lunes, 31 de marzo de 2008

¿Quién te entiende?

Los beneficios de la sabiduría son relativos. ¡Muy relativos! Hay cosas que es mejor no saberlas y no me estoy refiriendo a malas noticias o a hechos desagradables.

Puedo asegurarles que el psicoanálisis es maravilloso para muchas más personas de las que hoy lo disfrutan y aprovechan. Uno de sus postulados más inteligentes es de que existe una zona de nuestra psiquis casi inaccesible, llamada inconciente, sin la cual no podríamos hacer prácticamente nada. Me lo imagino como si a una máquina la faltara una pieza que está metida por allá adentro pero sin la cual nada funciona.

Este depósitos de ideas, recuerdos, imágenes, palabras sueltas, y vaya uno a saber cuántas cosas más, tiene que permanecer fuera del alcance de la conciencia porque si se abriera, nos volveríamos literalmente locos.

A veces se escapa alguno de sus contenidos, como cuando tenemos un lapsus o cuando soñamos. Estas pequeñas pérdidas no son muy perturbadoras.

Este mínimo comentario es necesario para compartir con ustedes otra idea que me parece más interesante por sus consecuencias prácticas.

Todos decimos que al género opuesto no lo entiende nadie. Los hombres protestan contra las mujeres y viceversa.

¿Por qué la protesta? Porque suponemos prejuiciosamente que todo andaría mejor si nos entendiéramos más: a nosotros mismos y a los demás. Hasta ahora no escuché a nadie que dijera lo contrario. Por eso lo digo yo. Deberíamos admitir la hipótesis de que es mejor no entenderse totalmente porque, como dije más arriba, el inconciente es una piecita imprescindible pero que sólo funciona en el anonimato, sin exhibir sus contenidos.

¿Es molesto este desconocimiento? ¡Claro que sí! Pero también es un prejuicio suponer que todos los malestares son perjudiciales. No está mal pensar que el dolor (y la frustración es un tipo de dolor) es un fenómeno que nos orienta hacia la conducta más adecuada.

En suma: No entender al género opuesto es una situación que tiene miles de años y no se ha resuelto aún porque no es un problema, es una condición necesaria para que sigamos juntándonos, cuidándonos, reproduciéndonos.

El poster pertenece al film Cuando Harry conoció a Sally, interpretada por Billy Crystal y Meg Ryan.
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22 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto de que al inconciente no hay que conocerlo porque si no se nos complica la existencia, me hace acordar que las bombillas de filamento incandescente (las comunes, las que no son de bajo consumo) sólo dan luz si dentro de la burbuja de vidrio existe un vacío. Si tuvieran aire, no iluminarían.

Anónimo dijo...

Sólo para cinéfilos: En el film When Harry met Sally, la escena en la plaza de comidas donde ella le demuestra a él cómo se puede fingir un orgasmo está a los 44minutos y 41 segundos del comienzo. Es una de las escenas más geniales del cine norteamericano.

Anónimo dijo...

Estoy convencida de que el psicoanálisis produce cambios muy placenteros, pero por eso mismo le tengo tanto miedo. Es como mi tía que hace más de 6 años que está padeciendo terribles dolores después de comer pero no quiere que le extirpen la vesícular biliar. Somos un poco masoquistas.

Anónimo dijo...

Eh psicólogo! Qué me hacés? Tres veces tuve que leer tu artículo. Cada vez escribís cosas más complicadas! Qué te pensás, que sos lo único que tengo que hacer entenderte a vos? Baja dos cambios pibe que no tengo todo el día.

Anónimo dijo...

Estas ideas me superan ampliamente pero de lo poco que puedo entender me parece que es necesario que el otro sea un poquito misterioso porque si no fuera así yo me aburriría y así saldría a buscar a otro que me tuviera interesada y sería algo de no acabar.

Anónimo dijo...

Quizá sea mi edad (25) o mi personalidad (romántica) o mi estado permanente (enamorada del amor), pero no entenderlos me fascina, me fascina, me fascina. ¡Sos divino hombre!

Anónimo dijo...

Mi performance es a razón de una relación fracasada por año. Voy a tener que leer algo de Lacan a ver si bajo el promedio con estos imbéciles imprescindibles.

Anónimo dijo...

Cuando no había llegado aún a mi primer año de análisis un día comentí un lapsus: dije Venórica en lugar de Verónica. A partir de ahí no se imagina nadie la cantidad de cosas mías que pude descubrir.
Recuerdo que una de las cosas que salió es que estaba diciendo algo así como "Ella NO VE a cierta persona RICA". Increíble.

Anónimo dijo...

"Los beneficios de la sabuduría son relativos" dice el licenciado y yo pienso lo mismo. Estuve casi toda mi niñez y la adolescencia leyendo cualquier texto que incluyera una 'x' por si se hablaba de 'sexo'. A los 23 años tuve mi primer experiencia y no me pareció nada del otro mundo. Me casé con esta primer experiencia y hace 8 años que me digo: "¿Esto es el sexo?"

Anónimo dijo...

Si como dice el licenciado en varios lados, la molestia es inherente a la existencia, y creo que agrega en algún lado que esa molestia es como un motor o un estímulo que nos hace cambiar de actitud en favor de la vida y la conservación de la especie, entonces no sería bueno que una vez enterados de que esto es así, alguien empiece a no prestarle atención a las molestias al punto de no hacer nada por ellas.

Anónimo dijo...

Pensaba que cuanto más conocías tu inconciente más feliz y dueña de ti misma eras. Pero parece que tampoco va por ahí.

Anónimo dijo...

Sin duda alguna, hay un montón de cosas que prefiero no saberlas. Pero esas del inconciente no me interesan demasiado porque no curto la onda psi.Lo que no me interesa saber es todo aquello que me pueda hacer sufrir al santo cuete. Ojos que no ven, corazón que no siente: eso sí que es verdad.

Anónimo dijo...

Querer entenderse a uno mismo y entender a los demás es una especie de compulsión que sufrimos muchas personas.

Anónimo dijo...

Pero en qué quedamos ¿uds. los lacanianos trabajan con el inconciente del paciente o no?

Anónimo dijo...

Cuando al que te dije no lo entiendo, no me dan muchas ganas de juntarme, cuidarlo ni reproducirme.

Anónimo dijo...

¿Ud lo que quiere decir es que si el escape de inconciente se produce en presencia del analista está bien, pero que si estamos solos nos podemos volver locos? ¿Eso es propaganda terrorista?

Anónimo dijo...

Si el psicoanálisis es maravilloso, quiero probarlo contigo, papito.

Anónimo dijo...

En el inconciente no hay lógica. Como nuestra cabeza tiene más inconciente que conciente, pensamos más con el inconciente. Pensamos sin lógica. Por eso no entendemos nada.

Anónimo dijo...

Cuando habló del inconciente como un depósito me hizo acordar que tengo que guardar la ropa de verano-verano y sacar la de otoño light. Es difícil, porque acá el tiempo es tan cambiante que siempre hay un día de verano-verano en medio del otoño hard.
A propósito, ud. dice que las pequeñas pérdidas de inconciente en los sueños no son muy perturbadoras pero nuevamente se equivoca porque es muy perturbador cuando a los niños se les escapa el pis en la cama y no tenés donde secar el colchón.

Anónimo dijo...

Es cierto, no hay forma de entender al género opuesto o complementario si te gusta más. Ahora se promueven las uniones homosexuales para que todos seamos más felices.
Hasta se estudió la situación de los niños criados por parejas homosexuales. Natalia Trenchi dice que eso ya se investigó concienzudamente durante 30 años y que no hay problema, con los pibes todo bien. Claro, lástima que esos niños van a vivir en una sociedad que todavía es un poquito homofóbica. Eso los puede llegar a afectar ¡pero que apelen a sus recursos internos y al sostén fliar! (sostén o tiradores, claro)

Anónimo dijo...

Con lo que ud. dice entonces no voy a excibir más mi inconciente en ningún lado!

Anónimo dijo...

A mi el dolor sólo me orienta hacia la aspirina. Seré muy primitivo, qué le voy a hacer!