jueves, 27 de noviembre de 2008

«Ayúdote que me ayudarás»

En el artículo publicado hace unos pocos días y titulado «Necesito que te vaya un poco mal» señalo que el amor dentro de una pareja incluye un sentimiento que parecería ser moralmente reprobable, esto es, desear que el otro quede en deuda con nosotros para que nunca nos abandone y para lo cual puede hacer falta que padezca algún trance que nos permita ayudarlo para generarle una deuda de gratitud hacia nosotros.

Agrego ahora que esta actidud —que la mayoría de las veces es inconciente— incluye a los hijos pero con una particularidad y es que éstos inevitablemente pasan por un período en el cual los padres son siempre imprescindibles porque están muchos años sin poder valerse por sí mismos.

Antiguamente esta situación se generaba explícitamente y todos la aceptaban. Los padres tenían varios hijos para que ayudaran a las tareas de la casa y para que cuando el envejecimiento ya no les permitiera seguir produciendo, alguno de los ellos oficiara de «jubilación y asilo».

Los padres sabían que esta costumbre debía ser inculcada a todos los hijos, no solamente en sus aspectos prácticos sino —y fundamentalmente— en la motivación. Era muy frecuente que al niño se le hiciera ver que todo eso que se estaba haciendo por ellos (cuidarlo, alimentarlo, hacerle regalos), algún día lo debería pagar haciéndose cargo de los padres ancianos.

Hoy en día, cuando aquella costumbre parece haberse extinguido pues los padres cuentan con algún seguro de vejez, de asilo y hasta de entierro, igualmente continúa la intención (ahora sí, inconcientemente) de que los hijos estén en deuda moral porque lo que no hay forma de resolver en una economía capitalista es el abandono afectivo.

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20 comentarios:

Anónimo dijo...

En la actualidad continúo oficiando de jubilación, asilo, contención, enfermero, acompañante.
Y tal cual mi madre se encargó de inculcarme que ella lo único que hacía era sacrificarse por nosotros por lo tanto nuestra deuda era impagable. Así no se necesita seguridad social y permanezco endeudado.

Anónimo dijo...

Ud se pasea del dinero a los afectos y de los afectos al dinero como si hubiera un camino transitable. Yo no estaría tan segura.

Anónimo dijo...

Antes era ideal tener un hijo y un varón para que al morirse los padres, quedaran otros en remplazo. Tener el 'casalcito' era la mayor felicidad porque los viejos cumplían no sé con qué propósito maravilloso. Yo nací primera y me hicieron notar mi equivocación toda la vida. ¿Raro no?

Anónimo dijo...

En algún momento debería oficializarse de que cada persona sólo tendrá derecho a un promedio de cinco minutos de felicitad diaria. Nada más.

Esto es lo que siempre sucede pero somos tan ilusos que siempre estamos esperando más de lo que vendrá.

Anónimo dijo...

Para mi que el problema está en no poder amar el egoísmo. Me parece un disparate que algo que está en todos tenga que ser rechazado como si fuera el olor de la caca. Para mi es desagradable pero estoy seguro de que me enseñaron a rechazarlo igual que al egoísmo.

Si quieren saber si estoy loco les informo que hoy es jueves 27 de noviembre. ¿Vieron? Estoy cuerdo.

Anónimo dijo...

Tengo una idea Abelardo: Nos enseñan que debemos ser como no podemos ser para que nunca seamos gente completa. Imagínate si nos enseñaran que lo único bueno es volar agitando los brazos. Todos estaríamos creídos que somos inferiores al no poder hacerlo.Con esos nos bajarían los humos, la arrogancia que traemos desde que nacemos. ¿Se entiende algo o también tengo que decir qué día es hoy? jajaja

Anónimo dijo...

¡Qué vida fatal tíos! Primero soportar a los críos y luego soportar a los nonos! ¡Vaya tanda!

Anónimo dijo...

Que los hijos se hagan cargo de los padres cuando están viejos, me parece humano y natural.

Anónimo dijo...

Si hay motivos suficientes para el abandono, las deudas de gratitud se olvidan fácilmente.

Anónimo dijo...

Ojalá muera antes de que deje de valerme por mí misma.

Anónimo dijo...

Mi ex tiene 18 años de deuda de pensión alimenticia y nunca pareció inmutarse.

Anónimo dijo...

Tengo una deuda de gratitud con mis abuelos, porque mis padres estuvieron mucho tiempo sin valerse por si mismos.

Anónimo dijo...

Tener hijos sale muy caro. Prefiero invertir en un seguro de vejez.

Anónimo dijo...

¡Qué tiene de malo la ayuda mutua!

Anónimo dijo...

Entonces cuando mi padre amenazaba "ya me vas a pagar"...¿se refería a eso?

Anónimo dijo...

Un seguro contra abandono afectivo podría ofrecer un par de años de terapia de apoyo, 4 paseos de fin de semana al año con parejas suplentes aportadas por la empresa, 1 curso a de autoayuda y pintura general para su casa.

Anónimo dijo...

Superman recibe muncho afecto porque cobra, promedio, 3 deudas de gratitud por día.

Anónimo dijo...

Estuve en trance pero al principio nadie quería ayudarme.

Anónimo dijo...

Siempre he sido honesta y muy explícita: a mi hija le puse Jubilación y a mi hijo Asilo...con el apellido Herrera no queda mal.

Anónimo dijo...

Mis hijos tienen 28 y 30 años ¿Ud cree que de a poquito podrán comenzar a valerse por si mismos?