Nuestra psiquis funciona como una organización burocrática. Algunos departamentos se dedican a recibir datos en el mostrador (contacto con la realidad), otros procesan esa información para poder presentársela a los centros de decisión (realizar o no realizar cierta acción), otros controlan el propio funcionamiento («¿estoy haciendo las cosas bien?»).
Como en el caso de una oficina pública, el contacto con la realidad (el dato recibido del mundo exterior) puede ser alterado durante el trámite porque el órgano de decisión ya dio la orden de que ciertos temas prefiere no conocerlos porque lo perturban (sobre todo aquella información que perjudica sus intereses).
También los datos se distorsionan porque cada departamento se cuida de que el departamento de control interno no emita juicios descalificantes. En general todos los departamentos actúan cuidándose de no ser perjudicados y siempre están buscando formas de disminuir el esfuerzo y aumentar las ganancias.
El proceso es lento y suele pasar bastante tiempo entre que la información fue recibida en el mostrador (por ejemplo, la persona-institución burocrática se enteró de que tiene el colesterol demasiado alto) y que se toma alguna decisión.
Recordemos que una de las acciones posibles es no hacer nada, dejar que las cosas se arreglen solas, ignorarlas, «hacer la vista gorda», «hacerse el distraído».
Cada vez que criticamos la ineficiencia de algunas organizaciones burocráticas, estamos haciendo una crítica autobiográfica, aunque en este caso el trámite consiste en criticarnos indirectamente para evadir toda necesidad de cambio.
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17 comentarios:
Este texto me hizo acordar a cuando leí El Proceso de Kafka.
Todo lo que inventamos en realidad lo reinventamos porque ya existe en la natura y los humanos más inteligentes logran reformular y readaptar. Por ejemplo los murciélados ya tienen el radar, las abejas escriben en el aire, los osos parecen solitarios pero están comunicados por el olfato.
Tanto las organizaciones burocráticas como las personas, tenemos aversión a los errores. Tantos controles de los primeros equivalen a tantas precauciones de los segundos.
Una vez más tengo que felicitarlo por el acierto y sutileza que tiene para insertar las imágenes más ilustrativas de sus textos.
Las burocracias ahora están menos lentas que antes porque la informática ha quitado muchos seres humanos del proceso administrativo.
Adhiero a esa decisión de no hacer nada para que las cosas se arreglen solas.
En mi caso, lo más divertido es que a mí me va mejor que a mi padre y él no puede aceptar que yo lo logre siendo un flor de despelotado.
El trabajo que hace mi departamento de inspección y censura es el que no me deja dormir por más cansado que esté. Se vé que se reunen todos los funcionarios en mi cabeza y discuten a los gritos. ¿Cuándo se tomarán licencia?
Los lentos procesos que llevan la mayoría de las cosas a veces se me hacen insoportables. La espera y la incertidumbre me provoca angustia.
Tiene razón. La decisión se expresa en un instante pero todo el tiempo que necesitamos antes para llegar a formularla, no lo sabe nadie. A mí por ejemplo, me pasó que tomé la decisión de divorciarme de mi marido antes de conocerlo.
Tendría que ir al médico pero invento mil escusas porque le tengo miedo a lo que pueda decirme.
Quiero cambiar al mejor estilo de los cuentos de hadas o con un toque de la barita de Harry Potter.
No pude darme cuenta de que mi hija estaba embarazada hasta que llegó a los 7 meses de gestación. Evidentemente no quería verlo.
La autoevaluación, o controlar el propio funcionamiento, como ud. dice, es muy difícil. Nos pasamos evaluando a nosotros mismos sin darnos cuenta y ahí no somos concientes del problema. Este surge cuando tenemos que compartir con otros nuestra autoevaluación.
En mi barrio todo el mundo se pasa coleccionando datos de la realidad.
Tengo el colesterol alto pero no le voy a hacer caso al médico con el tema de las comidas porque lo mío es nervioso.
Cuando alguien se mete en serio en el problema de otro, en tratar de entenderlo, sucede que en lugar de decirte "tenés que hacer esto u esto otro" , empiezan con "ya vas a ver que las cosas se van a ir arreglando"
Me gusta la gente positiva y optimista; lo que no me banco es que con tal de ser positivos usen los mismos argumentos para decirte blanco que negro.
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