Es propio de la literatura jurídica la expresión «...cuidará y conservará los bienes como un buen padre de familia», que dicho de otra manera podría expresarse «cuidará algo ajeno como si fuera propio».
Claro que acá se está dando por sentado que las personas son cuidadosas con lo propio, porque si no lo fueran tanto destrozarán (por ejemplo) un auto alquilado como a uno propio.
Vamos a suponer que la inmensa mayoría de las personas cuidan bien lo que les costó un gran esfuerzo obtener y/o lo que necesitan mucho. Esa persona se comporta como «un buen padre de familia» si tiene esa conducta cuidadosa con lo que no le costó un gran esfuerzo obtener y/o con lo que no necesita mucho. Lo cuida porque «un buen padre de familia» respeta a los bienes ajenos y a las necesidades ajenas (tanto como a las propias).
Podría decirse que el bien más preciado ES LA VIDA. Un «buen padre de familia» cuida la vida propia tanto como la ajena.
Pero acá ingresa otro dato sustancial: Cuando la sociedad no le reconoce al individuo la real propiedad de los bienes, entonces es alguien que no tiene bienes propios y por lo tanto no tiene nada para cuidar. Como no tiene nada para cuidar tampoco cuidará los bienes ajenos como a los propios porque éstos no están.
En suma: cuando en una sociedad no está claramente establecido el derecho de propiedad, aumentará la cantidad de ciudadanos irresponsables de los bienes ajenos (robo, vandalismo, graffiti, homicidio).
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14 comentarios:
Leí hace tiempo a un asesor sobre "mobiliario urbano" que la única forma eficaz de disminuir los atentados vandálicos contra los objetos de uso público, es repararlos inmediatamente, porque los vándalos hacen lo que hacen porque es la mejor manera que encuentran de sentirse reconocidos por la sociedad en la que viven. P.E.: los grafitteros son los que más miran su grafitti y eso los alienta a seguir haciéndolo. Si no pueden disfrutarlo, se desestimulan.
Estoy segura de que una persona cuida más aquello que le costó mucho conseguirlo.
Bueno, siempre y cuando eso que una consiguió luego no se vuelva imposible de conservar como puede ser un marido por el que hicimos miles de cosas para seducirlo y resulta que después la convivencia es desagradable.
Hay dos formas de vincularse: con amor y con odio. Las dos son formas afectivas de hacerlo pero una de ellas incluye descalificarla como vínculo.
Nosotros tendemos a decir que lo que no nos gusta NO EXISTE ("es un helado de pollo" como dijo Moria Casán).
Sin embargo es legítimo decir que ambos son vínculos aunque está permitido decir que uno es lindo y el otro feo.
Los vándalos quieren a su ciudad, pero tienen con ella un vínculo feo, desagradable, que nos esforzamos en decir que NO EXISTE.
Es cierto que la expresión jurídica "buen padre de familia" se encuentra muy a menudo cuando se quiere aludir a la responsabilidad sobre intereses ajenos a los propios, pero ahora más bien habría que dicir "como buen padre o madre de familia" porque las cosas han cambiado lo suficiente como para que este cambio se justifique.
No sé realmente qué pensar de la gente que permanentemente vive pintándome guarangadas en el muro y en el portal de mi casa. De nada vale que hayamos puesto un cartel bien visible de "prohibido fijar avisos". A esa gentuza parece no importarle nada. Sólo manchan, ensucian con pintura que después es muy difícil de sacar. Son una enfermedad difícil de sobrellevar.
Ante todo lo que nos molesta siempre nos sale primero la solución violenta. A mi me pasa también. La gente que no cuida los bienes ajenos quizá sean objeto de comprénsión, pero cuando llego a mi auto y veo que alguien torció irreparablemente la antena de la radio, o me desinflaron un neumático a cambio de nada porque ni siquiera se quedan para ver si me pongo furioso, lo primero que me viene a la cabeza es la instaruación de un estado policíaco, pero como hace tiempo que no me pasa nada de eso, reconozco que no es la mejor solución a mediano plazo.
habría que apurarse (antes de que sea tarde) para buscar los datos de Cuba, donde el derecho de propiedad estaba mucho más limitado que en los países capitalistas.
Es muy original el planteo de Mieres y da como para observar y pensar. Se me ocurre que una sociedad que no tiene claro donde termina lo mío y empieza lo tuyo, podría llamarse sociedad psicotizada.
Recuerdo que en otros momentos ser buen padre se limitaba a traer hijos al mundo y dejarles un buen ejemplo; me refiero a los padres y madres "heroicos" que luchaban por un mundo mejor pero que a sus gurises no les daban demasiada bola.
El texto me llevó a pensar porqué será que los niños pequeños rompen sus juguetes. A veces, por la actitud te das cuenta que están investigando, pero otras veces parecería que están purgándose.
Los grafiteros parecen respetar más las casas cuidadas que las que están medio en ruinas. No creo que ellos disfruten ensuciando. Que les importa verse sí porque buscan expresar algo a los demás. Algunos grafitis son muy bonitos.
¿es posible respetar las necesidades ajenas como las propias?
De acuerdo con Retórica, así como no se puede amar a otro como a uno mismo, tampoco se pueden respetar los bienes ajenos como propios. Ningún tipo de bienes, ni materiales ni espirituales. Lamentablemente.
El bien más preciado es la alegría. Si tuvieras la certeza de que la alegría no va a aparecer nunca más, entonces para qué tener vida, salud, dinero y amor?
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