lunes, 15 de junio de 2009

Un «Padre Nuestro» cada seis horas

En otro artículo publicado hoy con el título Su majestad Don Dinero (Linkear) comento que el afán de poder absoluto está alimentado por nuestro instinto de conservación en tanto se puede creer que la enfermedad, el dolor y la muerte son fenómenos evitables.

Esta idea está en todas nuestras mentes pero son pocos los que canalizan sus vidas procurando el poder absoluto porque es razonable pensar que no se puede obtener.

Aunque casi nadie se postula para rey, tirano, presidente vitalicio, Papa, o cualquier otro cargo de tanto poder, nuestras acciones estimuladas por el instinto de conservación nos inducen a aproximarnos en lo posible.

Quien adhiere a una religión probablemente lo haga por la sensación de que habrá obtenido un poder muy grande pero sin perder la simplicidad de su existencia, sin cargarse de compromisos, protocolos, estrés, riesgos.

Otra manera de acceder a los beneficios imaginarios del poder absoluto en lo que refiere a no enfermarse, no tener dolores y no morir, consiste en adherir a las prácticas de la medicina.

Ésta nos impone deberes y exigencias muy severas aunque proporcionales a lo que promete (salud, longevidad).

La medicina le impone a sus creyentes que bajen drásticamente los niveles de colesterol malo, que aumenten el bueno, que bajen los triglicéridos, que bajen la presión arterial, que cuiden los niveles de azúcar en sangre, que eviten las harinas, que hagan ejercicio, que eviten el estrés.

Muchas personas aceptan estas imposiciones, las cumplen religiosamente, sufren privaciones, se pre-ocupan y estresan cuando alguno de los valores hace fruncir el ceño del facultativo y toleran los rezongos infantilizantes de éste.

Esta es una manera de ser feliz en los años que corren, aunque casualmente cunde la sensación de que cada vez vivimos peor. ¿Será una casualidad o esta forma de tener una buena calidad de vida no es eficaz?

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19 comentarios:

Graciana Carrera dijo...

Me extraña que con la cultura que tiene opine en contra de la responsabilidad que debemos tener hacia nuestra integridad física y salud.

Tony dijo...

Un kilómetro a la redonda de mi médico: Es un círculo de fuego al que no puedo entrar.

Mariela dijo...

La calidad de vida está en relación directa a la independencia que podamos tener cada uno.
Para ser independientes hay que ser responsables.

Laura dijo...

Sino se necesita de los médicos para tener calidad de vida, menos se necesita de los psicólogos.

Fito dijo...

Nada de medicina ni de religión
el fútbol
le da alegría a mi corazón!

Andrés Genta dijo...

No puedo entender cómo tanta gente ve en la longevidad un beneficio.

Graciana Helguera dijo...

¿Que cada vez vivimos peor? Esa sensación debe provenir de la alta proporción de adultos mayores que tiene mi país (Uruguay); debe estar emparentada a la idea de que todo tiempo pasado fue mejor.

el chapulín dijo...

En 40 semanas cunde el pánico!

Lola dijo...

Cuando el doc me rezonga siempre me da alguna palmadita cariñosa

Abul Nahal dijo...

No olvide que adherir a una religión puede traer enormes responsabilidades y hasta riesgo de vida.

el panadero dijo...

Cada 6 horas ... lo que me hace más feliz es el pan nuestro de cada día!

Solange dijo...

Pasada la infancia ¡quién va a creer que la muerte es evitable!

Aníbal Herrera dijo...

La medicina debería incorporar la capacidad de goce en su criterio de salud.

Lorena Serrano dijo...

Por la forma en que cruzo la calle me doy cuenta de que estoy perdiendo el instinto de conservación.

CHECHU dijo...

UNA BUENA CALIDAD DE VIDA SIN ASADO Y POSTRE NO EXISTE

Alicia dijo...

Sé que algún día me voy a morir, pero todavía pretendo vivir sin dolor.

Anette dijo...

Tiene razón, si no fuera porque tanta responsabilidad me da pánico quisiera ser una chica superpoderosa!

Grafito Paredes dijo...

Jesús perdió porque era poderoso pero no tenía dinero.

el practicante dijo...

Yo practico la medicina y me vivo enfermando!