miércoles, 6 de agosto de 2008

Las picardías de Nico

Nicolás Maquiavelo fue un gran psicólogo que anduvo por Italia entre los años 1469 y 1527 aunque los biógrafos dicen que fue un filósofo que se dedicó a la política.

En su obra más leída (El Príncipe) él desarrolla ideas muy inteligentes pero sobre todo eficaces sobre cómo obtener y conservar el poder.

No es que haya inventado nada: Se dedicó a estudiar y sistematizar los errores y los aciertos de los poderosos.

Una receta muy usada en todos los tiempos indica que el poderoso debe ser amado y temido. Como estos sentimientos son incompatibles la mayor parte del tiempo, él concluye que ante la duda siempre es mejor ser temido. Pero eso sí: vale la pena dedicarle algún esfuerzo a no ser odiado.

Decía que el poderoso que no quiera ser odiado prestará especial atención a no afectar las riquezas de los súbditos (incluida la esposa, ya que en esta época era parte del patrimonio). Declaró que los seres humanos olvidan más fácilmente la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.

Personas de mi confianza -y por quienes sería capaz de poner sus manos en el fuego-, me han confirmado que Maquiavelo nunca dijo que «el fin justifica los medios». Agrego que —dado su perfil psicológico— podría haberlo dicho.

Este buen hombre ha marcado la conducta de nuestra especie en mayor grado que Freud y sus seguidores aunque es bastante incomprendido ya que nos describe como somos y no como nos gustaría ser.

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18 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi familia se usa la palabra maquiavélico para significar que algo es tenebroso, maligno.

Anónimo dijo...

No leí El Príncipe pero sí leí El arte de la Guerra de Sun Tzu que también trae muchas recomendaciones para acceder y conservar el poder.

Anónimo dijo...

Algunas características generales de nuestra conducta se parecen mucho en las distintas épocas, lugares y circunstancias.

Anónimo dijo...

Me llevo divinamente bien con los pobres, los desdichados, los débiles, los niños, los enfermos y mal con los ricos, poderosos, fuertes, adultos. ¡¡¡Les tengo pavor!!!

Anónimo dijo...

Con 28 años todavía no me doy cuenta qué diferencias hay en mis sentimientos para distinguir cuando amo, cuando admiro, cuando temo. Es como si hubiera tomado 3 tubos de plastilina de diferentes colores y los hubiera amasado hasta que no se distinga cual es cual.

Anónimo dijo...

Sueño con ser el más poderoso del planeta pero sin salir de mi dormitorio. Quiero que me descubran, que me vengan a buscar y me hagan una buena oferta. Mi madre ya no me hace comentarios sobre esta expectativa.

Anónimo dijo...

Me mato por ser un grande. Las pruebas que hago con la bici son más y más temerarias y los golpes que me doy me tienen todo roto... pero sé que llegaré a ser el mejor.

Anónimo dijo...

No quiero tener patrimonio ni perder a mi padre.

Anónimo dijo...

Nico estuvo en la mala. Lo echaron del cargo que tenía en el gobierno de Florencia y estuvo cortando árboles y haciendo vida de humilde trabajador, pero una vez obtuvo el premio mayor de una lotería y ahí se recuperó bastante.(Lo digo en serio. No es broma).

Saludos

Anónimo dijo...

Los poderosos son amados y temidos. Conozco varias personas que coinciden con ese perfil. Creo que se puede acceder a ubicaciones de poder sin tener esas características, pero hay que tener en cuenta que no es lo mismo ser poderoso a ocupar un puesto de poder.

Anónimo dijo...

Es cierto que los poderosos nunca muestran señales de duda. Esa conducta se ve tanto en los grandes dictadores como en los compañeros de trabajo que acostumbran serruchar el piso.

Anónimo dijo...

A los poderosos a veces les alcanza para no ser odiados, la enorme seguridad que proyectan.

Anónimo dijo...

Nos afecta más la pérdida del patrimonio que la pérdida física del padre porque el rol de padre es más fácil de incorporar que el patrimonio. Lo que se incorpora del patrimonio es la experiencia y el saber. La acción necesaria para poner en movimiento ese capital intangible depende de muchos factores.

Anónimo dijo...

Creo que fue justamente Maquiavelo quien hizo famosa la frase "el fin justifica los medios"

Anónimo dijo...

Es increíble la cantidad de saber acumulado que posee la humanidad y sin embargo se hace la distraída.

Anónimo dijo...

Amar, admirar y temer es un combo que en cualquier momento te puede explotar en la cara.

Anónimo dijo...

Un poderoso al que no se le conozca la cara inspira ese temor del que habla Maquiavelo

Unknown dijo...

Compararía al poder con un juguete prestado; cuando más entusiasmado estás jugando, te lo quitan.Y puede llegar a seducir más que nada en el mundo, por eso es uno de los principales enemigos, del ser humano.