sábado, 6 de noviembre de 2010

Las mejores madres, no tienen orgasmos

Aunque uno crea que puede imaginar la propia muerte, en realidad no puede.

Lo más que logramos es «vernos» como un ser vivo que representa el papel de muerto.

La explicación de este fenómeno es que el inconsciente, no contiene la representación de la muerte propia.

Aunque las mujeres parecen no hacerse tanto drama como nos haríamos los varones sin nos ocurriera, muchas de ellas son anorgásmicas (casi nunca tienen orgasmos o directamente, no lo conocen).

Quienes tienen esta particularidad, igualmente desean tener relaciones sexuales porque la situación en sí las complace y hasta pueden sentirse gratificadas de su participación en el orgasmo del varón que las acompaña.

Ellas son tan importantes para la conservación de la especie, que tienen una vida más complicada que los varones.

Creo que estaremos de acuerdo en pensar que la cultura occidental, ve con buenos ojos que los varones gocemos abiertamente del placer sexual, mientras que nos gustaría que ellas no se distrajeran de sus obligaciones (maternidad, alimentación, cuidados, higiene, salud).

Dado que nuestra madre es el personaje más importante en la construcción de nuestra psiquis, desarrollo de nuestros afectos y en la incorporación a la cultura, es probable que todos deseemos poder decir que:

«Mamá pensó en mí; me deseó mucho; me quiso tan sólo con pensar que yo nacería. Cuando estaba con papá —que sólo pensaba en disfrutar como corresponde a todos los varones—, le ofreció que disfrutara de su cuerpo para poder lograr el sueño de traerme al mundo. Después papá también me quiso porque gustó de mí».

En suma: « … una madre tan buena como la mía, no fornica por placer sino por amor al hijo que vendrá, como me paso a mí. Por eso ellas, si son buenas mujeres y madres, no deberían gozar ni tener orgasmos».

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10 comentarios:

Anselmo dijo...

Estoy en un todo de acuerdo. Ese es el discurso inconsciente que tenemos todos los hijos, aunque simulemos haberlo superado. (lo descubrí en la terapia)

Christian dijo...

Es toda una complicación que una mamá sea mi mamá y además sea para otros:
mi esposa
mi profesora
mi estudiante
mi compañera
mi jefa
mi empleada
mi hija
mi tía, etc.

Orosmán dijo...

Mi madre tuvo un ataque de pánico cuando pensó que yo nacería. Lo sé de buena fuente.

Paty dijo...

Le aseguro que mi padre no tenía interés de disfrutar de mi madre ese día. El quería embarazarla de mí, para que yo fuera su hija preferida.

Alicia dijo...

Hombres y mujeres tenemos cierta representación de la muerte en el orgasmo.
Eso dicen. A mí me parece más un fenómeno fulgurante de despersonalización, tan breve como para no angustiarnos.

Roque dijo...

Ojalá pueda agarrar a la muerte apurada.

Alba dijo...

Cuando me daba miedo la instancia del parto pensaba: casi todas las mujeres pasan por eso, por qué yo no.
Cuando me da miedo la muerte pienso algo parecido, pero no hace el mismo efecto.

Carlos dijo...

Creía que la anorgasmia era el orgasmo por el otro lado, ud me entiende.

Mariana dijo...

Si somos tan importantes para la conservación de la especie, deberíamos tener una vida más desahogada.

Roberto dijo...

Es insoportable que ellas se distraigan con sus obligaciones cuando estás en eso. Una vez estaba por llegar a final y de pronto me dice "no te olvides que mañana vence la tarjeta".