En un artículo publicado recientemente con el título «No te quiero»
concluía diciendo «La pareja humana fracasa cuando los integrantes se quieren (se apoderan).»
A pesar del rechazo generalizado a considerar que los afectos son utilitarios, de conveniencia, interesados, se sostiene que formamos una pareja en términos de complementariedad.
Somos complementarios desde el punto de vista biológico en la función reproductiva y desarrollamos un afecto que podríamos llamar «querer» hacia aquellas personas, animales, plantas u objetos que dan solución a nuestras necesidades y deseos. Queremos a nuestros proveedores de satisfacción.
«Amar» es algo más difícil de definir.
Es un sentimiento que no depende de la complementariedad reproductiva porque se puede amar a alguien del mismo sexo o sin que intervenga la función reproductiva.
El ser amado no tiene por qué satisfacer nuestras necesidades y deseos sino más bien es alguien necesario y deseado.
Otra característica notoria es que no es esperable que alguien ame objetos, animales o plantas, aunque es posible usar el verbo metafóricamente.
Al decir que el ser amado no siempre satisface nuestras necesidades o deseos sino que —por el contrario— es alguien que se nos convierte en necesario y deseado, estoy diciendo que nos agrega una carencia.
Sin embargo, es una carencia que funciona como un recipiente que podemos llenar con nuestra ilusión (amor) de que no estamos solos, abandonados, desamparados.
Un ser amado nos hipnotiza, nos crea la esperanza de que podemos vivir sin angustia, sin tantos miedos, tristezas, incertidumbres. Nos hace sentir confianza y autoestima.
El amor es una ilusión, una esperanza, una idealización, una fantasía, que hace felices a quienes lo tienen.
Como es un sentimiento despegado de la realidad, es posible amar tanto a personas reales como imaginarias (desconocidos, inventados, fallecidos, líderes, dioses).
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10 comentarios:
Qué triste debe ser su vida.
No entiendo; el ser amado es alguien necesario pero no tiene por qué satisfacer nuestras necesidades?
Son muchas las personas que no ansían el amor tal como se da en la pareja. Pero esas personas siempre tienen temas más interesantes de los que hablar.
Amo a mi perro y a mis plantas; aunque ellos no se lleven bien.
Amar a una persona imaginaria es tan metafórico como amar a las plantas.
Se puede amar a un amigo del mismo sexo y no tener relaciones sexuales (salvo que ambos sean homosexuales).
Es imposible amar a un amigo del otro sexo y no tener relaciones.
Estamos solos, eso es cierto. Al mismo tiempo es cierto que estamos acompañados por la o las personas que nos aman. Dos fenómenos opuestos pueden ser reales al mismo tiempo.
Creo que es difícil y muy valorable cuando una persona logra pasar del querer al amar. La naturaleza no nos pensó para ser capaces de amar.
Los seres humanos desafiamos a la naturaleza y a veces le ganamos.
Se puede llegar a dar la vida por un objeto que representa algo sagrado, pero eso no significa que se pueda amar a un objeto.
El amor es un vínculo entre seres vivos, capaces de inventar una lengua donde exista la palabra amor.
El amor es una experiencia.
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