009

El periodismo nos cuida

Este artículo intenta vincular el aumento de hechos violentos que se verifican en muchos países y el periodismo.

El instinto de conservación está presente en todas las especies, no solamente en la nuestra.

Ese instinto se manifiesta porque cuando un ejemplar está en peligro, algo hace (grita, huye, emite algún olor) como para que los demás se pongan en estado de alerta.

Los humanos tenemos formas de comunicarnos bastante sofisticadas si nos comparamos con el resto de los terrícolas. Más aún, tenemos personas especializadas que trabajan todo el día informándonos.

Es propio de nuestro instinto de conservación que cuando alguien está enterado de que existe un peligro para los humanos, nos demos la voz de alarma. Todos reaccionamos instintivamente de esta forma.

Probablemente los periodistas sean los primeros en hacerlo, pero luego la noticia se expande porque así funcionamos naturalmente, como a su modo lo hacen las demás especies zoológicas.

Cuando digo «nos damos la voz de alarma» soy literal al máximo porque —quienes las posean—, acudirán al-arma para defenderse mejor. La palabra proviene precisamente del vocabulario militar.

Resumo: El instinto de conservación de la especie nos lleva a que tengamos gente dedicada a monitorear el escenario para que nos avise en cuanto algo nos ponga en peligro (medios de comunicación y periodistas, es decir, vigías). El nerviosismo que nos producen sus noticias puede provocar hechos de violencia trágicos porque muchas personas poseen un arma que podrán usar con escasa destreza y en un estado emocional alterado.

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18 comentarios:

Ricardo Azambuya dijo...

Es probable que usted esté defendiendo a los periodistas muy disimuladamente, pero también es verdad que ellos, con tal de ganarse una primicia y aumentar el maldito rating, igual generan una conmoción como hizo Orson Wells.

Petrona dijo...

Tendría que aprender a usar el arma que me compré pero nunca me llega el momento y además no sé adonde enseñan.

Doris Night dijo...

Por esto es que en los cines todas las veces ponen la placa de que en caso de incendio, todos salgan SIN CORRER por la puerta más cercana.

Espero no estar nunca en uno, porque la avalancha debe ser peor que el fuego y el humo.

Víctor M. dijo...

Interesante teoría.

Omar Nogueira dijo...

La intención de matar al mensajero es más vieja que la espalda.

Amalia Cuestas dijo...

Entre mis conocidos hay gente fanática de los informativos y otros que tienen por regla no verlos nunca. Supongo que es porque decodificamos de distinta manera las señales de alarma.

Hugo F. dijo...

En nuestro país (Uruguay) es obligatoria la instrucción en el uso del arma que se ha adquirido por vías legales.

Mirna López dijo...

Tener armas en casa sólo complica más las cosas. Aunque se aprenda a utilizar el arma, quien no está acostumbrado a usarla y debe hacerlo en una situación inesperada, está ante un grave riesgo.

Rodrigo Sosa dijo...

Vivimos en estado de alarma, hemos perdido calidad de vida.

Carlos dijo...

Es fundamental tener la opción de informarse, no sé hasta dónde es cierto que la crónica policial estimula el delito.

Máximo G. dijo...

El tema es que los periodistas nos avisan después de sucedido el hecho. No es información que nos sirva de manera directa para prevenir.

Amalia dijo...

Otra vinculación entre hechos violentos y el periodismo, es que los mismos periodistas a veces son bastante violentos.

Laura Porley dijo...

Me gustaría tener un método de defensa tan sofisticado como el del camaleón.

Paolo Montero dijo...

El estado de alarma se va generalizando cuando una persona cercana a nosotros es víctima de un hecho trágico.

Clarisa dijo...

Vivimos en peligro, desgraciadamente no puede ser de otro modo y no hay mucho que pueda hacerse.

robert dijo...

si está en contra de la tenencia de armas dígalo de una.

Natalia Herrera dijo...

¡Qué interesantes estas cuestiones del idioma!

Mª Eugenia dijo...

¿Es cierto que el miedo tiene olor?