sábado, 27 de noviembre de 2010

El genocida con pantuflas

Busqué el vocablo «zap» en un diccionario de habla inglesa y lo define como «matar».

Por lo tanto, «zapping» refiere a la acción de matar. Inclusive, algunos angloparlantes lo utilizan para nombrar la cocción con microondas.

Me parece que los idiomas no son traducibles sino por aproximación. No existe una correlación exacta entre los lenguajes.

Lo mejor que puede lograr un traductor consiste en suponer qué sentimientos tenía el autor extranjero y luego tratar de expresar ese sentimiento en su lengua materna.

En suma, los diccionarios bilingües sólo aportan una idea aproximada (que no es poca cosa).

Por lo tanto, cuando el hombre de la casa (independientemente de su sexo biológico) detenta el uso del control remoto del televisor (invento que ya cuenta con casi sesenta años!!), lo utiliza tal cual un revólver, un fusil, una ametralladora, un lanza misiles portátil, una bazuca, aniquilando despiadadamente todo lo que a él no le gusta.

Claro que él (o ella), no es consciente de la agresividad que descarga ese pulgar que gatilla los botones del mortífero artefacto, pero en lo profundo de su psiquis, hay furia, omnipotencia, sed de venganza por todas las veces que le dijeron que estaba molestando, que su trabajo era mediocre, que mejor sería que no dijera tonterías.

Él sabe que tras esa teatralización de gente enojadísima, llorosa e intrigante, o de ese anuncio de jabones, o de ese noticiero, hay miles de dólares gastados en producción, traslados, equivocaciones, llegadas tarde que alguien recriminó, vendedores que adularon para conseguir inversores y mucho esfuerzo de gente igual que él.

Cambiar de canal displicentemente es un gesto arrogante, intenso, sublime.

Quizá alguna sirena suene en la lejanía, pero él sabe de su impunidad. Nadie se atrevería a acusarlo.

¡Cuánta felicidad le debemos a este humilde artefacto!

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12 comentarios:

Leticia dijo...

Matar en inglés es más simpático, suena a sapito.

Luciana dijo...

Ya no hay que levantarse a mover la perilla. Podemos ordenar desde lejos. Hasta podemos pedir una pizza por internet. Para ejercer el poder ya no se necesitan músculos. Ojo! vuelve el matriarcado.

Alicia dijo...

Manejar el control remoto, es como cerrarle la puerta en la cara a miles de personas cada vez que se nos antoja.
Sin violencia, con naturalidad.

Efraín dijo...

Mi acto de libertad más auténtico es entre el televisor y yo.

el traductor dijo...

Los argentinos toman el café con leche con la boleta.

Pancho dijo...

Existe una correlación clara entre el uso del control remoto y el índice de divorcios. Puede revisar las estadísticas.

Max dijo...

Me siento extranjero en mi propio país. No entiendo los sentimientos de los actores sociales.

Gumersindo dijo...

Los diccionarios bilingües sólo sirven para embarullarte. Y alcanza con que una de sus lenguas sea de víbora, para que te dejen envenenado.

Evangelina dijo...

Cambiar no es matar. Cuánta omnipotencia, por Dios!

Penélope dijo...

A mi control no le gusta casi nada.
Me siento sola.

Orlando dijo...

A las traductoras les gusta alabar a sus clientes usando su lengua materna.

Jorge dijo...

Pregunto humildemente, ¿hay gente que le paga a los sicoanalistas para que hagan este tipo de interpretación? A mí, que soy bastante imaginativo, ¿cuánto tiempo me llevaría recibirme de sicoterapeuta? ¿Hay algún curso rápido?