sábado, 8 de junio de 2013

Lecturas que efectivamente liberan




Nuestras «fábricas» de delincuentes son las mismas cárceles pues son academias del delito y el sistema educativo que expulsa a sus alumnos aburriéndolos.

El 4 de julio de 2012, el diario digital BBC – Mundo (1) publicó una noticia que llamó mi atención.

Según parece los gobernantes de Brasil están especialmente preocupados por la enorme población carcelaria, por el índice de reincidencia de los egresados, y por las condiciones inhumanas de reclusión.

Aprobaron un par de ideas que eventualmente pueden ser útiles para disminuir los defectos clásicos de la privación de libertad como intento de rehabilitación que fracasa sistemáticamente.

Una de esas ideas consiste en ofrecerles a los reclusos pedalear en una bicicleta estacionaria acondicionada para generar energía eléctrica que recarga acumuladores (baterías) destinados a iluminar alguna plaza pública. La retribución por este esfuerzo se efectuará acortando la pena.

La segunda idea me parece más sofisticada y por tanto más expuesta a la suspicacia, la incomprensión, la burla y el fracaso.

Los presos podrán reseñar hasta una obra literaria, o filosófica, o científica, o clásica, cada treinta días, con lo cual verían disminuida su condena en 48 días por año.

De más está decir que esta idea no es adecuada para cualquier recluso. Para algunos sería intelectualmente imposible y para otros, aunque sería intelectualmente posible, resultaría excesivamente cruel.

Quienes están llevando adelante este experimento estiman que menos del 20% podrían acceder a esta posibilidad.

Lo que me interesa resaltar es que los delincuentes son personas con deficiencias mentales que en algunos casos podrían reequilibrarse mediante ejercicios gramaticales, tanto sea para leer como para hacer las reseñas.

Nuestras «fábricas» de delincuentes son las mismas cárceles en cuanto resultan ser academias del delito y el sistema educativo en general que expulsa a sus alumnos aburriéndolos con sistemas pedagógicos aptos para muy pocos estudiantes.


(Este es el Artículo Nº 1.922)

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