Una persona puede tener una fobia y no molestar a nadie con su particularidad psíquica. El problema se nos presenta cuando esa persona no asume que tiene una fobia y afirma que lo que está mal es el mundo.
Por ejemplo, los ratones y las ratas son roedores que viven cerca de los humanos desde siempre. El rechazo enfermizo (fobia) a estos animales es bastante generalizado. Por este motivo estamos pensando que son alimañas y que deben desaparecer como especie.
En este caso, la fobia de un grupo importante de personas impone el criterio de que la ecología para con esos objetos fobígenos (objetos de fobia) debe consistir en su erradicación.
El rechazo fóbico no siempre es tan notorio como el que se teatraliza con una mujer histérica parada arriba de una silla, gritando como si la amenazara un león hambriento. A veces es más moderado, sutil, disimulado y hasta elegante si usted me permite la exageración.
La fobia a las enfermedades se disfraza como una conducta responsable aunque se tomen medidas extremas que recortan muchas libertades, derechos y placeres. La fobia a la pobreza es presentada como una lucha digna de las personas solidarias, buenas, generosas, aun cuando existan pobres que toman esa respetable opción.
En suma: La actitud fóbica suele presentarse como «simple intolerancia» para quitarle la característica patológica que tiene la fobia. Y para purificar aún más la imagen de estas personas, se pregona la santidad de esas intolerancias.
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20 comentarios:
Uno de mis hijos es bastante obsesivo y nos dificulta la convivencia porque él está seguro de que todos debemos ser tan minuciosos como él o se pondrá violento. A veces no sé cómo terminará todo esto.
Igual que ud ha escrito alguna vez, la sociedad consumista necesita de los neuróticos.
Más perjudiciales que los fóbicos a mi me parecen los fanáticos, que no sé que enfermedad tienen pero crispan cualquier atmósfera.
Esto de socializar las enfermedades es como lo que hacen los banqueros que socializan las pérdidas.
No puedo ser puntual y lo que procuro es que la gente se olvide de los relojes.
A una vecina le robaron el televisor y los otro 49 copropietarios quieren contratar a un ejército para que rodeen el edificio armados a guerra. ¡Estamos todos locos!
Intolerante es un insulto y fóbico una característica psicológica. Prefiero que me digan fóbico a intolerante.
Asumo que es verdadero terror el que le tengo a las ratas y los ratones. Va más allá de cualquier razonamiento.
A veces parece que 2000 años no sirvieron de nada cuando ves a la gente que está dispuesta a liquidar el problema de la inseguridad ciudadana, llevándose presos a los niños.
Las enfermedades me asustan muchísimo, pero sólo cuando me acuerdo de ellas. Por suerte no las tengo muy presentes, sería penoso tener que vivir así.
¿Cómo se presentaría esa fobia a la pobreza de la que usted habla? ¿Se trata de gente muy trabajadora y responsable? ¿Se refiere a las personas que menosprecian al más pobre?
Ahora mismo quisiera que me viniese una fobia que me ayudara a dejar el cigarro.
Soy intolerante con los intolerantes.
Mi hermana de niña le tenía fobia a los globos y molestaba sólo en los cumpleaños.
El mundo está mal, la Tierra está enferma, el aire no es el mismo, ni qué hablar del agua. Sólo Green Peace puede mostrarnos el camino.
¡cómo que las ratas y los ratones viven cerca! ¡no me lo había dicho! ¡nadie me lo informó! ¿pero yo nunca las veo? ¿está seguro? No usted está exagerando. Acá no hay ninguna rata.
A los uruguayos nos erradicaron los indígenas y así estamos...sin garra charrúa.
Si viene un león hambriento, me entrego sin oponer resistencia, pero si veo o escucho una rata, me cuelgo de la araña (quise decir la lámpara, obvio, porque las arañas tampoco me van y menos las víboras)
La lucha digna y solidaria de las personas contra la pobreza, viene desde las tripas cuando la encabezan los mismos pobres.
Las palabras ecología y erradicación ¿se bancan juntas en un mismo párrafo? ¡qué tolerantes!
Quiero un grupo fuerte de intolerantes con la pobreza. Trabajen muchachos. Volveré y seré millones.
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