martes, 4 de marzo de 2008

“La gente” es muy inescrupulosa

«Tengo la conciencia tranquila de haber cumplido con mi deber» dijo serenamente el jerarca que fuera expulsado por corrupto. Y tiene razón.

Cuando el ser humano se aparta del deber, suele hacerlo progresivamente, encontrando conveniencias que lo atraen como las sirenas que seducían a los marinos hasta hacerlos naufragar.

Nuestra mediocre cabecita teje justificaciones, legitimidades, comparaciones, historias, con tal de que el deseo de transgredir se saltee los argumentos en contra. Los que nos señalan el error, los que nos advierten, los que nos aconsejan, parecen seres timoratos, hipocondríacos, envidiosos, pacatos, melindrosos.

Y sigue teniendo razón el corrupto, porque seguramente se terminan descubriendo una mínima parte de las tropelías de que somos capaces los seres humanos. La mayor parte nunca se descubrirá.

Estas son deducciones mías a partir de la certeza de que somos capaces de casi cualquier cosa, de que muchos impolutos no son más que personas que carecieron de la oportunidad adecuada o poseedores de un miedo atroz a todo lo que se le presente como riesgoso, demasiado conveniente o excesivamente placentero.

Si, está bien, no se enoje. Usted es incorruptible.

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16 comentarios:

Anónimo dijo...

Medio mundo critica al otro medio mundo y es muy probable que cada uno se crea que tiene la razón, sobre lo que hace bien y sobre lo que el otro hace mal. También es un tema de puntos de vista.

Anónimo dijo...

Hoy empezó un gran debate sobre el problema diplomático casi bélico que tienen Colombia y Ecuador con la intervención comedida de Venezuela que seguramente traerá la intromisión salvadora de EEUU y en cualquier momento se suman Sri Lanca y Noruega.

Anónimo dijo...

Hay dos tipos de corruptos: los que nos perjudican y los que no nos perjudican. Cuando combatimos a los primeros estamos actuando en defensa propia y no hay comentarios. Cuando los combatimos por razones éticas, morales, sociales, filosóficas, religiosas, o sea, por algo que no nos concierne directamente, estamos actuando como unos pelotudos.

Anónimo dijo...

Estoy haciendo una lista de frases para cuando yo sea famoso y poder publicar un libro que será de frases célebres de mí. Dice así: "Todos terminamos corrompiéndonos. Algunos empiezan antes de morirse". ¿No está genial? :-)

Anónimo dijo...

A mi lo único que me importa es la vida en pareja y estoy harta de la falta de compromiso que tienen los hombres con las responsabilidades del hogar, de la compañera, de los hijos, de los gastos fijos, de casi cualquier cosa. Son niños grandes pero para mí son corruptos: no asumen las obligaciones con la misma intensidad que asumen los derechos que naturalmente poseen.

Anónimo dijo...

Para mi que es un problema de escala. Lo que sale en un noticiero es lo grave y lo recontra grave, pero es cierto como dice Hortensia que la corrupción anida en cada hogar donde alguno de la pareja no se hace cargo de lo que mínimamente le compete.

Anónimo dijo...

Le comento a Hortensia que hoy salio en CríticaDigital (el nuevo diario de J. Lanata) un cable de EFE donde parece que los psicólogos de la UNAM llegaron a la conclusión de que los matrimonios mexicanos no aguantan 5 años porque por lo menos uno de los cónyuges se harta de tanto trabajo y abandona el emprendimiento.

Anónimo dijo...

Como nadie sabe ni sabrá quien soy puedo decirlo con todas las letras: Si en mi empresa no evado impuestos, tengo que echar a la mitad del personal o directamente cerrar.

Por lo tanto, la corrupción es y tiene que seguir siendo una política de estado. Les guste saberlo o no les guste. No nos dejan otra alternativa.

Anónimo dijo...

Si una empresa como la que tiene Marcos depende de la evasión para poder subsistir, es como cuando a un ser humano lo mantiene vivo gracias a un respirador artificial. No es que esté de parte de la eutanasia pero la realidad indica que si algo no funciona naturalmente, es porque está pronto para desaparecer: tanto una empresa como una persona.

Anónimo dijo...

Es cierto que cuando uno comete una mala acción pueden ser los demás los que nos acusan, pero también es cierto que muchas veces uno puede hacer cosas correctas pero que los demás no quieren tolerar y por lo tanto hay que estar engañándolos porque son los demás los que no admiten las cosas tal cual son.
Por ejemplo, cuando alguien tiene que llevar una doble vida porque no soporta más el matrimonio y tampoco tolera darse cuenta que está envejeciendo y no tiene sentido estar privándose de tener alguna que otra alegría.
Lo conozco bien porque es exactamente mi caso.

Anónimo dijo...

Yo me fui apartando del deber tan de a poquito que cuando quise acordar di un paso y caí en el abismo. Estaba tan sorprendido y todo pasaba tan vertiginosamente que recién me di cuenta cuando pegué en el fondo.

Anónimo dijo...

La gente que se corrompe se pudre, eso si tenemos alguna referencia ética, ahora, si todo vale, los corruptos no existen, serían simplemente personas que "se rescatan" como pueden.

Anónimo dijo...

es cierto que muchos impolutos en realidad son cobardes, también es cierto que muchos impolutos son superiores.

Anónimo dijo...

el que no se anima a romper una norma injusta(no injusta porque a él le parece, sino para le concenso gral.)colabora con los corruptos.

Anónimo dijo...

Me aterroriza pensar de lo que seríamos capaces la mayoría de nosotros si alguien respetado y con autoridad nos convenciese de que es lícito aquello que más repudiamos.

Anónimo dijo...

Algo de bueno debe tener esto de la corrupción porque la mayoría de las películas tienen algún ingrediente de esa especie. De hecho el último Oscar (Petróleo sangriento o algo x el estilo) se trata de gente que está medio loca por hacer fortuna.