lunes, 19 de noviembre de 2012

Los estudiantes son inmigrantes



 
 
El sistema educativo trata a las nuevas generaciones como si fueran bienvenidos inmigrantes, con quienes necesitamos conocernos mutuamente.

En otro artículo (1) les comentaba que la insoportable vida estudiantil, tratando de aprender conocimientos aburridores que jamás habremos de necesitar en el futuro, es en realidad un proceso que la cultura ha creado para facilitar y optimizar el desarrollo de todas nuestras potencialidades anátomo-fisiológicas.

Por lo tanto, insisto sobre el concepto, no es la memorización de esos conocimientos lo que más importa sino el efecto indirecto de estudiarlos, esto es, desarrollar, ejercitar, formar, desplegar, de una manera sistemática, ordenada, progresiva, protegida, estandarizada, las potencialidades de los nuevos ciudadanos.

Otro objetivo, nunca explicitado, que justifica hacer ese trabajoso recorrido por temas que, en el momento de estudiarlos, no nos interesan para nada, consiste en lograr dos resultados:

Asegurarnos como adultos de que las nuevas generaciones conozcan básicamente los asuntos más interesantes, solo para que sepan que existen, como quien llega a un nuevo país (los jóvenes llegan a una vida nueva), y visitan un mercado solo para saber con qué pueden contar en cuanto a alimentos, vestimentas, servicios.

En otras palabras, ese recorrido por varios temas es turístico, es informativo, es una exhibición solo para que estén enterados y sepan con qué pueden contar, qué pueden aspirar y, simultáneamente también, darles pautas de qué no podrán conseguir en esta ciudad.

El recorrido turístico que le imponemos a las nuevas generaciones, como si fuera un contingente inmigratorio, es para que sepan qué pueden buscar y que no vale la pena que busquen porque no lo encontrarán.

A la vez que los adultos les proporcionamos esta excursión obligatoria, egoístamente averiguamos cuáles son los talentos que poseen estos inmigrantes, porque de más está decirlo, contamos con ellos, seguramente los necesitaremos, queremos saber cómo podrán ayudarnos.

(1) Por qué estudiar temas inútiles

(Este es el Artículo Nº 1.753)

14 comentarios:

Gabriela dijo...

Sólo los jóvenes, sólo ellos mismos son los que sabrán qué es aquello que no vale la pena buscar.

Facundo Negri dijo...

El recorrido turístico de los jóvenes por el nuevo mundo está lleno de sinsabores y dificultades.

Margarita dijo...

También tiene cosas sorprendentes y muy disfrutables, Facundo.

Ernesto dijo...

Estoy de acuerdo con Facundo. Los inmigrantes al principio la pasan bastante mal.

Margarita dijo...

En todas las aventuras hay momentos difíciles.

Elena dijo...

Gracias a que los jóvenes son capaces de buscar y crear cosas nuevas, la humanidad tiene logros y hasta avances.

Alicia dijo...

Lo que los jóvenes aprenderán que no vale la pena buscar -si tienen suerte- es un refugio en su niñez.

Macario dijo...

A veces la niñez es un buen refugio. Es así cuando ya nos hemos convertido en adultos. Y con la condición de que podamos entrar y salir del niño interior cada vez que sea oportuno.

Lautaro dijo...

De verdad estaría bueno que los adultos explicitaran las finalidades de la enseñanza formal. Lo que pasa es que ellos le tienen miedo a la confrontación con los jóvenes. Necesitan tenerlos bajo control y dominarlos.

Natalia dijo...

Los adultos no creen en los acuerdos con los jóvenes.

Germán dijo...

No me parece que las potencialidades de los nuevos ciudadanos tengan que desarrollarse de manera estandarizada.

Sofía dijo...

Los jóvenes tienen que saber lo que esperamos de ellos, y también tienen que saber que a los adultos se los puede desobedecer.

Aldo dijo...

Somos unos cuantos los estudiantes que nos interesamos por los temas que se nos proponen para estudiar.

Eduardo dijo...

Para mi gusto está demasiado lleno de adultos como Peter Pan. Aunque ese personaje sea encantador.