martes, 25 de noviembre de 2008

¿Cuál es mi hijo?

El varón no tiene cómo estar seguro de que los hijos que está ayudando a criar sean suyos. Puede suceder que el hijo tenga un parecido físico que disipe las dudas que pudiera tener. También tenemos las confrontaciones genéticas (estudio y comparación del ADN), aunque por ahora éstas sólo son usadas en casos de litigios complejos. Sin embargo, en la mayoría de los casos la duda puede ser permanente.

Esta inseguridad del varón deriva en que puede no ser un fiel cumplidor de su responsabilidad paterna. Estoy mencionando el delito de infidelidad.

La sobrecarga que la naturaleza ha depositado en el cuerpo de la mujer nos obliga a todos a tomar medidas compensatorias pues de lo contrario ella podría ser ineficiente, produciendo nuevos ejemplares que por su incapacidad pongan en riesgo la preservación de la especie. La medida compensatoria más importante es la de coaccionar al varón de quien se supone que son los hijos.

Como se puede ver, la situación es confusa, no cuenta con una solución perfecta y es preciso caer en la violencia de la coacción.

En suma: como el macho humano puede no sentirse responsable de los hijos de su esposa y dado que ésta no puede encargarse sola de la crianza de sus hijos, las sociedades creamos normas por las que el hombre se convierte en una especie de esclavo de la mujer madre de sus (supuestos) hijos.

A partir de este estado de cosas, surgen efectos secundarios ideseables, propios de la coacción y de la esclavitud, que se manifiestan en infidelidades, reacciones violentas, evasiones, ineficacia económica, pobreza, cardiopatías, adicciones, etc.

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20 comentarios:

Anónimo dijo...

Este artículo me recuerda a un compañero de trabajo que les decía CORNICHELLI a todos sus pares varones.
A veces las bromas esconden grandes verdades.

Anónimo dijo...

El principal encanto de mi mujer es que confío en ella ciegamente.

Anónimo dijo...

Ud sugiere entonces que la inserguridad del varón es la causa principal de que después le pegue a la esposa?

Anónimo dijo...

Cuando un león se apodera del dominio de otro, mata a todas las crías que éste tuvo con las leonas que antes le pertenecían.

Anónimo dijo...

Me parece que por infidelidad entendemos otras cosas. Además no es un delito sino en todo caso una falta.

Anónimo dijo...

Es vergonzoso cómo una no recibe todo el apoyo que necesita para que ellos cumplan con el aporte económico cuando se divorcian.

Anónimo dijo...

Soy uruguaya y el gobierno acaba de vetar la despenalización del aborto por nuestra sola voluntad. Estoy desolada: se confirmó oficialmente que mi cuerpo no es mío sino de la sociedad. En cualquier momento me exportan como "mujer en pie".

Anónimo dijo...

La suerte mete la cola por todos lados igual que el diablo. Mis 2 hijos son idénticos al padre. ¡Me salvé!

Anónimo dijo...

Nunca estuvimos del todo seguros pero las crías son nuestras!!

Anónimo dijo...

Si se llega a la violencia de la coacción es porque el padre no merece el título.

Anónimo dijo...

Nunca se me habría ocurrido calificar a la paternidad como una esclavitud.

Anónimo dijo...

No se puede ser padre o madre por azar. Tome la decisión y las precauciones necesarias.

Anónimo dijo...

Si nosotros somos los supuestos hijos, entoces nuestro padre es el supuesto padre, y un supuesto padre no merece demasiado respeto.

Anónimo dijo...

¿Así que si una se casa y tiene hijos puede convertir a su esposo en su esclavo? No es mala idea.

Anónimo dijo...

Mi mujer presenta todos los efectos secundarios propios de la coacción y de la esclavitud. Ella dice que como le hicieron cesárea no puede estar un 100% segura de estar criando a su hijo.

Anónimo dijo...

No se trata de que el macho humano puede no sentirse responsable. Directamente NO se siente responsable. Por eso chica, si tu marido es un buen padre, fuiste bendecida!

Anónimo dijo...

Para que el varón sienta que la cría es suya hay que darle un tiempo. A la mujer le resulta fácil, la siente crecer durante 9 meses en su cuerpo. El varón sólo ve una panza que se infla hasta que un día aparece una personita llena de reclamos.

Anónimo dijo...

Las actitudes con respecto a la crianza, del macho y de la hembra, varían notablemente de una especie a otra. Vaya a saber cómo éramos nosotros los humanos, cuando teníamos el instinto más vitalizado.

Anónimo dijo...

Cada vez será más fácil hacer estudios de ADN, así que vayan buscando otros argumentos, hombres.

Anónimo dijo...

Cuando la especie era hermafrodita, no existían estos problemas.