martes, 20 de noviembre de 2012

La poligamia masculina y femenina








Los varones tienden a casarse lo más tarde posible mientras que las mujeres aceptan casarse siendo más jóvenes.

En otro artículo (1) comento que si tratamos de entender al ser humano prescindiendo de las modificaciones impuestas por la cultura, podemos concluir que:

— Los varones somos polígamos, cazadores y nómades. La debilidad inherente al envejecimiento nos vuelve más sedentarios, menos cazadores y más bien agricultores o artesanos y monógamos, no solo por falta de apetito sexual sino por que las mujeres, al ser diferentes (polígamas de baja frecuencia), creen que la poligamia masculina, (de alta frecuencia), debe ser considerada amoral, licenciosa, promiscua, mientras que la femenina es indecorosa, avergonzante, indigna;

— Las mujeres son polígamas, aptas para la vida en familia (con padres, tíos, ancianos, visitantes, enfermos, niños), prefieren las tareas hogareñas (cocinar, ordenar, limpiar, tejer, coser) y son sedentarias;

— Más específicamente, las mujeres son polígamas pero como ellas no se sienten atraídas por todos los varones sino por unos pocos, en tanto que ellos responden fogosamente a la invitación que reciban de cualquier mujer, sin detenerse en algún tipo de selección, en los resultados, ellos ejercen la poligamia de forma más intensa que ellas, simplemente porque hombres y mujeres somos realmente distintos;

— Muchas mujeres rechazan la actitud masculina de buscar protección de la familia cuando ya están viejos.

No es científico pensar según criterios doctrinarios de igualdad entre los sexos o cualquier otra consideración ética: solo importa averiguar cómo es la realidad, cómo funciona en los hechos y reflexionar en torno a esos resultados, nos gusten o no nos gusten.

Los varones tienden a casarse lo más tarde posible y hasta sus madres, (que son obviamente mujeres), recomiendan que el varón debe hartarse de la vida libre, masculina, divertida, irresponsable, «para que cuando se casen sean emocionalmente maduros» y bastante monógamos.

(Este es el Artículo Nº 1.754)

14 comentarios:

Gabriela dijo...

Las mujeres que rechazan la actitud masculina de buscar protección en la familia o en su pareja cuando ya están viejos, tienen distintos motivos: puede que esos hombres busquen que les den, cuando antes ellos no han dado lo suficiente. Ya estuvieron enamoradas y no quieren empezar una nueva relación en su vejez porque temen enfrentarse a la realidad de su propia vejez y próxima muerte, viéndose reflejadas en el otro. Puede suceder que no quieran pasar trabajo, dado que se pasa trabajo con un viejo o con un enfermo al que no se ama. Si se lo ama ese es un trabajo al que nunca se renuciaría. También puede ser que la mujer sienta que está vieja y, afectada por estupideces culturales, crea que la vejez no es una etapa donde pueda gustarle a otra persona.
Buscar protección de viejo es natural y humano. Es humano dar esa protección. Todo lo que se pueda, sabiendo diferenciar con el corazón lo importante de lo secundario. Capaz que hay que renunciar a un trabajo para cuidar a los padres, o al compañero. Capaz que eso lleva a pasar estrecheces. Puede llegar a ser desesperante verse en la situación de no poder pagar los gastos médicos. Es muy, muy difícil. Pero quiero creer que se puede, que si el otro al que cuidamos muere y ya no lo tenemos para tomarle la mano, se fue con nuestras caricias y nuestros cuidados. Eso da paz, en medio del dolor da paz. No hacer por quienes se ama todo lo que estuvo a nuestro alcance deja una herida que quizás no pueda cicatrizarse.

Selva dijo...

me hizo acordar a una letra de tango que en una parte dice más o menos así: ¨cuando te des cuenta exacta, que te has pasado la vida en aprontes y partidas, muchacha te quiero ver¨

(puse muchacha y no muchacho porque me lo digo a mi misma)

Elena dijo...

Habitualmente las madres quieren que sus hijos ¨centren cabeza¨. ¿En qué se supone que tienen que centrar la cabeza? A mí me parece que esas madres se refieren a que su hijo debe centrarse en su trabajo, en su familia, en sus hijos. ¿Por qué? Porque la sociedad está organizada en familias y ese es el modelo imperante. No a todos tiene porqué irle bien ese modelo. Algunos tratarán de trabajar lo menos posible porque se dan cuenta que en la vida lo que más deseamos es ser felices, y que eso no se consigue sólo trabajando y haciendo plata. Otros no lo harán porque tienen una vocación muy fuerte y quieren dedicarse a ella en cuerpo y alma. Otros porque directamente no quieren formar una familia ni casarse, porque sienten, sincerándose consigo mismos que buscan otra forma de vida. ¡Tantos motivos habrán!

Lautaro dijo...

Los varones fueron cazadores y nómades hasta que aprendieron a cultivar sus alimentos y desarrollar la cría de animales. A partir de ese momento comenzaron a sentir gran apego por su tierra.

Ingrid dijo...

La creencia en que la poligamia es indecorosa es difícil de argumentar. Puede haber y hay, monogamias indecorosas.

Laura dijo...

No soy varón, así que no sé bien. Haciendo esa salvedad, pienso, creo, que no son la mayoría los varones que responden fogosamente a la invitación de cualquier mujer. Pasada la adolescencia, momento en que la sexualidad está intentando definirse (probablemente por cuestiones culturales más que por motivos biológicos), pasada la adolescencia con su imparable fuerza hormonal; una vez que se han vivido distinto tipo de relaciones con mujeres diferentes, creo que el varón también comienza a ser un poco más selectivo; a veces bastante más selectivo.

Alberto dijo...

Me parece muy importante eso que usted dice de reflexionar sobre los hechos, sobre la realidad tal cual es, nos guste o no nos guste. Esto es aplicable para todo. Si no nos autoengañamos, y confundimos lo que es con lo que quisiéramos que fuera.

Margarita dijo...

Se pueden tener muchas relaciones de verdadero cariño y amor que no incluyan lo sexual. También puede darse que esas relaciones incluyan lo sexual, pero ¿qué pasa en este caso?. Esa persona especial, a la que deseamos brindarle nuestro tiempo, con la cual queremos un vínculo verdaderamente profundo, se nos diluye. Quizás se pueda diluir. Porque nuestro corazón, nuestra mente y nuestra biología, todo eso que forma una sola cosa, tiene límites. Y sobre todo, como dije antes, nuestro tiempo tiene límites.
Es cierto que los vínculos amorosos nos llenan de energía. Cuando amamos estamos más capacitados para seguir amando. Pero no podemos considerar que amamos a alguien si no estamos ahí, al firme, cuando nos precisa. No por una cuestión ética, sino porque deseamos estar al lado del ser amado cuando nos necesita. Y no podemos partirnos en dos, tres o cinco partes.

Evaristo dijo...

Creo que muchas mujeres no estarían de acuerdo con esa generalización de que las mujeres prefieren las tareas hogareñas. Las que pueden pagar para que otra se las haga, muchas veces lo hacen. Se ve que no sienten tanta inclinación hacia las tareas hogareñas.
Del mismo modo, muchos hombres gustan de las tareas del hogar. Encuentran paz y disfrute en ellas.
Sé que usted en estos artículos que no pueden ser demasiado extensos porque si no no se leen, intenta explicarse a grandes trazos, no se detiene en las salvedades porque las da por obvias, pero igual me parece que vendría bien no dar por obvias algunas realidades.

Fabián dijo...

Sucede que los hombres nos casamos más tarde que las mujeres, también por el hecho de que en general el deseo de tener hijos no es tan imperioso en nosotros como en ellas.

Olegario dijo...

Mujeres y varones somos diferentes, es cierto. Por eso se nos hace difícil entendernos.
Igual yo insisto que más allá del sexo y del género, las PERSONAS somos diferentes.

Selva dijo...

¿qué es ser emocionalmente maduro?
Yo tengo mi propia respuesta: saber encontrar el camino propio, particular, de ser felices.

Jacinto dijo...

La vida masculina no tiene por qué dejar de ser libre y divertida sólo porque elija ser fiel y formar una familia.

Anónimo dijo...

Me está gustando este sitio y los temas que se abordan.
Comento respecto a este tema.
Creo que la poligamia es natural en ambos géneros, pero ha sido socialmenete impuesta a las mujeres primeramente por hechos económicos, que fueron manejados por las religiones. Luego se configuró la figura de pareja monógama.
Pero qué pasa con las sociedades en que hay abundancia de mujeres, en casi todos los rangos de edad? Hay desequilibrio intenso. Una cierto porcentaje tendrá pareja, hijos "legales" y una situación aceptable para desarrollar su vida sexual. El resto automáticamente esté excluido. Y todas las Solteras, o casi, para no errar, también sienten deseo sexual. Y los hombres, aunque tengan una esposa fiel en casa, difícilmente se podrán apartar siempre de "tentaciones".
Debemos situarnos en la realidad de que todos y todas somos seres sexuales, que necesitamos del contacto sexual y también del afecto, que disfrutarlo con una pareja, sea eventual o no, hace parte de una vida equilibrada y sana y que no tod@s pueden disfrutar (o sufrir) de el tipo de situación que en cada sociedad se considera ideal, para vivir el afecto, el sexo, y la paternidad o maternidad.
Eso es lo que tenemos en el mundo y a cada uno le toca adaptarse de la mejor forma que pueda hacerlo.
Ni criticar ni juzgar a quien no vive como uno mismo, o como lo considere ideal, mejor pensar qué haríamos en su lugar...

=)

Saludos