Quienes están
determinados para estudiar y pensar son personas débiles, que no hacen lo que quieren (libre albedrío),
sino que están determinadas para ser como son.
Suelo comentar con ustedes algunas ideas que intentan
fundamentar por qué el libre albedrío no existe, en tanto estamos 100%
determinados por una cantidad enorme de estímulos que nos inducen a hacer o no
hacer todo eso que hacemos o no hacemos. (1)
Esos estímulos son, por ejemplo: genéticos, ambientales,
sociales, climáticos, históricos.
En este artículo y video me
concentro en repetir la idea, pero agregando que la mayoría de los seres
humanos ni piensa ni estudia y sin embargo viven.
Cuando digo la mayoría estoy sugiriendo,
además, que es muy probable que sea correcto dejarse llevar por los factores
que nos determinan pues, al creer en el libre albedrío y suponer que podemos
tomar buenas decisiones pensando y estudiando mucho, estamos siendo llevados
(determinados) por una creencia sin fundamento.
Sin embargo, si pudiéramos ser objetivos en la evaluación de
estos asuntos, quizá llegaríamos a la conclusión que a los humanos no nos va
igual en la vida estudiando y pensando que prescindiendo de esas actividades.
Por el contrario, quienes estudian y piensan asuntos
referidos a la existencia y cómo administrarla, tienen vidas diferentes a las
de quienes prescinden de esas ocupaciones.
Este hecho no necesariamente indica que es posible controlar
la existencia, (como opinan los creyentes en el libre albedrío), sino que
también puede significar que algunas personas están determinadas para hacer ciertas tareas (estudiar, pensar) y no
otras.
¿Qué les ocurre a quienes estudian y piensan? Probablemente
son más esclavos de eso que leen y piensan y, al ser más esclavos, son más
previsibles, obedientes, sumisos, controlables, gobernables, gracias a lo cual
reciben premios de los padres, maestros, gobernantes y la sociedad en su
conjunto.
En otras palabras, no es que los estudiosos y pensadores
sean mejores porque hacen eso, sino que estas particularidades suelen estar
asociadas a personas sumisas, temerosas de transgredir las normas, muy
dependientes de la opinión ajena. Esos rasgos de temperamento los convierten en
ciudadanos escasamente problemáticos, por lo cual son premiados, mimados,
cuidados.
Una persona estudiosa y que piensa quizá tenga buenos
ingresos económicos porque consigue mejores trabajos, (porque tiene buen
comportamiento en general), quizá tenga más poder porque este le es asignado a
quien es poco probable que abuse de él, seguramente tenga amigos con un perfil
similar al suyo («dime con quién andas y te diré quién eres»), gracias a lo
cual quizá también así aumente su cuota de poder socialmente legitimado.
En suma:
Quienes están determinados para estudiar y pensar son personas débiles,
inseguras, sumisas, obedientes, que tienden a ser previsibles, probablemente
honestas (por temor a los castigos), sinceras (por temor a la crítica),
disciplinados (para recibir la aprobación de jefes y compañeros), solidarios
(por temor a quedarse desprotegido). Es decir: no hacen lo que quieren (libre
albedrío), sino que están determinados para ser como son.
(1) Los artículos
sobre este tema se concentran en un blog titulado Libre albedrío y determinismo.
(Este es el Artículo Nº 2.174)
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