Los ciudadanos más capaces optimizan su desempeño si
saben que la fortuna que puedan acumular será disfrutada por sus herederos.
En una serie de artículos de
reciente publicación (1), les he comentado que el ser humano no se desarrolla
adecuadamente, ni en la indigencia, ni en la riqueza exuberante.
En la misma línea teórica de
esos artículos, cabe mencionar que el derecho a dejar la riqueza acumulada a
los descendientes (herederos) cuenta con personas a favor y otras que se
oponen.
Quienes se oponen alegan que
nadie debe disponer de lo que no se ganó con su esfuerzo y los que están a
favor dicen que la persona que logra amasar una fortuna tiene el aliciente de
que el resultado de su esfuerzo podrá ser disfrutado por sus seres queridos
(herederos), en vez de ir a parar a las arcas del Estado o de la Iglesia.
Por lo tanto, las herencias
suelen dificultar el desarrollo personal de los herederos porque todo lo
reciben sin su esfuerzo, como ocurre en los países de suelo y subsuelo muy
ricos, en los que las nuevas generaciones heredan riquezas territoriales que
difícilmente los alienten a trabajar con ahínco.
Por el contrario, los
ciudadanos más capaces optimizan su desempeño si saben que la fortuna que
puedan acumular será disfrutada por sus seres queridos. Si los más
emprendedores y exitosos supieran que su fortuna pasará a manos del Estado o de
alguna Iglesia, quizá no se sentirían estimulados para dar lo mejor de sí.
(Este es el Artículo Nº 2.176)
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2 comentarios:
Esta demostrado, es necesario tener un¿por que? en la vida todo extremo es negativo.
Esta demostrado, es necesario tener un¿por que? en la vida todo extremo es negativo
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