jueves, 4 de julio de 2013

La armonía global de la que dependemos



 
La salud o la enfermedad, la vida o la muerte, están determinadas por la coordinación armónica de factores ajenos a nuestro control.

En otro artículo (1) comento que la cantidad de dinero del que cada uno dispone está determinada por sus características orgánicas personales.

En el artículo mencionado digo que la cantidad de dinero que cada uno tiene está relacionada con lo que su cuerpo necesita tener.

Estoy comparando el dinero con la glucosa, la urea, la sangre, el aire, el agua.

En otras palabras, nuestro cuerpo está permanentemente utilizando miles de insumos propios de nuestro planeta. Algunos insumos están adentro de nosotros (glucosa, urea, agua) y otros están afuera.

De los insumos que están afuera del cuerpo, algunos son propios de la naturaleza (atmósfera, suelo firme, atracción gravitacional) y otros son propios de la cultura (leyes, costumbres, urbanización).

Estamos sanos durante todo el tiempo que se mantiene un equilibrio dinámico de estos factores necesarios o imprescindibles.

Estamos sanos durante todo el tiempo en que nuestro nivel de azúcar (o urea) en la sangre se mantiene dentro de cierto rango de valores, mientras estamos adecuadamente hidratados, mientras nuestros órganos funcionan correctamente.

Estamos sanos durante todo el tiempo que la atmósfera conserva ciertos valores de oxígeno, el nivel del mar no asciende en exceso, los vientos circulan a cierta velocidad.

Estamos sanos durante todo el tiempo que las condiciones sociales conservan ciertos rasgos de orden, seguridad, previsibilidad, solidaridad, respeto mutuo.

Es posible pensar que cada instante de nuestra vida está posibilitado (habilitado, permitido) por la armonía cambiante que tienen los factores que la hacen posible.

Cada organismo (animal o vegetal) puede tolerar algunas alteraciones de esta armonía global sin dañarse. Toda extralimitación (por exceso o por escasez), produce deterioros que pueden ser reversibles (enfermedad curable) o irreversibles (secuelas irreversibles o muerte).


(Este es el Artículo Nº 1.948)

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