miércoles, 3 de marzo de 2010

P.A. (Perversos Anónimos)

Estamos acostumbrados a pensar que un perverso es una persona enferma, maldita, degenerada, aberrante, sádica, con preferencias sexuales delictivas.

Con esta definición nos entendemos habitualmente y si nos entendemos, entonces es un vocablo que cumple su función.

El psicoanálisis tiene una opinión diferente y con ella se guía para tratar a sus pacientes.

Los niños, en su inmadurez, tienen los deseos sexuales muy desordenados (descontrolados).

Felizmente, el desarrollo sexual recién se produce en la pubertad (aproximadamente entre los 10 y los 16 años).

A partir de este cambio corporal los seres humanos pueden reproducirse: las niñas comienzan con sus menstruaciones y los varones con la producción de semen.

Los adultos nos alarmarnos ante estos eventos porque si el joven continuara con aquellas actitudes desordenadas, los fenómenos reproductivos crearían un caos demográfico.

Cuando digo que los niños tienen conductas sexuales desordenadas estoy diciendo que son perversos, pero no con el significado popular que indiqué en el primer párrafo, sino con el significado que le da el psicoanálisis: impulsos sexuales sin represión (desordenados, descontrolados).

Como la mayoría de las personas cedemos a la educación que nos imponen los adultos alarmados por nuestra potencialidad reproductiva, terminamos reprimiendo aquellos deseos sexuales infantiles para convertirnos en buenos ciudadanos, respetuosos de las leyes, usos y costumbres.

¿Y qué pasa después? Esa educación hace que dejemos de ser perversos pero nos convierte en neuróticos.

A partir de ahí, seguimos pensando como un perverso, pero con tanto miedo a ser castigados (complejo de castración) que no podemos practicar las fantasías sexuales que tenemos.

La naturaleza quiere que le conservemos la especie y nos presiona para que tengamos más y más hijos, pero la cultura nos reprime (amenaza, disuade) con gran violencia.

Por eso la mayoría no somos perversos pero somos neuróticos.

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11 comentarios:

Sandra39 dijo...

Lo que es por mí, no siento ningún tipo de presión por reproducirme.

Mª Eugenia dijo...

Así que para el psicoanálisis no existen las personas normales?

Eduardo dijo...

No entiendo por qué ud dice que felizmente el desarrollo sexual se produce RECIÉN a partir de los 10 años. Está a favor del caos demográfico, los malos ciudadanos, los irrespetuosos de las normas? Seguro que a ud no lo asaltó ningún pibe de 8 o 9 años.

Cacho dijo...

Tengo en vista impulsar Perversos Anónimos y participar activamente en sus reuniones.

Alba dijo...

Mis niños no tienen ningún deseo sexual. Ud es un degenerado.

Clarisa dijo...

No puedo recordar como era mi sexualidad en la infancia.

Huevo Gallina dijo...

Por razones culturales se pospone la reproducción. En lugar de tener hijos a partir de los 13 años, los tenemos a partir de los 31. A esa edad criamos niños temerosos y sobreprotegidos. Esto tiene sus inconvenientes pero es afín a la sociedad en la que vivimos.

Mirta dijo...

El psicoanálisis trata a los perversos como enfermos ¿entonces cuál es la diferencia con el sentido habitual que le damos a esa palabra?

Andrea dijo...

Las menstruaciones son mucho más escandalosas que las poluciones de semen.

Elbio dijo...

Si soy neurótico no puedo pensar como perverso.

Lorenzo dijo...

Lo normal es ser neurótico o perverso. Qué alentador!