miércoles, 24 de noviembre de 2010

La sociedad es la orfebre que me construyó

Si alguien se dedica a ejecutar exactamente lo contrario a lo que le piden, según su opinión, ¿es un rebelde o un sumiso?

Pues bien, en apariencia es un rebelde porque no hace lo que le piden, pero en el fondo es alguien sometido a lo que le piden para hacerlo exactamente al revés.

¿Algo de su anatomía está diseñado por sí mismo, funciona como él quiere?

El color, la forma, la dureza y el tamaño, están predeterminados por la herencia y la casualidad, claro que puede pintarse las uñas, cortarse el cabello, maquillarse los ojos, ponerse un tatuaje, modificarle el volumen de los senos, blanquearse los dientes, depilarse las cejas.

Respecto al funcionamiento puede soportar el hambre o comer en exceso, puede dormir ahora o dentro de un rato, estar sobrio o alcoholizado, soportar las ganas de orinar o defecar por un cierto tiempo, cansarse, transpirar, aguantar las respiración durante unos cuantos segundos, levantar una mano para saludar a un amigo, bailar, montar a caballo.

¿Qué podemos decir de sus ideas, creencias, ideología, prejuicios? ¿Piensa lo que quiere, lo que le inculcaron, lo que piensa la mayoría con la que convive?

Y sus gustos ¿son ocurrencias personales o están limitados a lo que le permitieron conocer y probar sus padres, amigos, tíos, abuelos?

Póngase por un momento en su lugar: ¿cree que si el próximo martes a la hora 20:15 se propone disfrutar de una ópera, la disfrutará a pesar de que hasta ese momento odiaba el canto lírico?

¿A qué clase socio-económica pertenece? ¿Es la que eligió libremente o la que le tocó en suerte?

¿Puede vivir en el país que se le ocurre? ¿En la provincia, la ciudad, el barrio?

Hablemos del idioma: ¿lo eligió libremente o no?

¿Cómo llegó a tener su nombre?

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12 comentarios:

Manuel dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, aunque pensar en el determinismo me deprima. El libre albedrío está delimitado. Como decía un profesor: "no se puede entrar a una piscina sin salir mojado". Sin embargo, llegué a su blog por azar: la suerte también existe.

Ricardo Infinito dijo...

El libre albedrío no está delimitado, Manuel. Sencillamente no existe.

Anónimo dijo...

Mi anatomía lleva el diseño de hermosos dibujos tatuados con maestría.
Ya sé que hay un montón de factores que determinaron mi decisión de tatuarme, pero lo que para mí cuenta es que modifiqué la naturaleza de mi piel.

Gabriela dijo...

Los ejemplos que ud da sobre modificaciones libres o voluntarias del cuerpo y de su funcionamiento, no son desde mi punto de vista, ejemplos de libre albedrío. Cada decisión que tomamos está multideterminada desde el exterior y desde el interior de nosotros mismos, en este caso, desde el inconsciente. Es imposible rastrear las causas de nuestros comportaminetos complejos. Sí puedo saber las causas de los movimientos reflejos, o entender el funcionamiento del sistema nervioso autónomo; por ahora no hay posibilidades de saber más.

Aníbal dijo...

No pude vivir en el país que quice. Llegué nomás hasta Tijuana.

María Elena W. dijo...

Siempre quice darlo a entender y fui incomprendida. En el Reino del Revés no están todos locos, no, son todos sometidos y sufren el drama de luchar infructuosamente por liberarse.

Irene dijo...

La sumisión al sistema capitalista no nos permite pensar en sistemas más adecuados. Quizás pasar de la propiedad individual a la propiedad colectiva sea seguir enredados en la misma problemática. De pronto tendríamos que descentrarnos del tema de la propiedad de los medios de producción y estudiar, con todo lo que hemos avanzado en el conocimiento del ser humano a través de la antropología, la medicina, la neurología, la psicología, la sociología (y todo lo que se me escape)como implementar un sistema de producción y convivencia más adecuado al ser humano de estos dos últimos siglos.

Zulma dijo...

Lo que más odio es cuidarme tanto en todo y no saber cómo voy a morir.

Belinda dijo...

Puedo soportar mis ganas de orinar siempre y cuando no ocurran un montón de situaciones que están más allá de mi voluntad: que no sufra de incontinencia, que no me ponga nerviosa, que no me muera de golpe, que no me aprieten la vejiga, que no me hagan cosquillas, que no abran una canilla, que no me hagan shhhh, etc.

Aldo dijo...

Algunas postulantes a Miss Universo se ven obligadas a disminuir el volumen de sus senos, para entrar en el "concepto" Miss Universo.
Esto me tiene trastornado, qué atrocidad, qué desperdicio!!

Isabel dijo...

En mi caso Aldo, que no soy jóven ni bonita, que amamanté a cuatro hijos y tengo 50 años, operame de los senos es un sueño al que lucho por llegar. Lucho porque tengo limitada mi libertad de ahorro.

Manuel dijo...

Ricardo: ¡Qué determinante!