martes, 2 de noviembre de 2010

«Sí señora, voy corriendo»

En un artículo publicado con el título Sabemos mucho de gays y poco de lesbianas, incluía una idea que textualmente dice:

« … podríamos decir con Jacques Lacan que «heterosexual es cualquiera que desee a las mujeres».»

Este punto de vista es diferente al clásico, que se limita a pensar la sexualidad como una diferencia de anatomías y de roles.

Para la inmensa mayoría, este tema está cerrado hace siglos: el varón debe gustar de las mujeres y la mujer debe gustar de los varones.

Con esta idea tan sencilla, hemos llegado vivos hasta ahora y esa es razón suficiente como para no eliminarla.

Sin embargo, es posible pensar algo más, sin necesidad de anular una doctrina tan popular y efectiva.

En varios artículos (1) he mencionado que no somos igualmente importantes para la única misión que nos compete, esto es, conservarnos como individuos y como especie.

Si aceptamos como hipótesis de trabajo, que la heterosexualidad está determinada por el único rasgo de desear a la mujer, no solamente estamos diciendo que si las mujeres no desean a las mujeres, son lesbianas, sino que también estamos invirtiendo una práctica habitual de nuestras culturas, y que se refiere a la romántica concepción de que es el varón quien seduce a la mujer.

Desde mi punto de vista, no solamente son las mujeres las que elijen al o a los varones que a ellas les interesan, sino que nosotros deberíamos atenernos a sus decisiones, con la humildad que se espera de este ordenamiento jerárquico.

Si ellas nos convocan, tenemos que ir y hacer lo posible por satisfacerlas, dentro de nuestras posibilidades reales (salud, fortaleza, disponibilidad económica, nivel de heterosexualidad, apego a las leyes).

Claro que para eso, los seres humanos no podríamos ser propiedad (esclavos) de nadie (monogamia).

(1) Es así (o no)

La homosexualidad y la infidelidad

María sedujo a José para justificar lo de Jesús


La pobreza es causada por la monogamia

El hombre no existe

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11 comentarios:

Camila dijo...

La seducción se da a dos puntas. Cuando hay un ida y vuelta, uno de los dos se tira al agua; uno de los dos indistintamente.

JA! dijo...

Pobres criaturas! Ellos deben acudir corriendo cada vez que se los convoca. Su trabajo es full time.

Rosana dijo...

y ustedes los hombres, atienden a cualquiera? toda mujer les viene bien?

Daniel dijo...

Acá sí que se aplica eso de "bienaventurados los humildes de corazón, porque de ellos será el Reino de los Cielos".

Evaristo dijo...

Todo se trata de una cuestión química, simplemente.

Nahuel dijo...

El sexo es biológico. La sexualidad es otra cosa. Según la definición del Diccionario de la Real Academia Española, heterosexualidad es la atracción hacia una persona de otro sexo.
Si usted y Lacan se empeñan en tener un diccionario propio, lo único que logran es dificultar la comunicación.

osita y osito dijo...

Su teoría no nos sirve porque los dos somos muy celosos.

Jos dijo...

Cuando estaba preso y me faltaba la visita conyugal, me sentía más heterosexual que nunca!

Marina dijo...

Ud es un seductor. Nos pone por encima en el orden jerárquico, sólo para ver si pica alguna.

Belinda dijo...

Si no acepto la hipótesis de trabajo... entonces descanso.

Susana dijo...

Y cuando la mujer quiere casarse, qué les pasa a ustedes con la humildad que se espera del ordenamiento jerárquico?