viernes, 12 de junio de 2009

Mensajes para el mensajero

El Diccionario de la Real Academia Española dice que periodismo es «Captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico, de la información en cualquiera de sus formas y variedades.»

Está difundida la creencia de que recibir información de un periodista equivale a conocerla de primera mano, objetiva, exacta.

Hasta cierto punto es así porque ellos acceden a ciertas fuentes que están vedadas para el resto de los ciudadanos.

Hay otro factor que los convierte en personas especialmente capacitadas para proveernos de información, a saber: ellos viven de eso.

Estar informados, ser rápidos y creíbles son condiciones que determinan el valor de su trabajo y por ende, cuáles serán sus ingresos económicos.

Hasta aquí no hice más que recordarle lo que usted ya sabe, pero el valor agregado de este artículo viene ahora: El periodista debe tener en cuenta qué es lo que quieren saber sus clientes y sobre todo, qué es lo que no quieren saber.

Un buen periodista necesita años de experiencia para captar ciertos mensajes que ningún cliente le enviará en forma explícita.

Esos mensajes pueden decir, por ejemplo: «No me hables de gente mejor que yo»; «Háblame de la desgracia ajena»; «Dime cuán corruptos son los otros para ver hasta dónde puedo corromperme»; «Alármame para justificar esta paranoia incontrolable que tengo».

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17 comentarios:

Morochita Carnefirme dijo...

Es probable que yo pida eso. En especial consumo alarma. "Quiero que me sirva la verdad de la milanesa con abundante alarma. ¿Pan? No, gracias."

Fiona dijo...

Me divierto más con los periodistas que con otro tipo de actores.

Fausto DiFeo dijo...

Ya sabía que quienes miran las telenoticias son todos paranoicos.
En cinco informativos, no se consigue una buena noticia.

Martina L. dijo...

supongo que quienes arman los informativos van provando por ensayo y error, hasta dar con el tipo de noticias que captan más audiencia.

Ethelvina Clemenceau dijo...

Si no me hablan de la desgracia ajena no puedo llorar. La desgracia propia es la que realmente me duele pero no la puedo expresar. Tengo que esperar que le pase algo malo a alguien para poder llorar por lo malo que me pasó a mí.

Paul dijo...

lo más fácil es matar al mensajero.

Grafito Paredes dijo...

En el tratamiento que se le da a la información va prendida la ideología.

CHECHU dijo...

NO SOPORTO A LOS PERIODISTAS DEPORTIVOS.

López dijo...

Nada se conoce de primera mano...ni siquiera la primer novia.

Mª Eugenia dijo...

¿Por qué el cliente pide que le hablen de los famosos?

Kiko dijo...

¡Sí serás mensa, Mª Eugenia! la gente no va a querer que le hablen de quien no conocen!

Orate Fabulador dijo...

Los periodistas tienen acceso a un jardín lleno de fuentes climatizadas para aflojar tensiones luego del trabajo.

Lucas dijo...

Para ser un periodista creíble hay que sonreír de manera bonachona pero no soltar la carcajada jamás.

Dido dijo...

El otro día cambié de canal cuando empezaron a hablar de un imbécil que devolvió un toco de plata y a penas de dieron una propinita.

Anónimo dijo...

Me escandalizo con la crónica roja pero es la que más me entretiene. Sé que no está bien, pero es la verdad.

Claudia dijo...

Los minutos de televisión más caros son los que están dentro de los noticieros. Son los más vendedores.

Cartuja dijo...

Adoro la caída de los grandes y poderosos. El ruido que hacen son miel para mis oídos.