sábado, 13 de junio de 2009

Los peligros de ser mensajero

La trágica tentación de matar a quien nos trae una mala noticia es una parte de nuestra natural forma de ser, pensar y sentir.

Si bien parece un dato menor, este impulso es muy fuerte y si no pasa a mayores es porque la cultura hace denodados esfuerzos por controlarlo, anularlo, condenarlo.

En culturas menos evolucionadas, quienes cuentan con el poder de hacerlo, sencillamente matan al mensajero como una forma de conjurar (exorcizar, anular) el mal contenido en el mensaje.

Estos aspectos son muy visibles pero hay otros de la misma especie y menos visibles.

La consulta al médico genera distintos tipos de temor. El más frecuente es que él detecte una enfermedad que comprometa nuestro bienestar (o nuestra vida).

Si bien es probable que el médico no haga otra cosa que interpretar objetivamente el resultado de valoraciones que muchas veces dependen de aparatos, en nuestro ánimo se agita el temor de que él sea el provocador de la mala noticia, como un acto agresivo voluntario.

La medicina preventiva da menos resultados de los esperados porque la utilizan solamente aquellos que tienen la total convicción de que están sanos. Quienes dudan suelen evitar «la mala noticia».

Y evitamos «la mala noticia» por dos razones: 1) por temor a lo que nos pueda pasar y 2) por temor a que no podamos controlar nuestros impulso de «matar al mensajero».

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12 comentarios:

Sandra Cristobal dijo...

usted es alguien que suele darnos malas noticias. Me extraña que tenga tantos lectores aunque yo soy una. No me explico.

Mónica dijo...

Estoy segura de que me haría bien consultar a los médicos cada tanto, pero es cierto: no me animo.

Esos sí: ni se me ocurre pensar que ellos correrían algún riesgo conmigo.

Renato Buenavista dijo...

Quizás algún día haga algo inesperado...Quizás me detenga frente a una fuente y me ahogue entre dos querubines; o a lo mejor voy para el trabajo y antes de entrar me saco toda la ropa. Hace tiempo que mis impulsos se disociaron del núcleo central de mi personalidad. Puede pasar cualquier cosa.

La Sociedad de Perros Guardianes dijo...

¡Al fin alguien que se pone en nuestra piel! Además ud señala ese deseo, pero lo nombra sin perturbarse. Hace que todo parezca más normal.
Su artículo ha sido terapéutico.

Anahí Perdomo dijo...

Una forma de matar al médico es mandarlo a juicio por mala praxis. Es una forma civilizada y justa.

ernesto apratto dijo...

La medicina preventiva se ha extendido bastante gracias a las políticas de promoción de salud.

Cirilo Camafeo dijo...

Las valoraciones que hacen las mujeres dependen de nuestro aparato.

Eduardo Plá dijo...

La medicina preventiva da pocos resultados porque es muy difícil aplicarla en el Tercer Mundo.

Teresa dijo...

Estoy de acuerdo con Eduardo pero además no funciona porque la mayoría pecamos de pereza.

Mauricio Fulcade dijo...

Siempre hago que mi chequeo general caiga un viernes 13, así voy sumergiéndome lentamente en un clima de terror que culmina con broche de oro viendo la película sin cortes de las 22hs.

Bimbi Mastreta dijo...

En mi ánimo se agita un enfermero provocador!

Cristóbal dijo...

¿Qué puedo hacer para mudarme a una cultura menos evolucionada?