martes, 22 de julio de 2008

Salud mental

Una persona puede estar rumiando ideas de suicidio durante meses y después de un tratamiento adecuado comenzar a hacer preparativos para casarse y formar una familia con no menos de dos hijos.

El pensamiento (psiquis, alma, espíritu) puede ser una manifestación corporal o puede ser algo inmaterial que al morirnos será juzgado y enviado al cielo o al infierno.

Sobre esta última teoría no existen pruebas concluyentes. En lo que me es personal, creo que sostener esa hipótesis demuestra el nivel primitivo que todavía subsiste en nuestra especie. Antiguamente se sabía que las enfermedades era provocadas por espíritus malignos o que los truenos eran manifestaciones de malhumor de ciertos dioses. Estos conocimientos han sido rectificados por el descubrimiento de los microbios o por la comprensión de cómo se forman las tormentas.

La ciencia crece en forma muy despareja. Tenemos por un lado un transplante exitoso de corazón y por el otro la incapacidad de curar una gripe.

En el tratamiento de los padecimientos psíquicos estamos bastante atrasados en comparación con otras especialidades, pero estamos muy adelantados respecto a épocas pasadas.

La psiquiatría y el psicoanálisis siguen siendo aportes valiosísimos para recuperar la salud mental que cuando se pierde, puede ser tanto o más mortal que otras enfermedades famosas por su condición de terminales.

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14 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi padre era un depresivo y se suicidó hace años pero mi madre tuvo cáncer y está curada.

Anónimo dijo...

Me cuesta creer en la psicología aunque me parece que la estoy necesitando hace años.

Anónimo dijo...

Creer en Dios me sirve. No sé qué haría si no tuviera esta fe. Me ha sacado de muchos atolladeros. Cumplir una promesa me mantiene confiado en que Dios también puede confiar en mi.

Anónimo dijo...

Cuando perdí un embarazo estuve a punto de matarme. Todavía no sé porqué cambié de idea. Tuve el revolver en la mano durante varios minutos. Algo me iluminó.

Anónimo dijo...

Ud dirá lo que dice pero he sido curado por el santiguado de una señora que conozco. REALMENTE ME CURO, después que los médicos probaron de todo conmigo.

Anónimo dijo...

Creer que uno hablando se cura es un acto de fe más grande que creer en que existe un ser todopoderoso que además nos va a tener en cuenta cuando le pidamos help.

Unknown dijo...

Sería interesante que existiesen programas de prevención y promoción de la salud mental, así como existen los programas de vacunacion, prevención del VIH, prevención del cáncer, etc. etc. O sea ir creando,poco a poco, conciencia en la responsabilidad individual en el autocuidado.
Respetar las creencias de los demás, aunque no las compartamos, así como el buen humor, los vinculos personales sinceros y afectuosos, nos generan bienestar y mejor calidad de vida.

Anónimo dijo...

Es obvio que no existen pruebas como las que pide la ciencia pero existen miles de años refiriendo a los mismos conceptos y me parece que esa sola constatación da como para tenerle mucho respeto a las creencias cristianas.

Anónimo dijo...

También es ingenuo creerle al discurso de la ciencia. En una década dice una cosa y a la década siguiente se rectifica.

Anónimo dijo...

Antes se creía que la enfermedades eran provocadas por espíritus maliciosos pero resulta que ahora señores muy serios dicen que casi todas las enfermedades son psicosomáticas. No cambió mucho la cosa.

Anónimo dijo...

Me parece que corre más riesgo de muerte un depresivo con ideas suicidas que un enfermo de cáncer atendido precozmente.

Anónimo dijo...

Vieron que hace no mucho descubrieron el genoma humano, que no se bien qué es pero parece que es algo importantísimo para el futuro de la biología? Dentro de poco van a descubrir que el espíritu está en algún lado y ahí se pudre todo y las religiones se van a poder trasplantar, y varios quilombetes más.

Anónimo dijo...

Tengo una idea de cómo se forman las tormentas, pero cuando vamos con mi compañera a una cabaña que tiene ella en una playa solitaria, se viene una tormenta, prendemos el fuego, sentimos el ruido del oleaje, SE LLENA DE ESPÍRITUS, pero contra ese rancho ninguno puede importunarnos.

Anónimo dijo...

A mi me salvó la vida un psiquíatra porque estaba decidido a ahorcarme.