miércoles, 19 de noviembre de 2008

La simbólica monarquía del pavo real

a) La esposa mira con desprecio a la amante de su marido y ésta baja la mirada ante aquella anciana mal vestida.

b1) Dentro de la misma empresa hay personas que se sienten grandiosas y otros que se sienten pequeños e insignificantes. Todos reciben exactamente la misma paga pero los primeros trabajan en oficinas con grandes ventanales y los segundos sólo se iluminan con luz artificial.

b2) Un empleado que con nueve años de antigüedad aún figuraba en el penúltimo nivel salarial, solicita un aumento de sueldo y como su productividad no lo justificaba, el ingenioso jefe de recursos humanos lo dejó muy gratificado «ascendiéndolo» al cargo de «Subcoordinador Adjunto», aunque sin modificar el importe de su remuneración.

c) Al recluta de 25 años se le acelera el corazón y corre por su cuerpo un sudor frío porque acaba de entrar a su dormitorio otro joven de 25 años pero tocado por un sombrero muy vistoso y vestido con un traje de botones dorados y galones blancos.

Los seres humanos somos muy sensibles a los símbolos. Los hechos nos influyen según lo que simbolicen para nosotros.

En el caso a) la amante del señor casado, puede que sea joven, que esté recibiendo abundantes regalos para ella, sus hijos y toda su familia, pero en su registro de los símbolos es mucho más importante ser la esposa que la amante de ese señor.

En el caso b1) los empleados están motivados o desmotivados por el lugar donde les fue asignado para que trabajen. La puja por tener ciertas ubicaciones, decorados, sillones o lugares en el estacionamiento de vehículos, puede llegar a extremos insólitos ... si no entendiéramos cuánta dependencia tiene nuestra psiquis de estos estímulos.

El caso b2) es fácilmente intuible. Es frecuente leer los nombres casi ridículos que se le asignan a ciertos organismos y oficinas así como también la denominación con la que bautizan la función que algunos jerarcas tienen a su cargo. Agrega prestigio el que luego sean nombradas por las iniciales (F.M.I., O.N.U., B.I.R.F., etc.)

La vestimenta militar responde a los mismos criterios, así como también la de otros uniformados como son los sacerdotes, los policías, los médicos, los jueces, ...

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19 comentarios:

Unknown dijo...

Muy interesante la descripción de una realidad tal cual es, y sobre todo en el ámbito de las Oficinas del Estado.
Pero hay una gran diferencia: en el pavo real el hermoso plumaje le pertenece, está integrado a su cuerpo. En cambio los uniformes, los cargos, las personas... no nos pertenecen, nos las prestan por un ratito.

Anónimo dijo...

Cuando estuve en la marina, el uniforme era directamente proporcional a la hijodeputés del tipo.

Anónimo dijo...

Me estuvieron estafando hasta ahora con el nombre de mi cargo y el salario bajo. Gracias Lic. Ya me reseteaste.

Anónimo dijo...

Tienes razón Alba pero cómo uno se cree la eternidad...

Anónimo dijo...

He reparado en que las palabras extranjeras tienen más prestigio que las castizas. ¿O.K.? jijiji

Anónimo dijo...

Los uniformes explicitan la pertenencia a un grupo. Generalmente los adornos que llevan estas vestimentas expresan la grandiosidad que quiere exibir ese grupo. Es curioso que el traje sobrio y sin adornos que llevan la mayoría de los mandatarios de gobierno sea tan sobrio y se haya impuesto con tanta fuerza.

Anónimo dijo...

La túnica blanca de los médicos me asusta más que una mortaja.

Anónimo dijo...

Mi abuelo se separó de abuela pero mantuvo siempre con ella cierta conexión. Solían juntarse a tomar mate al menos una vez a la semana y participar de los eventos familiares. A la par vivía con otra mujer, su compañera, con la cual nunca se había casado (continuaba casado con mi abuela)pero con la que compartía todos los días de su vida. Cuando falleció mi abuelo, quien estuvo en el velatorio y entierro fue mi abuela y el resto de la familia que se amparaba al abrigo de los papeles firmados algún día en el Registro Civil. La compañera de mi abuelo no apareció. Cuando siendo muy jóven me narraron esa historia no la podía comprender. Aún hoy sigue doliéndome la situación de esa mujer condenada a la clandestinidad.

Anónimo dijo...

Trabajo para una empresa de limpieza en un hospital y lo primero que limpio es la morgue. No me gusta dejarla para el final porque me voy con esa imágen para casa.

Anónimo dijo...

En carnaval, los vestidos de las escuelas de samba o de las bailarinas de los conjuntos lubolos, muestran ese deseo de grandeza que se esconde a veces en las personas más sencillas.

Anónimo dijo...

La belleza del pavo real es increíble. Hace unos días pasé por el zoológico municipal y desde la vereda se veían dos de ellos que estaban sueltos y llamaba la atención la cantidad de gatos que andaban alrededor, conviviendo en perfecta paz con ellos.

Anónimo dijo...

Desde mi oficina se ve el mar, es amplia, cómoda y luminosa. Es preferible andar sin motivación para trabajar en un local así que en otro húmedo y oscuro.

Anónimo dijo...

Tan sensibles a los símbolos somos que robar banderas del otro cuadro en los partidos de fútbol, es como hacerse con el motín de guerra.

Anónimo dijo...

Desde que papá se fue de casa, con mi hermano nos peleamos por ocupar su lugar en la mesa. Nos comportamos como unos tontos pero nos cuesta evitarlo.

Anónimo dijo...

En mi trabajo, si a alguien no le queda claro como es el sistema de jerarquías, que mire las fechas en las que cada funcionario toma licencia y le va a quedar clarito.

Anónimo dijo...

El recluta se sintió honrado ante la presencia de un superior y le ofreció todos sus respetos.

Anónimo dijo...

Recién te das cuenta de la fuerza simbólica de la bandera de tu país cuando la ves en el extranjero.

Anónimo dijo...

¡Injusticia! Soy productivo, proactivo y creativo. No me ascienden porque hay acomodo. Y conste que no me llenaron el ojo con el titulito.

Anónimo dijo...

A mí me ratonea todo lo que simboliza el uniforme de enfermera!