miércoles, 5 de noviembre de 2008

Dejad que los adulones vengan a mí

Imaginemos a un gobernante recluido en su palacio presidencial que permanentemente está tomando decisiones que afectarán los destinos de sus gobernados, basándose en la información que recibe de sus múltiples asesores.

Los asesores son personas que reciben variadas manifestaciones de afecto (fiestas, invitaciones, regalos, halagos verbales, dinero en efectivo) de parte de los poderosos empresarios que habitan en ese país imaginario.

A poco de instalado este gobierno, es claro que los asesores acomodan la información que suministran al presidente como para que éste siempre tome decisiones convenientes para los generosos empresarios que hacen tan hermosos regalos.

La educación en valores cívicos y religiosos de esos ilustrados asesores influye para que nieguen la hipótesis de que son simples corruptos y prefieren suponer que los regalos responden a su natural atractivo. Imaginan ser amados por lo que son (gente linda, simpáticos, amables) y no por lo que tienen (poder transitorio).

Cuando somos presidentes de nuestro hogar y nos dejamos asesorar por noticieros y publicaciones que nunca ponen en duda nuestra inteligencia, que siempre se cuidan de no ofendernos, que permanentemente dicen lo que queremos escuchar (o leer), nos comportamos tan estúpidamente como el presidente imaginario.

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23 comentarios:

Anónimo dijo...

He gastado mucho dinero en congresos, cursos y libros pero siempre tengo la sensación de que la mejor información se la guardan.

Anónimo dijo...

No hay forma de tener todos los datos. Habría que juntar a mucha gente y hacerlos confesar con pentotal sódico.

Anónimo dijo...

Estuve recibiendo muchos regalos durante un período de mi vida laboral y siempre tuve entendido que me estaban sobornando pero como nunca me lo hicieron notar valientemente, tomaba los obsequios y luego seguía cumpliento las normas a rajatabla. Me hice odiar por los regaladores pero mis esposa me valora y no me importa más nadie.

Anónimo dijo...

Cuando nos dan la razón muy seguido tenemos que empezar a cuestionarnos qué estamos haciendo mal.

Anónimo dijo...

El ejemplo del monarca imaginario es muy claro, sin embargo no es tan claro darse cuenta cómo es que cualquiera de nosotros está metido en una situación parecida y no se da cuenta.

Anónimo dijo...

¿Qué pasa que solo admite Anónimo? ¿Lo van a arreglar? No es mi intención ocultar mis ideas.

Anónimo dijo...

He leído algunos artículos suyos salteados y me parece que el tema recurrente es que "las apariencias engañan".

Me pareció interesante la forma de exposión.

Saludos

Anónimo dijo...

A veces la gente nos miente pero no nos percatamos que fuimos nosotros los que le prohibimos decirnos ciertas cosas.

Anónimo dijo...

Es cierto que oir sólo lo que queremos escuchar es bastante tonto. Hay que ser muy fuerte para soportar la verdad y en el momento, no decidimos que actitud de escucha tomar, escuchamos como podemos, lo que podemos.

Anónimo dijo...

Los asesores saben que son corruptos cuando aceptan los regalos y los empresarios también lo saben cuando los hacen. El tema es que no les importa un carajo.

Anónimo dijo...

Los noticieros y publicaciones dudan de manera sistemática de nuestra inteligencia.

Anónimo dijo...

Una cosa son los regalos empresariales y otra los regalos-coima. Nuestra empresa se dedica a los primeros y a veces hecha manotazo de ahogado a los segundos.

Anónimo dijo...

¿Quién gobierna, el presidente o los asesores?

Anónimo dijo...

¿Quién gobierna, el presidente o los asesores?

Anónimo dijo...

Soy el presidente de un río de aguas transparentes que está rodeado de monte, pájaros y espinas.

Anónimo dijo...

El día del presidente imaginario los grandes empresarios se esfuerzan mucho en sus regalos.

Anónimo dijo...

Los ilustres asesores no son simples corruptos, su ilustración los eleva en su culpa a la décima potencia.

Anónimo dijo...

Tener de asesor al esposo, ta complicado...

Anónimo dijo...

Cuando se juntan el interés público con el privado es el paraíso, sin embargo está penado por ley. ¡Los legisladores estropean todo!

Anónimo dijo...

Me imagino a un presi en el palacio y la imaginación se me vuela ¡seré cholula!

Anónimo dijo...

Seguro que los asesores andan con bermudas de terciopelo y medias can-can.
No sé ¡me lo imagino todo como si fueran las cortes de Francia!

Anónimo dijo...

En una reunión familiar, la abuela le hace la pregunta obligada a su nieto de 8 años:"¿qué vas a ser cuando seas grande?". El nene responde: "asesor, abue"

Anónimo dijo...

Vivimos en una fantasía...creemos lo que resulta más fácil. Será que ejercitamos poco nuestra inteligencia?