jueves, 13 de marzo de 2014

La mente está constituida por tejido óseo


Quizá le mente sea tan rígida como el cráneo que la contiene.

En dos artículos ya publicados (1), les comentaba mi hipótesis según la cual nuestra psiquis no acepta cualquier idea. Solo para facilitar mi explicación, apelé a comparar las ideas con los zapatos, en tanto unas y otros no son fácilmente intercambiables entre las diferentes personas.

Tendemos a imaginar que todo lo que pensamos, creemos, afirmamos como verdades, ha llegado a nuestra mente gracias a un riguroso proceso de selección razonable. Creemos que todo lo que afirmamos como válido ha superado diferentes controles de calidad, dirigidos por nuestro razonamiento.

No es así. Más aún: si intentáramos informar sobre cómo fue que llegamos a decidir que tal religión es la mejor, o que tal marca de vehículos es excelente, o que tal cuadro deportivo es el único aceptable porque todos los demás no tienen los méritos del que hemos elegido; si tuviéramos que fundamentar esas decisiones, repito, no podríamos.

Les contaré algo de nuestra familia uruguaya.

Desde hace varios años hemos elegido como presidente de la república a un ex-guerrillero (José Mujica), cuyo aspecto físico, su forma de vestir, de hablar, de calzar, de representarnos a todos ante los organismos internacionales deja mucho que desear.

Muchos de sus opositores (uruguayos y extranjeros), creen que «la verdad no puede desentonar con el buen gusto». Es decir: el desaliño de su persona descalifica fuertemente su gestión y sus discursos. A pesar de que la prensa internacional no para de hablar bien de él, en el interior de nuestro país negamos las buenas ideas y la buena gestión de gobierno, entre otros motivos, porque desentona con el buen gusto.

Esta anécdota intenta demostrar hasta qué punto nuestra resistencia a ciertas ideas es irracional, aunque nos esforzamos por fundamentar el rechazo con pseudo razonamientos y sin poder reconocer que nuestra mente es incapaz de admitir ciertas propuestas, así como también es incapaz de abandonar otras.

Quizá le mente sea tan rígida como el cráneo que la contiene.



(Este es el Artículo Nº 2.166)


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