sábado, 11 de septiembre de 2010

La homosexualidad y la infidelidad

La institución matrimonial está decayendo en importancia a medida que aumenta la tolerancia hacia las expresiones homosexuales de los ciudadanos.

Sin embargo, las parejas homosexuales desean casarse simplemente para reforzar una legitimación social que aún cuenta con muchos opositores.

Denominamos genéricamente «homofóbicos» a quienes padecen una incontrolable intolerancia hacia la homosexualidad.

Los homofóbicos opinan que la homosexualidad es una enfermedad o una degeneración, que debe ser reprimida o curada, sin descartar el uso de los procedimientos o tratamientos más cruentos.

Según estas definiciones, estaríamos diciendo que algunas personas padecen una enfermedad que consiste en diagnosticar como enfermos a otros ciudadanos.

Ahora les cuento algo que puede ocurrir en nuestro inconsciente:

1º) Como todos somos bisexuales, pero la cultura nos obliga a optar por desear al sexo opuesto, todos padecemos algún grado de frustración sexual.

2º) Cuando esa frustración es muy intensa, tenemos que aliviar el dolor con algún síntoma o mecanismo de defensa psicológico.

3º) Por ejemplo, la llamada formación reactiva consiste en hacer exactamente lo contrario a lo que deseamos. Si tenemos deseos homosexuales, pues nos volvemos homofóbicos (para disimular ese deseo que la cultura nos reprime).

Si nos embanderamos con una cruzada en contra de los gays y lesbianas, nos veremos a nosotros mismos como heterosexuales puros.

4º) El matrimonio heterosexual incluye la fidelidad como una rasgo principal.

5º) Cuando él dice «mi mujer» o ella dice «mi marido», inconscientemente incluyen la sensación de que el cuerpo del otro les pertenece.

6º) Si ella es penetrada por otro hombre, el hombre siente que fue él el penetrado y eso lo pone furioso porque ella lo expuso a la vergüenza de exhibir su deseo homosexual.

6ºa) Si él penetra a otra mujer, la esposa se pone furiosa porque fue obligada a exhibir su deseo homosexual.

Artículos vinculados:

Es así (o no)
La poligamia reprimida
La domesticación de los instintos
Enemistad programada
Si yo fuera mujer
Es así (o no)

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11 comentarios:

Anónimo dijo...

mi vida ha dado un giro total, ahora resulta q soy, al igual q todo el mundo, bisexual, q los homofobicos son reprimidos, y q cuando te meten los cuernos mas q pensar q te han faltado la confianza, el respeto, y te han humillado, lo q se te pasa por la cabeza es q te la pusieron
pero q viejo pelotudo, si sientes la necesidad de actualizar tu blog, no pongas la primer pelotudez q se te venga a la cabeza y sube una letra de una cancion q seria mas productivo

Anónimo dijo...

y si freud se levantara de la tumba en este preciso momento, se haria adicto a la pasta base si leyera tu blog

ana dijo...

Absolutamente desopilante anonimo, si que me hiciste reir!!
Brillante y clarisimo me resulta el autor de este blog, le estoy agradecida por todos los temas en los que nos ayuda a pensar, un abrazo grande!!
Ana

Osvaldo dijo...

Desarrollar distintas hipótesis, animarse a pensar con cabeza propia, no me parece una pelotudez.
Ah! Y Freud era bisexual.

Iris dijo...

Freud prefería la morfina y la cocaína pura.

Mary dijo...

Puede que me esté reprimiendo. Vaya una a saber qué pasa en el inconsciente. Lo cierto es que así, heterosexual y monogámica, estoy bien. Y sin fanatismos a favor ni en contra.

Margarita dijo...

Es hermoso sentir que el cuerpo del otro te pertenece y que tú le perteneces a alguien. Claro que esto también puede provocar fobias.

Lavalleja dijo...

Las cruzadas que valen la pena son las cruzadas libertadoras.

Lluvita dijo...

Tengo una intolerancia incontrolable contra la incontinencia, pero no hay caso!

la gordis dijo...

Me dicen que soy una glotona, pero se trata sólo de una formación reactiva; de lo contrario moriría de hambre.

Val dijo...

Y que difícil les es entender el psicoanálisis, excelente articulo!!