domingo, 9 de noviembre de 2008

Caín y Abel

— ¡Querida Matilde! ¡Por fin llegaste! ¡No aguantaba un día más sin tu compañía!

— Sin embargo viniste a recibirme con la única camisa que sabes que me trae pésimos recuerdos.

— En realidad no me acordaba de ese detalle, pero además es la única limpia que me va quedando, porque sabes que la señora que me...

— ...te hace lo que tu deberías poder hacer y no haces porque piensas que esas tareas son de mujeres... Vengo de un mundo donde los hombres son seres humanos y las mujeres son seres humanos. SON IGUALES. ¿ENTIENDES ESO?

— Está bien Matilde, pero por qué me gritas. ¿Recién llegaste y ya retomaste el malhumor local?

— Te grito porque acá hay un gentío horrible y este aeropuerto es tan chico que parece una cabina telefónica. Ni el peor país de África tiene tanta incomodidad para recibir a los turistas.

— No te pregunto cómo te fue en el viaje porque ya veo que te dejó con el carácter más podrido que antes. Consigamos un taxi.

— ¿Cómo? ¿Y nuestro auto?

— Quedó en el taller porque olvidé reponerle aceite y se fundió el motor. ¿Te sobró algo del dinero que llevaste para el viaje?

— Vengo con las tarjetas de crédito desbordantes de facturas del país que me pidas.

— Entonces vas a tener que hablar con tu papá porque acá la cosa está que arde. No tengo un peso partido por la mitad.

— (Suena el celular de ella) ¡Hola Alberto! ¿Dónde estás? ¿DÓNDE? ¿Me viniste a buscar? ¡Ay! ¡Ahora te veo! ¿Qué haces en ese Volvo nuevo? Sí, sí, me voy contigo así te cuento todo. (Dirigiéndose al esposo) Miguel, vete solo que me voy con tu hermano. ¡Chau!

— ¿No me das ni un beso?

— Otro día te daré dos.

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20 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay quienes se rematan al mejor postor en busca de placeres nada más.

Anónimo dijo...

Los relatos tan breves no nos dan tiempo a posicionarnos en la situación.

Anónimo dijo...

Deseo a mi cuñada y odio a mi hermano. ¡Qué coincidencia!

Anónimo dijo...

Esto pudo suceder en el algún aeropuerto de una provincia pobre.

Anónimo dijo...

Algo me dice que este desdichado cornudo utiliza alguna sórdida manera de vengarse de sus victimarios.No es un personaje débil sino solapado y acomodaticio. Quizá la esposa lo viene apoyando económicamente desde que se casaron y se hartó.

Anónimo dijo...

Me hiciste recordar lo que dijo Anton Chejov: "Describe tu aldea y retratarás el mundo". Ahora podría decir: "Describe tu familia y retratarás el ser humano".

Anónimo dijo...

Ya que otro tuvo la iniciativa yo también opino. Me resultan más fáciles de leer los diálogos donde se aclara quién habla, como en las obras de teatro.

Gracias y ¡adelante!

Anónimo dijo...

Una pareja verdaderamente repugnante.

Anónimo dijo...

No sé para dónde apunta Licenciado. Debe haber algún gato escondido pero no lo veo.

Anónimo dijo...

¿Por qué el diálogo lleva el nombre de Caín y Abel? ¿Es por Miguel y Alberto? ¿El volvo qué simboliza? ¿Por qué ella no se alegra cuando lo ve en el aeropuerto? ¿La cosa venía mal de antes? ¿Se va con el cuñado y volverá luego a darle 2 besos a su marido? ¿Cúal es el tipo de relación entre Matilde y Alberto? ¿Qué carajo me importa todo esto?

Anónimo dijo...

Hay una camisa que no soporto. Es la que tenía puesta Miguel el día que lo conocí. No hay forma de hacerle entender que ya no lo quiero, ni sutilmente (si puede considerarse sutil) como con lo de la camisa, ni directamente dejándolo una semana plantado para ir con el hermano. Él no quiere enterarse de que ya no me interesa ni un poquito. Aparece en los lugares más inesperados, siempre malactuando una especie de "yo qué sé, no me di cuenta". Me hace acordar a mí cuando andaba atrás de Alberto.

Anónimo dijo...

Matilde se cree muy lista y bonita pero está haciendo un triste papel. Lo único que me interesa es la guita del viejo.

Anónimo dijo...

Esta mujer no sabe dónde está parada. Es fácil y barata pero se las da de intelectual y feminista. Con mi hermano la vamos llevando, un rato cada uno, porque el suegro en cualquier momento se nos muere.

Anónimo dijo...

Estos tarados no se imaginan los planes que tenemos con Matilde.

Anónimo dijo...

Estoy deseando que maten a mi doble para sentirme libre por primera vez, después de 40 años.

Anónimo dijo...

Llegamos mal y tarde. Fuimos fríos, calculadores, nos demoramos estrictamente lo necesario.

Anónimo dijo...

Los aeropuertos africanos son seguros, espaciosos y tranquilos.

Anónimo dijo...

¡Qué pareja insoportable! Me puse los auriculares para escuchar música y no oírlos pero fue totalmente inútil. Un soprano y una contralto con necesidad de descargar su potencial en el medio del campo y sin micrófonos.

Anónimo dijo...

No le queda una camisa limpia porque es ciclotímico y cambia de humor como de camisa. Está más loco que una cabra.

Anónimo dijo...

No somos para nada horribles. Esta mujer con su mala onda estropea el ambiente más confortable. De nada sirvió distribuir los muebles y las cabinas según los principios del fenshui.