viernes, 2 de agosto de 2013

(Quizá) tú no eres yo



 
Podemos teorizar sobre que «tú y yo somos personas diferentes», pero muchas veces dudamos  si tú no eres yo.

Quizá sea una buena filosofía de vida permitir que cada uno se cuide, siempre que haya demostrado condiciones suficientes para poder hacerlo: si padece alguna discapacidad para cuidarse, parece imprescindible que los demás, en cumplimiento de nuestra única misión que es cuidar la especie, tanto a nivel individual como colectivo, le impongamos nuestra protección hasta que sea capaz de cuidarse solo.

Como todos tenemos una vida pública y una vida privada, el criterio anterior también es de aplicación con las adecuaciones que hagan falta.

Me explicaré mejor:

Al capitalismo (vida pública) no le importa cómo es cada ciudadano sexualmente, así como al cónyuge (vida privada) no le interesa cómo es su partenaire en la vida pública.

Ella quiere que su esposo siga siendo tan agradable como cuando eran novios pero no tiene por qué interesarle cómo es él como empleado, funcionario, profesional, empresario.

Pero esto es demasiado teórico y en la práctica no funciona tan perfectamente.

Porque no funciona tan perfectamente esta aislación de roles, de escenarios, de intereses, tenemos algunas intromisiones inevitables.

— Quizá ella quiera que él no llegue tarde a trabajar;

— Quizá él la aconseje en temas de una salud que solo le concierne a ella;

— Quizá el Estado utilice su poder comunicacional para inducir ciertos hábitos con el pretexto de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos;

— Quizá ella se molesta porque él no abandona el happy-hour  de los viernes, a la salida del trabajo;

— Los suegros suelen olvidar que ya no son los padres de sus nietos y pretenden continuar imponiendo sus criterios educativos.

En suma: Podemos teorizar sobre que «tú y yo somos personas diferentes», pero muchas veces dudamos  si tú no eres yo.

(Este es el Artículo Nº 1.977)

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