Los actos vandálicos de los jóvenes contra el patrimonio público se desmotivan reparando inmediatamente los destrozos, sin discursos recriminatorios.
Cada poco tiempo las empresas de comunicación,
(televisión, radio, periódicos, portales de Internet), ocupan sus espacios en
temas relacionados con los actos vandálicos de los jóvenes.
Infaltablemente surgen voces indignadas que
piden más represión, más acciones policiales ejemplarizantes, mano dura al estilo
Giuliani.
Rudolph William Louis «Rudy» Giuliani III fue el alcalde de Nueva York entre 1994 y 2001, que ganó fama mundial
porque impuso la tan deseada mano dura
que reclaman los ciudadanos pacíficos amantes de la violencia para acceder a la
paz (estoy siendo irónico).
Desde el punto de vista del psicoanálisis el
vandalismo, los actos depredatorios contra los bienes públicos, los destrozos
sin ningún objetivo conocido, tienen en realidad una hipótesis conocida que
quizá algún día pueda aceptarse.
Los hijos, especialmente los varones, tienen
con el padre una relación ambivalente. El
viejo es
un indeseable que les prohíbe lo que ellos más desean, es decir, convertirse en
los jefes del hogar desde los 12 años en adelante.
Las
fantasías de estas hermosas criaturas
son tremendas, conocerlas pondría los pelos de punta al personaje Hannibal
Lecter, asesino serial de la película El
silencio de los inocentes (The Silence of the Lambs
- 1988).
Como
vemos sus ataques vandálicos son contra el patrimonio
público (muros, trenes, kioscos). La propia palabra «patrimonio» nos sugiere nítidamente un «ataque al padre».
Existe
una forma eficaz para desmotivar a los pequeñuelos
revoltosos y consiste en reparar inmediatamente sus destrozos, sin
recriminaciones, sin agresiones y sin aplaudirlos, por supuesto. Entendamos que
ellos tienen que pasar por esa etapa y que seguramente cambiarán muy pronto
cuando observen que nadie se enoja y que los destrozos desaparecen
inmediatamente, como si su rebeldía contra el padre fuera inútil.
(Este es el Artículo Nº 1.927)
●●●
No hay comentarios.:
Publicar un comentario