sábado, 10 de noviembre de 2012

Hipótesis sobre los escupitajos en público



   
Es posible pensar que los varones que escupen en público, inconscientemente creen estar eyaculando ante los imaginarios objetos sexuales preferidos.

Ocurre con frecuencia que las personas amantes del psicoanálisis disfrutamos de las novelas policiales; especialmente gustamos de los detectives perspicaces, atentos a detalles que solo son significantes para quienes tienen una capacidad de observación particularmente aguda, minuciosa, obsesiva.

De hecho, cuando Arthur Conan Doyle (1859-1930) dio a luz literariamente al detective Sherlock Holmes, Sigmund Freud (1856-1939), amante de la literatura y mejor escritor que psicoanalista, era joven y hasta más apasionado que en su vejez.

Antes de proseguir, observe minuciosamente la semejanza en las épocas de nacimiento y muerte.

Los buenos detectives, además de coleccionar datos que otros no perciben, son grandes fabricantes de hipótesis.

Una hipótesis es la «Suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia». (1)

Antes de seguir, observe minuciosamente que se trata de una «suposición posible o IMPOSIBLE».

No es que el pensamiento más extravagante obtiene los mejores resultados, pero el sentido común está suficientemente atendido por la mayoría de los seres pensantes.

Cambio radicalmente de tema.

Es frecuente observar cuánta cantidad de varones acostumbran escupir en público. Si observamos minuciosamente qué gesto hacen cuando ejecutan su lanzamiento, veremos que es de total indiferencia, como quien realiza una tarea muy rutinaria.

¿Por qué estas personas tienen un hábito tan alejado de la buena educación, la elegancia y la higiene ambiental?

Una hipótesis IMPOSIBLE dice que ellos, al salivar inconscientemente sienten que eyaculan y lo hacen con la misma gestualidad que observamos minuciosamente en cualquier mamífero cuando copula con la hembra en celo, es decir, sin ninguna expresión emotiva.

Sería igualmente posible pensar que si observamos minuciosamente el sexo del público testigo de esa eyaculación oral, podemos inferir cuál es su opción sexual inconsciente.

 
 (Este es el Artículo Nº 1.744)

12 comentarios:

Marisa dijo...

Recientemente me enteré de que los adolescentes privados de libertad, acostumbran escupir las paredes de la celda de manera casi compulsiva.

Rubén dijo...

Salivar antes era más frecuente. Los hombres lo hacían incluso dentro del colectivo.

Oliverio dijo...

Permítame descreer de que los mamíferos eyaculen sin ninguna expresión emotiva.

Mariana dijo...

A las mujeres nos causa mucho desagrado ver a un hombre escupiendo; para la mayoría de los varones quizás resulte indiferente. De ahí no puedo deducir que a las mujeres nos desagraden los hombres. ¿Fue eso lo que ud quiso decir?

Enrique dijo...

La expresión de desagrado de una mujer ante el escupitajo de un hombre, puede significar sensibilización, la cual se disfraza de desagrado por motivos culturales.

Ingrid dijo...

El hombre escupe con indiferencia porque parecería que de ese modo demuestra ser viril. Si lo hiciera con vergüenza o cuidado, nos resultaría más chocante aún.

Marta dijo...

Durante la adolescencia la mala educación se usa como modo de reafirmarse frente a los adultos.

Clarisa dijo...

Conseguir una hembra con la cual tener sexo no es una tarea fácil ni rutinaria. Escupir con indiferencia y de manera rutinaria sería una forma de decir: ¨yo consigo hembras cuando se me antoja¨.

Oriente dijo...

Los detectives buscan la verdad. Quieren acceder a lo que realmente ha sucedido. Para ello arriesgan hipótesis razonables e hipótesis descabelladas. Pienso que es útil no descartar las hipótesis que nos parecen más alocadas. A veces las cosas están a la vista y en el lugar donde por algún extraño motivo no queremos mirar.

Enrique dijo...

Gracias a la observación minuciosa y obsesiva hemos avanzado en las ciencias.

Mª Eugenia dijo...

Escupir a alguien es un signo de desprecio. ¿Por qué se desprecia al objeto sexual? ¿Es una formación reactiva?

Eloísa dijo...

Nos pasamos haciendo suposiciones imposibles, pero no nos damos cuenta. No nos damos cuenta cuando se trata de suponer futuros ataques.