lunes, 9 de septiembre de 2013

La maldad en régimen de impunidad




Los humanos solemos disfrutar provocando dolor, sobre todo si además las circunstancias nos permiten actuar en régimen de impunidad.

En otros artículos (1) les comentaba que nuestras mentes son capaces de «matar (o de premiar) al mensajero», confundiendo al que narra ciertos eventos con quien fue causa de esos eventos.

Aunque comunicar malas noticias parece ser un rol desagradable, no faltan quienes desean asumirlo deliberadamente para disfrutar de una situación particular.

Por ejemplo: alguien tiene que avisarles a ciertos familiares  que una persona fallecida no los incluyó en el reparto de los bienes (testamento).

Aún sabiendo que los destinatarios de esa mala noticia son famosos por su necedad y por su rápida apelación a la violencia, alguien se ofrece para darles esa mala noticia.

¿Por qué este voluntario se expone a ser insultado, golpeado y, eventualmente, matado?

1) Se deleita tan solo pensando cómo se les transfigurará la cara cuando reciban la noticia. Ninguna película de horror puede reproducir esta situación, en vivo, generando una especie de electricidad en el ambiente. «Quiero estar ahí», dice el voluntario; «Ver la cara que pondrá tía Eugenia, es algo que no se paga con nada»;

2) El voluntario quiere sentirse protagonista, visible, mirado, se sentirá en el centro de la atención de gente cargada de sentimientos fuertes, dramáticos, que difícilmente se repetirán;

3) Quizá la ocasión pueda ser aprovechada para tomarse venganza de alguna molestia que a todos les pasó desapercibida pero que, sin embargo, este mensajero guardaba con rencor, esperando la ocasión para cobrárselas;

4) La malignidad en régimen de impunidad es altamente placentera para la mayoría. Es poco conocida porque son escasas las oportunidades que tenemos de ejercer un poder tan grande que nadie podría detenernos ni castigarnos. Dar malas noticias genera dolor pero racionalmente no es responsabilidad del mensajero.

             
(Este es el Artículo Nº 2.015)

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