Aunque insisto en que ir al origen de los vocablos no es una prueba concluyente sobre el significado que le damos actualmente, no dejo de divertirme con algunas anécdotas.
En todo grupo humano hay roles asignados y asumidos. Está el que se las sabe todas, está el preguntón, el distraído, el más vago, el responsable, el zafado, el serio, el adulón del jefe, el ingenuo, etc. La fauna es muy variada y en cada lugar y circunstancia el grupo —a requerimiento de una cierta composición que necesita tener para ser operativo—, se integra con personas que toman los roles que hagan falta.
Todos habrán observado cómo un chico (o chica), en el colegio tiene una cierta forma de comportarse, en la casa otra, en la casa de los amigos otra, en la casa de los abuelos otra. Estas transformaciones son adaptativas y pasan desapercibidas precisamente por lo normales que a todos nos parecen.
Cuando el rol que nos asignan es saludable, está todo bien y no da lugar a mayores comentarios, pero cuando el rol que nos asignan es enfermante, ahí sí que tenemos un problema.
A veces hace falta un chivo expiatorio, alguien que siempre termina siendo el culpable de todo y no es extraño que éste no pueda evitar asumir ese rol. Queda atrapado en una especie de chantaje del cual nadie es culpable pero el hecho es que el pobre chivo expiatorio siempre termina pagando los platos rotos.
Si será viejo esto que en la antigua Grecia había un personaje que funcionaba como lo que hoy llamamos chivo expiatorio, que cargaba con todas las culpas y pestes que asolaban a una comarca. Para sanar a lo pobladores, el condenado era expulsado al desierto y muy probablemente falleciera. Al encargado de llevarse al desierto las culpas y las enfermedades se le llamaba «fármaco».
●●●
24 comentarios:
A mi me gusta y creo en las etimologías. Me parece que me aportan el verdadero sentido de lo que hoy quiero decir. Es como explicar las cosas por sus causas y no por sus efectos. La causa de que hoy diga lo que digo está en la etimología. Lo que hoy se entiende es una consecuencia de esas causas originales.
El asunto de los chivos expiatorios me parece que muchas veces se da cuando acusan de un delito a alguien porque tienen que encontrar a un responsable y no porque tengan pruebas firmes. Es para serenar a la opinión pública.
La opinión que una tiene de los criterios que tiene Dios nos llevan a tratar de aplacar su ira inmolando lo más querido que tiene el que busca su perdón.
Las donaciones a la iglesia siempre fueron con lo mejor de cada cosecha y por supuesto que eso hacía que hombres y mujeres muy valiosos se dedicaran a la religión porque era donde mejor podía vivirse.
Tengo una memoria de regular para abajo pero una vez participé en un campamento con cerca de 50 chicas y chicos y en una reunión alrededor del fuego tuve dos o tres aciertos con el nombre de actores de cine y el resto de la estadía en ese lugar, venían a preguntarme ¿Cómo es el nombre de aquel rubio que hizo de malo...? Lo insólito es que me acordaba. También es insólito pero más triste es que de ahí para acá mi memoria recobró su pobre rendimiento habitual.
Mi hijo del medio es un caballerito en la casa de sus amigos pero en la mía es un psicópata. Ya abandoné la costumbre de comentar sus "hazañas" con los otros padres porque me miran con cara de que el delincuente realmente soy yo.
¿Cuánto dinero llevará ganado Bayer con la Aspirina? Quizá hasta supere a Coca-Cola.
Los chicos de mi ciudad van casi todos a clase de artes marciales para poder defenderse de los jóvenes más grandes que los roban, los asustan. Lamentablemente eso tiene que ser así pero ahora estoy pensando que también deberían estar preparados para entender el funcionamiento de los roles porque cuando estos son enfermantes (como dice el licenciado) pueden provocar tanto daño como un robo, un manoseo, una golpiza.
No conocía esta etimología de "fármaco". La que conocía es que también en la antigua Grecia llamaban Pharmathon a quien envenenaba a los condenados a muerte. Esa palabra también quería decir "veneno".
En psicología funciona mucho esto del chivo expiatorio. Estuve muchos años acusando injustamente a mi madre de algunos defectos graves de mi personalidad hasta que pude reconocer que eran de mi propiedad exclusiva, dejé de culparla y recién gracias a que puede entender que ella no tenía nada que ver con mis defectos, pude empezar a solucionarlos. Mientras creía que ella era la responsable, seguía aferrado a mis carencias.
El rol que más me gusta conseguir es el de portavoz. Tengo alma de periodista y me gusta mucho cuando el grupo me elige para expresar nuestras ideas, conclusiones, reclamos. Me gusta mucho hablar en presente del plural, poder decir p.e. "nosotros entendemos que...".
El rol que siempre me terminan asignando es el de trabajador incondicional, pero el que me gustaría tener (si tuviera condiciones) es el de cómico. Envidio desesperadamente a los que pueden hacer reir sobre todo a las mujeres. Para mí una sonrisa provocada es lo que para un seleccionado significa salir campeones.
Estudio teatro desde que tengo 11 años porque a mi madre le gustaría que yo fuera actriz de cine. Algunas pocas cosas me salen bien pero me parece que soy medio fracaso. Los enemigos me dicen que no soy creíble, que sobreactúo, que exagero, que me falta sutileza, que tendría que haber trabajado en el teatro griego donde había que exagerar mucho para que los de la última fila también vieran.
En la época de Jesús se llevaban corderos, cabras, palomas y se los sacrificaba para expiar culpas. Así se demostraba arrepentimiento ante un dios sediento de sangre.
Es una suerte que los chivos expiatorios roten, si no sería insoportable.
En general los hermanos mayores cargamos con las culpas de las macanas que se mandan los pequeños.
Me encanta la dama sufriente del aviso de aspirina. Parece el chivo expiatorio de los males de la humanidad entera.
Puedo jactarme de haber asumido casi todos los roles posibles. Eso hace que me pregunte ¿quién soy yo entonces?
En la oficina hace falta que alguien asuma el rol de trabajador.
Cuando mi hija va a la casa del padre parece un patito mojado pero cuando sale para el baile se transforma en una mujer despiadada.
quien más quien menos, todos tenemos alguna enfermedad. Lo jodido es cuando hacemos de esa enfermedad nuestro principal rasgo identificatorio.
Le habían asignado un rol saludable, era el primer ciudadano, el presidente de la nación, pero lentamente fue degradando en el blanco preferido de las críticas.
A mí lo que me mató fue casarme; quedé atrapado entre los ramajes bajos de los árboles.
Ahora entiendo por que Jesús fue al desierto, de alguna manera quería ser el fármaco que solucionara los problemas de todos nosotros.
Publicar un comentario