Contamos con una norma que dice: «La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento». Otras maneras de expresar lo mismo serían: «No se gana libertad mediante la ignorancia»; «Las leyes existen aunque quieras desconocerlas»; «Las leyes te gobiernan aunque tu las ignores».
¿Pero por qué tuvimos que enunciar esta frase? Me parece que la razón más importante es que tendemos a suponer que lo que no se conoce, no existe.
En los hechos es así, pero tendríamos que decir: «Lo que no conozco, no existe para mi». Este agregado en negrita es fundamental.
Por ejemplo, si yo no sé cuál es la velocidad de circulación permitida, me siento con el derecho de acelerar todo lo que deseo.
Algo semejante que también funciona es que cuando no tenemos cierta destreza quedamos eximidos de tener que realizarla. Por el contrario, quienes sí la tienen, incurren en una omisión culposa cuando no la realizan sin causa justificada. La ignorancia en este caso es universalmente efectiva.
Por ejemplo, quienes no saben cocinar, podrán aprovecharse de quienes sí saben.
En suma: la ignorancia de la ley logra que ella para mí no exista y así puedo gozar imaginándome más libre y la carencia de una destreza me libera de la obligación moral de tener que realizar las tareas que de ella dependan.
Cuando popularmente se valora la anarquía, los ciudadanos procurarán la ignorancia de las leyes y cuando trabajar desprestigia, los ciudadanos procuraran no desarrollar sus destrezas.
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14 comentarios:
Los avestruces esconden la cabeza en un hoyo cuando se las ven en apuros.
Ojos que no ven...
Muchos desconocen lo que les conviene.
Entonces lo que tienen que hacer los gobernantes es hacer grandes campañas publicitarias a favor de la no-anarquía y mejorando la pobre imagen que tiene trabajar.
Las leyes que todos acatan son las que siguen vigentes sin estar escritas.
¡quién le dio permiso para fotografiarme en una situación así!
A MÍ NO ME GOBIERNA NADA
Cuando no conocés las leyes más te exprimen. Descubrí mis derechos como trabajador después de jubilado.
Nunca conocí al hombre de la bolsa, pero cuando tenía cuatro años él sí que existía para mí.
A veces no saber te defiende, sobre todo de hablar demasiado.
Creo que tengo presión alta porque no sé cuál es la presión normal.
Si no tenés determinada destreza, no sólo que quedás liberado de las tareas que ella permite; además no te permiten realizarlas. Por ej, te prohiben ejercer la medicina si no tenés el título de médico.
Con el trabajo pasa algo medio ambiguo, a veces da prestigio y otras no. Depende de cuál sea el trabajo y de cómo lo dosifiques.
mas que la anarquía, lo que se valoriza es el atropello.
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