martes, 27 de noviembre de 2012

El diccionario y el amor



 

En un ejercicio semántico, constatamos que las acepciones del verbo «atraer» se corresponden con los vínculos en la pareja humana.

Los invito a una excursión lingüística, afectiva y reproductiva.

Subiremos al gran colectivo: el Diccionario de la Real Academia Española (1) y recorreremos las diferentes acepciones de la palabra «atraer»:

1. tr. Dicho de un cuerpo: Acercar y retener en virtud de sus propiedades físicas a otro externo a sí mismo, o absorberlo dentro de sí. El imán atrae el hierro. Un remolino atrajo al marinero.

(Como vemos, el verbo refiere a un fenómeno de acercamiento entre dos cosas [que también podrían ser personas]. En el ejemplo del «imán» podemos agregar que la parte activa la tiene él, pero si no fuera porque el hierro responde a esa atracción, nada ocurriría. Un trozo de papel, por ejemplo, no responde a la convocatoria de un imán. )

2. tr. Dicho de una persona o de una cosa: Hacer que acudan a sí otras cosas, animales o personas. La miel atrae las moscas. El hechicero atrajo la lluvia con una danza.

(En esta acepción aparecen las personas, como ocurre con los varones cuando son atraídos por una mujer hormonalmente en celo).

3. tr. Acarrear, ocasionar, dar lugar a algo. El cambio de Gobierno atrajo la inversión extranjera.

(Acá tenemos al fenómeno de atracción que con-mueve al varón elegido por ella).

4. tr. Dicho de una persona o de una cosa: Ganar la voluntad, afecto, gusto o atención de otra. U. t. c. prnl. El rey se atrajo a las masas.

(Ahora se define el efecto de seducción).

5. prnl. Dicho de las partículas de los cuerpos: Mantener su cohesión recíproca en virtud de sus propiedades físicas. Los átomos y las moléculas se atraen.

(Acá se define a las parejas estables, duraderas, vitalicias).

 
(Este es el Artículo Nº 1.761)

14 comentarios:

Gabriela dijo...

Quiero ser como las moléculas de un átomo, generar y que me generen una cohesión recíproca, duradera, vitalicia.

Elena dijo...

Las partículas de los cuerpos parecen morir, pero en realidad se transforman.
Siempre cito este verso de Quevedo:
¨quiero ser polvo enamorado¨.

Es menos poético pero más real:
¨yo quiero ser partícula que ama¨
Enamorada no, porque el enamoramiento muere. Quiero que mi enamoramiento de nacimiento al amor.

el poeta dijo...

Subí al gran colectivo Real y vi que la realidad no tenía tantos mármoles ni granitos. No tenía tantos oros ni oropeles. Sí tenía un verde cesped, macachines, tordos, hormigueros, gavilanes, lechuzas... Esa Realeza sin corona, llevaba enlazada entre los pinos tréboles de cuatro hojas.

Nazareth Inglese dijo...

Alguna vez intenté ser imán porque estaba enamorada de un hombre de papel. No sirvió de nada. Me quedaron sus ojos tristes clavados en los ojos míos, más tristes, más de laguna, más oscuros.
Un día me dormí soñándolo y pude ver que estaba muy lejos, en el país de otra mujer.

el poeta dijo...

Quise decir que ¨llevaba enlazada entre los pinos una BANDERA con tréboles de cuatro hojas¨.

Anónimo dijo...

Un hombre de hierro fue atraído por mi imán. Tan fuerte era mi imán, tan fuerte en calor y ganas, que el hombre de hierro se derritió.

Marcia dijo...

Eso de las mujeres hormonalmente en celo me sigue rechinando. ¿A ud le parece que la cultura no complica el tema del celo? Nuesrto inconsciente, ¿no complicará también el período de celo? No digo que no exista, concuerdo en que somos mamíferos. De todos modos no me parece que sea tan así como ud. dice.

N.A. dijo...

Tantas definiciones del verbo atraer me llevan a pensar que la atracción entre personas del mismo sexo se da todo el tiempo; sólo que en general no incluyen lo sexual. Que no lo incluyan para mí es una pérdida. Explico lo de pérdida: se pierde una dimensión importántisima de la comunicación humana y de la forma que tenemos de transmitirnos el afecto.

Lucas dijo...

Rescato lo de otro externo a si mismo (en el ejemplo del imán y en todos los ejemplos).
No olvidemos eso: que el otro es uno externo a nosotros mismos. Aunque lo sintamos, con virtud, como parte de nosotros mismos.

Lucía dijo...

Las mujeres amamos al ser que crece en nuestro cuerpo. Amamos al hijo que se alimenta de nuestro cuerpo, que sale de nuestro cuerpo después de nueve meses. Por eso no es fácil para las mujeres abstenerse de absorber al ser o los seres amados.

Mabel dijo...

Atraer acarrea, ocasiona, inversiones extranjeras, y acarrea a veces malestares, sinsabores, o si no felizmente acarrea proyectos, festejos, proyecciones, deslumbramientos, trabajos, esfuerzos, complicaciones.

Lautaro dijo...

Atraer a punto tal de ganarse la voluntad de otro se da una vez entre miles. Cuando se da, no habría que permitir que eso se pierda, que se diluya. Puede ser el comienzo de una construcción, la punta de la madeja de un sueño. Por eso es importante la confianza en si mismo y en los otros. La razonable confianza, no la omnipotencia ni la ingenuidad.

Barón de Montesquieu dijo...

Si me gano tu atención todo va a fracazar.
Si percibo tu atención lo nuestro puede empezar.

Alicia dijo...

Yo hago que acudan a mí las personas que tienen ganas de hablar. Se ve que tengo algún imán oculto que yo no veo pero los otros sí. Me gusta que me hablen, pero no todo el tiempo. Mi trabajo consiste en escuchar, y cuando salgo del trabajo me vienen ganas de hablar.