viernes, 19 de junio de 2009

Somos marionetas de la naturaleza

Siempre huímos de los dolores físicos o psíquicos. Para los primeros recurrimos a los medicamentos o tratamientos analgésicos y para los segundos a la filosofía.

Incluyo dentro de la filosofía al conjunto de ideas y creencias a los que adherimos para que los «dolores del alma» no aparezcan o duren lo menos posible.

La esperanza es un sentimiento que nos ayuda anticipando un futuro mejor, imaginándonos en una situación menos penosa.

Otra forma de alivio consiste en desarrollar una actitud imperturbable ante las circunstancias adversas.

Los estoicos (300 a.C.) fueron los primeros en describir esta filosofía de vida.

Ellos entendían que estamos expuestos a causas ingobernables para las cuales es preciso resignarnos.

Por ejemplo, si tenemos una pérdida muy importante (nuestra calidad de vida desciende drásticamente, muere un ser querido, algo de nuestro cuerpo deja de funcionar), la única actitud razonable es comenzar a vivir según esas nuevas condiciones, sin empeorar las circunstancias con lamentaciones, recriminaciones, sentimientos de culpa, resentimientos.

Sin embargo, en el artículo titulado (Maldita)Felicidad publicitaria comento que «El hambre, el cansancio, el dolor, son estímulos [impuestos por la naturaleza] para que realicemos ciertas acciones necesarias para que el «fenómeno vida» siga ocurriendo.»

En suma: Si bien puede ser eficaz la filosofía estoica de aceptar las cosas como son, seguramente algunas molestias tendremos que padecer porque el «fenómeno vida» podría depender de que los dolores nos molesten lo suficiente para que hagamos cosas, nos movamos, busquemos soluciones, reaccionemos.

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15 comentarios:

Soledad Ortellano dijo...

Mi madre es estoica entonces porque nunca se le mueve un pelo aunque se le esté cayendo la casa encima. Cuando los demás nos volvemos locos, ella conserva la serenidad y suele ser la que termina dando las soluciones más útiles.

Mario Landeau dijo...

Ya había leído esa sugerencia suya de que sufrir es bueno para la vida y esta vez agrego este comentario porque sigo pensando que no puede ser acertado lo que usted piensa.

Lorenzo dijo...

Prefiero como motor de vida al amor. Esa historia suya del dolor no me la creo. Es muy pesimista, negativa.

Gabriel Capristo dijo...

¡Lo que ud dice? Observe a los personajes de las películas de acción: le sacan una bala de un músculo y a penas ponen cara de dolor.

Son estoicos!

Rosa dijo...

Ya no me sirve sufrir para moverme porque por su culpa me di cuenta de que eso era una trampa!

Malena dijo...

No sé si hay que tener o no tener para desear...

Inés Rulfo dijo...

A veces hay que tener una actitud de aceptación y otras veces hay que buscar el cambio.

Mª Eugenia dijo...

¿No habíamos dicho que la esperanza es el último de los males?

el candidato dijo...

En estos tiempos de campaña electoral me adherí un pegotín de mi lista al corazón y todo lo que diga la oposición me resbala.

Lucas dijo...

Si no existiera la Naturaleza seríamos unas marionetas tiradas en el piso.

Agripina dijo...

nada mejor que el ejercicio para vitalizarse

Nazareno Reggia dijo...

¡la pucha! cuántas pérdidas somos capaces de soportar!

Ernesta Frígida dijo...

A veces me pongo el impermeable estoico y no hay forma de que me moje!!

Lola Invernizzi dijo...

De madrugada la temperatura desciende drásticamente, pero yo prendo la estufa, qué quiere que le haga!

Wilfredo Díaz dijo...

Siempre entendí que alguien actúa con estoicismo cuando demuestra templanza ante los infortunios. Debe ser una palabra que esté en el diccionario.