Hay días en los que uno se pregunta para qué se habrá levantado.
Así era este día en el que Alicia y su madre cenaban silenciosamente en el anticuado comedor de su apartamento.
Las sobresaltó la campanilla del teléfono. Se miraron y con gesto de cansancio Alicia fue hasta el dormitorio para atenderlo.
Apenas dijo un «hola» desganado y alguien comenzó a hablarle. Sus ojos se humedecieron pero sin formar lágrimas.
Colgó el pesado auricular en la horquilla, volvió a la mesa y le dijo a la madre: «Me voy a caminar».
La noche era muy luminosa y se quedó esperando alguna decisión para empezar el paseo.
Lo hizo hacia la izquierda y a pocos metros se encontró con una baraja española. La levantó, estaba muy ajada, el dorso era rojo y representaba el tres de espadas.
La tomó distraídamente sin dejar de avanzar y lamentarse por la noticia que había recibido. Más adelante encontró otro naipe y así siguió levantándolos hasta adentrarse en un parque arbolado.
Siguió un camino que ya conocía hasta que al llegar a un claro iluminado por la luna, vio que recostado a un árbol había un hombre vestido con prendas azules como ella y que tenía entre sus manos varios naipes de dorso rojo.
Ella se acercó con un poco de miedo hasta que quedó junto a él. Al levantar la mirada la vio como a una gran estatua de mármol blanco. La tomó por el tobillo y comenzó a acariciárselo. Luego la pantorrilla hasta que ella instintivamente detuvo sus movimientos con la mano libre.
La atrajo hacia sí, ella se tendió sobre el pasto e hicieron el amor con cariño, ternura, suavidad, serena pasión... tal como lo prefiere.
Luego ella se acurrucó contra el pecho de él y le preguntó:
— ¿Cómo te llamas?
— No sé. La que está soñando eres tú.
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15 comentarios:
No tendría una imagen más grande para ver cómo es que están teniendo sexo?
No le encontré explicación a los naipes encontrados.
Realmente parece el relato de un sueño. Me gustó mucho licenciado!
Los días en que uno se acuesta pensando para qué se levantó habría que rebobinarlos.
A juzgar por el aspecto de ella en el claro, uno diría que tratábase de una mujer fría.
Me gustó el cuento, ya que termina bien.
El 3 de espadas era una señal de que se venía la fiesta.
Una pasión serena es un contrasentido.
El día que se puedan alquilar sueños como quien alquila una película, tendrá que repensarse eso de las 8hs de descanso...
Esta es la versión de Alicia en el país de las Maravillas para mayores de edad.
Luego Alicia descubrió que él era un conejo disfrazado de hombre y se llenó de hijos.
El verdadero nombre de un amor sólo lo conoce su amante.
El de la foto es un borrachín mamado hasta las patas. No sueñes Ofelia.
Hay días en los que no me pregunto para qué me habré levantado!!
Alicia recibió la llamada. Todo estaba en orden. Ahora ella se iría para no presenciar la muerte de su madre. Él la esperaba para hacerle el amor. Una nueva vida juntos no era posible sin algún sacrificio.
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