lunes, 11 de agosto de 2008

«Lo escucho»

Es por todos sabido que «perro que ladra no muerde».

¿Qué significa este refrán? Que las personas que amenazan finalmente no terminan ejecutando sus amenazas.

¿Por qué se verifica este incumplimiento de parte de los que prometen acciones crueles contra alguien? Es cierto que probablemente nunca estuvo hablando en serio y que su intención era solamente asustar con una actitud que inspira temor, por lo menos a los más sugestionables. Pero hay otro motivo más profundo.

Muchas acciones violentas son producto de un estallido que podría evitarse si la persona pudiera hablar, expresar su indignación, su dolor espiritual, su despecho, su sensación de estar siendo víctima de una injusticia insoportable.

Hay dos grandes motivos por los que alguien no puede hablar en vez de actuar.

1) No sabe cómo expresar adecuadamente lo que siente, por falta de lenguaje suficiente o porque la furia le quita claridad mental como para decir algo coherente, y

2) Porque no tiene a nadie que lo escuche y lo entienda.

Resumo:

a) Las amenazas pueden cumplir el propósito de hablar para no actuar;
b) La Iglesia Católica, mediante el sacramento de la confesión logra quitarle presión anímica a sus fieles evitando que tramiten sus frustraciones de forma violenta;
c) El psicoanálisis es calmante porque sabe escuchar y está muy bien preparado para entender.

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21 comentarios:

Anónimo dijo...

Algo de esto puede estar habiendo porque sube la incomunicación y sube la violencia doméstica y callejera.

Anónimo dijo...

Soy la única de mi familiar que nunca lograron que me confesara. Lo tengo como un orgullo que me hace sentir superior a todos los otros ilusos.

Anónimo dijo...

Puedo hablar, tengo con quien hablar pero suelo terminar con más bronca.

Anónimo dijo...

Cuando era adolescente despreciaba a los sacerdotes pero ahora que tuve que recurrir a su consuelo para calmar mi espíritu perturbado por una desgracia, les estoy agradecido y creo haber aprendido que era injusto con ellos.

Anónimo dijo...

Mi padre ladra y muerde (escribí 'muerte' Ooooooh!)

Anónimo dijo...

Cuando quiero tener orgasmos muy fuertes, me imagino teniendo sexo con un cura vestido de rojo y siento que me estalla la cabeza.

Anónimo dijo...

"Los gritos y los golpes son las razones de los que no tienen razón".

Anónimo dijo...

Más del 90% de los delincuentes violentos son personas que no han terminado 6 años de enseñanza formal.

Unknown dijo...

Opino que el sacramento de la confesión es una herramienta que utiliza la Iglesia Católica para manipular a sus bien intencionados fieles que se sienten culpables por haber cometido "pecado"; después de la confesión se sigue pecando. En cuanto al psicoanálisis, para quien sea capaz de afrontar semejante tarea.
También hay otros caminos.

Anónimo dijo...

Las personas que amenazan van juntando valor, hasta que ¡zas!

Anónimo dijo...

Mi perro ladra previo aviso y después de que el cristiano está advertido se le prende de las canillas.

Anónimo dijo...

Nadie puede hablar en serio cuando se refiere al futuro. Algunas personas son más estables que otras, pero nadie sabe que va sentir, que va a decidir, ni que viscisitudes tendrá que afrontar en el futuro.

Anónimo dijo...

Cuando hablamos interponemos una demora entre el pensamiento y la acción. Si estamos furiosos esa demora es muy útil para todos. Para expresar alegría o amor, si interponemos el pensamiento perdemos espontaneidad. Esto es porque los sentimientos positivos pueden ser tan amenazantes como los negativos. Todo se transforma.

Anónimo dijo...

Es muy frecuente que las personas no se entiendan porque manejan diccionarios diferentes.

Anónimo dijo...

Otra manera de no entender es no creer lo que el otro dice.

Anónimo dijo...

Estando furiosa es como mejor me salen las palabras. Me transformo en un río imposible de contener.

Anónimo dijo...

El Sacramento de la Confesión nos vuelve a todos más pacíficos. El Psicoanálisis más realistas y desconfiados.

Anónimo dijo...

Tanto la confesión como el psicoanálisis extienden un manto de perdón sobre el mal herido ser sufriente. El psicoanálisis además, le deja un arma por si acaso.

Anónimo dijo...

Abrazar una religión ordena la vida y abrazar a un sacerdote la desordena.

Anónimo dijo...

Los domingos, que viene mi suegra a almorzar, voy a confesarme de mañana.

Anónimo dijo...

Los adolescentes tienden a ser agresivos porque nadie los escucha ni los entiende.