jueves, 3 de julio de 2008

Estoy gordo

Porque la medicina logra conservarnos vivos es que tenemos los otros problemas, los problemas propios de la existencia. Para afrontarlos están los psicólogos y demás obreros del espíritu.

Como digo en el artículo titulado Frigidez de mercado, nuestra apariencia tiene gran importancia para las víctimas de la publicidad del sector comercial encargado de la belleza física. Uno de los temas más acuciantes tiene que ver con nuestro volumen. Al varón no le importa tener 10 kilogramos más de músculos pero si le molesta tener 10 kilogramos más de grasa.

Vamos a la fuente del saber oficial y le preguntamos al médico: ¿Por qué estoy gordo doctor? Si es un profesional confiable nos va a decir: «No tengo ni la menor idea» y si no es un profesional confiable nos va a decir: «Se trata de un problema metabólico vinculado a la segregación de insulina que cuando...». Las hipótesis son tantas, que se pueden llenar varias bibliotecas con las posibles causas.

Sin embargo, ¿qué sucede? Sucede que los pacientes queremos una respuesta sea como sea y por eso el médico no tiene más remedio que decirnos algo que nosotros podamos creer.

¿Qué podemos creer? Por ahora viene funcionando bastante bien el siguiente razonamiento cuya fórmula (secreta) es:

1) El ser humano quiere ser inmortal.
2) Las máquinas funcionan como un ser humano (se mueven, trabajan, tienen memoria, hacen cálculos, etc.).
3) Si el ser humano se puede imaginar como una máquina, estará contento porque se podrá imaginar como inmortal.
4) Si a una máquina le echamos mucho combustible (comida) el tanque (el cuerpo) tendría que agrandarse (engordar). De modo similar, si esa máquina funciona poco (sedentarismo) gastará poco combustible (grasa) y el tanque tendría que agrandarse (engordar).
5) Por todo esto el médico nos recomendará: coma menos (eche menos combustible) y haga mucho ejercicio (esté funcionando más horas y a mayor ritmo).

Con esta lógica que aceptaremos a ojos cerrados por la conveniencia de imaginarnos tan parecidos a una máquina (inmortal), empezaremos a comer menos y a hacer mucho ejercicio.

Es cierto que un cuerpo sometido a esta agresión perderá volumen. Así lograremos estar a la moda pero no con más calidad de vida ni con mejor salud porque la solución va contra nuestra naturaleza y difícilmente estemos modificando las causas que motivaron el aumento de volumen.

Estar a la moda puede coincidir o no con estar saludable.

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18 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi mujer era normal hasta que tuvo el segundo hijo. Ahora es muy obesa, no conoce a nadie en su familia que lo sea, los médicos sólo le proponen soluciones imposibles, ella está angustiadísima y reconozco que a mí no me atrae mucho físicamente. No sé que puede llegar a pasar porque esto se está poniendo cada vez peor.

Anónimo dijo...

Los gordos somos discriminados groseramente y además la sociedad no reconoce lo mal que nos trata. Yo penso ahora 155 Kg y mido 1,73. La gente me trata cada vez peor.

Anónimo dijo...

No soy gordo ni me gustan los gordos, pero hay algo que sí me llama la atención: Yo me acostaría con Alexandra Rampolla, una sexóloga que tiene un programa en Cosmopolitan. Esa mujer me calienta y no es flaca como a mi me gustan. ¿No será que los gordos en lugar de tener un cuerpo feo tienen una actitud poco sexy?

Anónimo dijo...

Iban dos gorditas en pleno verano por la calle Florida y una le dice a la otra:

- Ay Rosita, no sentís olor a pelo quemado?
- Uy sí, tenés razón: caminemos más despacio.

jajaja

Anónimo dijo...

Una vez entré a un sitio que se llama www.gordos.com. Ni me acuerdo de qué trata.

Anónimo dijo...

En Argentina el Dr. Alberto Cormillot se ha enriquecido gracias a nosotros. Que me perdone pero es un estafador.

Anónimo dijo...

Vivo con miedo a agarrarme cualquier peste y también tengo miedo de volverme una gorda repugnante.

Anónimo dijo...

Esa comparación con la máquina y el exceso de combustible no me quedó muy clara.

Anónimo dijo...

Para mí la comparación con la máquina es clarísima y me doy cuenta de que es algo similar a lo que yo pensaba cuando hacía dietas de todo tipo. Pero no sabría como explicártelo Martina.

Saludos

Anónimo dijo...

Quiero ser como un fitito, ahorrar combustible, ser compacta y curvilínea.

Anónimo dijo...

El 90% de mi vida me la pasé engordando y adelgazando. Soy una experta en el tema pero no atiendo consultas, ya sufrí demasiado con ese tema.

Anónimo dijo...

Mi esposo es gordito, redondito, una masa de dulsura de alta calidad.

Anónimo dijo...

Voy a operarme igual que Maradonna, además cuando adelgace tengo ganas de jugar al fútbol.

Anónimo dijo...

Cuando empiece a escasear el alimento en la Tierra, los gordos vamos a generar envidia. Pena que no voy a estar para verlo.

Anónimo dijo...

Como para cargar combustible. Hago ejercicio para funcionar. Soy una máquina llena de vida inmortal. No pertenezco a la cultura del "use y tire". Me aman. Soy de colección. Valgo cinco millones de dólares.

Anónimo dijo...

La maldita tiroides tiene la culpa de mis subidas y bajadas de peso.
Bueno, además me gusta el chocolate.

Anónimo dijo...

Mi naturaleza me pide que coma y yo soy fiel a mi naturaleza más que a la balanza.

Anónimo dijo...

Cuando tenía 16 años mi novio me dejó porque yo había engordado. A partir de ahí me volví anoréxica. Tuve otro novio. Ese me dejó porque estaba tan flaca que ni culo ni tetas tenía.